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El robo de identidad médica: ¿estás en peligro?

Considera estos pasos para detectar problemas y protegerte.

Brazalete médico

FOTO: GETTY IMAGES

Los registros médicos robados se venden hasta por $2,000 en el mercado negro.

In English | El robo de identidad financiera podría dominar los titulares, pero existe un peligro aún más grande que afecta más que el contenido de tu billetera o cuenta bancaria. Se trata del robo de identidad médica, que aumentó un 20% el año pasado.

Los ladrones usan tus datos personales o de seguro médico para obtener tratamiento o medicamentos, o presentar facturas falsas en tu nombre. Y a diferencia del fraude de las tarjetas de crédito —en el que los emisores de las tarjetas se responsabilizan por casi todos, si no todos, los cargos falsos— con el robo de identidad médica no tienes esta protección.

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Las víctimas frecuentemente son responsables por los cargos —aproximadamente un 36% de dichas víctimas en el 2013 tuvieron un promedio de $18,660 en gastos que pagaron de su bolsillo, según las investigaciones del Ponemon Institute, que estudia este delito en particular—. Otras personas pierden su seguro médico o se ven forzados a pagar una prima más alta para restablecerlo. El año pasado, casi la mitad de todas las fugas de datos personales en Estados Unidos estuvieron asociadas a la atención médica.

"Sin duda, las credenciales médicas robadas son más valiosas en el mercado negro de los estafadores", donde se compran y venden datos, dice Jon Ramsey, director de la Counter Threat Unit (Unidad Contra Amenazas) de Dell SecureWorks, una división de la enorme empresa de informática.

Los datos personales que incluyen todo lo necesario para perpetrar el robo de identidad financiera —incluso el número del Seguro Social de la persona y los números de sus cuentas financieras— se venden por aproximadamente $25 en el mercado negro, dice él.

Pero los registros del seguro e historiales médicos se pueden vender por unos $2,000. El posible mayor rendimiento —digamos una cirugía de $20,000— justifica el precio más caro.

No te es posible evitar cosas tales como las filtraciones de datos o robo de empleados. Pero considera estos pasos para detectar problemas y protegerte:

  • Lee cada carta que recibas de compañías aseguradoras médicas y proveedores de atención médica, incluso las que indican "esta no es una factura". Si notas el nombre de algún médico o fecha de tratamiento que no conoces, investiga.
  • Una vez al año, solicita a tus compañías aseguradoras una lista de pagos realizados en tu nombre. Asegúrate de que todos los datos sean exactos, incluso tu dirección.
  • Cuando revises tu informe de crédito en AnnualCreditReport.com busca entradas médicas. Contacta a tu compañía aseguradora y las tres principales agencias de informes de crédito —Equifax, Experian y TransUnion— acerca de cualquier falsedad.
  • Guarda tu tarjeta y número de seguro médico tan cuidadosamente como guardarías una tarjeta de crédito o número de cuenta bancaria. Si pierdes tu billetera, contacta sin demora a tu proveedor de seguro.
  • No lleves contigo rutinariamente tu tarjeta de Medicare, que incluye tu número de Seguro Social. Haz una fotocopia y esconde algunos de los dígitos del número.
  • Solicita a todos tus médicos copias del contenido completo de tu expediente médico (podrías tener que pagar por ellas) para de esta forma tener "pruebas documentales" si fuese necesario.
  • Evita las ferias de salud o locales desconocidos que ofrecen exámenes gratuitos que exigen los datos de tu seguro médico. Si recibes llamadas telefónicas en las que te prometen suministros gratuitos o de "funcionarios" que solicitan tus datos, cuelga.

Sid Kirchheimer es autor de Scam-Proof Your Life (Haga su vida a prueba de estafas), publicado por AARP Books/Sterling.