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Cuando endeudarse puede resultar útil

Manejarte exclusivamente en efectivo puede causarte problemas el día que necesites un crédito.

JBQ: Debt

FOTO: CORBIS .

Conoce como tu puntuación crediticia puede trabajar en beneficio tuyo.

In English | El endeudamiento es una espada de doble filo. Algunos la usamos demasiado; otros —sorprendentemente—, demasiado poco. Podría sonar prudente tirar tus tarjetas de crédito y pagar todo con cheque, tarjeta de débito y efectivo.

Pero manejarte exclusivamente en efectivo puede causarte problemas, explica Gerri Detweiler de Credit.com, un sitio web de crédito al consumidor. Si no tienes deuda, no tienes puntuación crediticia. Eso complica tu vida.

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Las puntuaciones crediticias se generan a partir de informes mensuales que los prestamistas envían a empresas de informe crediticio. Tu puntuación refleja cuántos acreedores tienes, cuánto debes, cuán rápido cancelas tus deudas, la envergadura de tus líneas de crédito y cualquier mora en que incurras. También incorpora información de los tribunales, como quiebras o gravámenes sobre impuestos adeudados.

Los prestamistas dependen del puntaje crediticio para medir cuán probable es que canceles un préstamo. La puntuación más difundida, de una compañía conocida como FICO, va de 850 a 300. Con una puntuación de más de 750, generalmente puedes pedir prestado u obtener una nueva tarjeta de crédito en los mejores términos posibles, indica John Ulzheimer, del sitio para consumidores CreditSesame.com.

Por encima de 700, los precios de los préstamos siguen siendo competitivos. Por debajo de 600, no te molestes en preguntar. Sin puntuación alguna, no existes.

Tu puntuación podría desaparecer. Si alguna vez has tomado préstamos o has sido titular de tarjetas de crédito, podrías suponer que siempre tendrás un puntaje, incluso cuando actualmente operes sin endeudarte.

Pero no es así. Tu puntuación podría desaparecer si no te has mantenido activo en por lo menos una línea de crédito en los últimos seis meses, afirma Anthony Sprauve, especialista sénior de crédito al consumidor para FICO. La falta de puntuación suele significar la imposibilidad de acceder a un préstamo.

El hecho de ser calificado “sin puntuación” podría no molestarte, si alegremente has renunciado a las tarjetas de crédito y las deudas. Pero la puntuación afecta tu vida de muchas otras maneras, explica Detweiler. Sin puntuación (o con un puntaje que no sea lo suficientemente alto), tal vez no recibas un descuento sobre el seguro de tu automóvil o vivienda.

Las empresas de servicios públicos podrían exigir un depósito más alto si te mudas a otra ciudad. Si vendes tu casa y deseas alquilar un apartamento, es probable que el propietario exija que tengas una buena puntuación para dártelo en alquiler. Los servicios de cable y telefonía celular suelen requerir verificaciones crediticias.

Si estás casado, obtienes puntuación crediticia por tener una deuda personal o por compartir una deuda con tu cónyuge, por ejemplo, al solicitar una tarjeta de crédito conjunta.

Si uno de los dos muere, las tarjetas compartidas suelen cancelarse. Para mantenerlas, el sobreviviente tiene que volver a solicitarla.

Puede ocurrir que te asignen un límite de crédito menor si han disminuido tus ingresos.

Una tarjeta basta. Ningún asesor financiero (¡espero!) sugerirá que tomes una hipoteca o préstamo automotor simplemente para mantener viva tu puntuación crediticia. Todo lo que necesitas es una tarjeta de crédito activa.

Para obtener una buena puntuación, ni siquiera precisas varias fuentes de crédito, afirma Sprauve. Alcanza con una tarjeta, siempre que la hayas conservado durante muchos años, la uses una o dos veces por mes —digamos, para realizar pequeñas compras, como víveres o gasolina— y la pagues íntegramente cuando llega la factura.

Si tienes una tarjeta de crédito que has guardado en un cajón para emergencias, fíjate si todavía está vigente.

El prestamista podría reducir tu límite de crédito e incluso cerrar la cuenta si no has usado la tarjeta durante 12 a 18 meses, afirma Ulzheimer. Para reactivar la tarjeta, tal vez debas volver a realizar todo el trámite de solicitud.

Para aquellos cuyo problema es una deuda excesiva, las tarjetas de crédito pasan a ser una cuestión más delicada. ¿Deberías cortarlas en pedazos o no? Estás en el umbral de riesgo si tus pagos exceden el 40% de tus ingresos mensuales.

Entre las personas de 55 años o más que tenían deudas en el 2010, el 8.5% se hallaba en ese peligroso umbral, según informa el Employee Benefit Research Institute (EBRI, Instituto de Investigación de Beneficios del Empleado). (Esas son las últimas cifras disponibles). Un porcentaje mucho más alto de personas de 65 años o más arrastran deuda —y un monto de deuda mayor—, en comparación con lo que sucedía 15 años atrás. También los índices de quiebra han aumentado, en especial entre las personas de 75 años o más.

Cortar las tarjetas en pedazos tiene sentido cuando estás saliendo del endeudamiento. Pero guarda por lo menos una y úsala una vez por mes. Es tu puerta al buen crédito cuando por fin te hayas liberado de las deudas.

Todo sobre tu puntuación crediticia

Capacidad de endeudamiento

  • 750+: Generalmente puedes pedir prestado u obtener una nueva tarjeta de crédito en los mejores términos posibles.
  • 700+: Los precios de los préstamos siguen siendo competitivos.
  • 600: Por debajo de 600, no te molestes en preguntar.
  • 0: No existes.

Sin puntuación

  • Tal vez no recibas un descuento sobre el seguro de tu automóvil o vivienda.
  • Podrías verte en problemas para alquilar sin una puntuación alta.
  • Podría serte difícil contratar servicios de cable, internet o telefonía celular.
  • Las empresas de servicios públicos podrían exigir un depósito más alto si te mudas a otra ciudad.

Jane Bryant Quinn es experta en finanzas personales y autora de Making the Most of Your Money NOW (Obtén el máximo de tu dinero ahora).

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