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¡Que no sea peor el remedio que la enfermedad!

Elige la farmacia que más te conviene y ahorra dinero en tus medicinas.

Mujer en una farmacia con anaqueles de medicinas - Cómo escoger una farmacia

Istock

Escoge bien la farmacia y siempre pregunta al médico si esa medicina que tomas ya la puedes suspender. Ahorra dinero.

De niña, mami me enviaba a buscar un encargo de medicina a la botica de la esquina de mi casa. En mi pueblo, comprar algo en la farmacia era bastante sencillo: lo único que necesitabas era la receta y el dinero para pagarla, que casi siempre era módico. Pero cómo han cambiado las cosas desde entonces... ¡y advierto que no han pasado TANTOS años!

Hoy día, con los precios cada vez más elevados de las medicinas —en Estados Unidos se gasta alrededor de $1,000 al año en medicinas por persona, más del doble que en países como Francia o Alemania—, el papeleo de los seguros médicos, la burocracia de Medicaid o Medicare, la carencia de productos genéricos más baratos y los altos copagos, enfermarse da más miedo que nunca.

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Así, cuando necesitamos curarnos de algún problema de salud, el que acaba enfermo es nuestro bolsillo. Una encuesta reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades mostró que uno de cada 10 adultos no compraba su receta o se saltaba una dosis debido al costo de los fármacos.

A medida que crece la población y se prolonga más su ciclo de vida, crece la demanda de medicinas: ya en el 2014 las ventas farmacéuticas en Estados Unidos alcanzaron casi $365 mil millones3. CVS, una de las cadenas farmacéuticas más grandes del país, generó aproximadamente en el 2013 unos $65 mil millones en ventas totales de medicinas.

Estas cifras gigantescas comienzan con nuestros modestos dólares, y por ello cada vez se hace más necesario saber dónde y cómo comprar nuestras medicinas. Un análisis de ocho seguros de salud destacados realizado en el 2012 indicó que esos planes solo cubrían un 62% de las medicinas disponibles. Algunos medicamentos nuevos y sofisticados no están cubiertos y son increíblemente caros.

Para obtener mayores ahorros:

  • En lo posible trata de adquirir medicamentos genéricos; son más baratos e idénticos o de fórmula equivalente a los originales, tanto en dosis como sus otros beneficios. Investiga en tiendas como Wal-Mart o Target, que tienen genéricos a muy bajo costo.
  • Recuerda que numerosas compañías de seguro médico tienen acuerdos que permiten enviar por correo tres o mátos entregas con un descuento o un menor copago.
  • Aparte de las grandes cadenas, investiga si hay farmacias independientes en tu área (en Estados Unidos hay más de 23,000) que te puedan ofrecer mejores precios.
  • Muchos ahorran si compran sus medicinas por Internet, pero trata solo con compañías reconocidas y confiables. Compara el precio en línea con el de las farmacias tradicionales, sin olvidar los gastos de envío. Cerciórate que tenga una política clara de devoluciones y reembolsos, y que el pago con tu tarjeta de crédito es seguro.

  • Trata solo con farmacias en línea certificadas que exijan una receta del médico, con sede en Estados Unidos o Canadá, y que tengan el sello VIPPS (Verified Internet Pharmacy Practice Site, de la National Association of Boards of Pharmacy).
  • No temas molestar a tu médico y pedirle que tenga en cuenta otras  terapias y medicamentos que más le convengan a tu salud… ¡y a tu billetera! No te apenes: pídele muestras gratuitas del medicamento que te va a recetar y pregúntale si es estrictamente necesario que sigas tomando una medicina que te recetó (tal vez te diga que no y puedas ahorrarte lo que cuesta).

 Ya de por sí, enfermarse es una molestia, pero haz que no te duela tanto...   haciendo que tu bolsillo sufra lo menos posible.