'Fifty Shades of Grey', el éxito llega a la pantalla grande
Protagonizada por Dakota Johnson y Jamie Dornan.
DIRECTOR: Sam Taylor-Johnson
GUIÓN: Kelly Marcel y E.L. James (novela)
ELENCO: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Jennifer Ehle, Eloise Mumford, Victor Rasuk, Luke Grimes y Marcia Gay Harden
DURACIÓN: 125 minutos
La gran paradoja de la película Fifty Shades of Grey, es que al tratar de elevar el nivel del material original — la exitosa trilogía de novelas de la autora E.L. James — le quitó lo que, se podría decir, era su único merito: la audacia sexual. El título en el que está basada la cinta ha vendido más de 100 millones de copias alrededor del mundo y ha sido traducido a 52 idiomas. Un absoluto triunfo editorial que resulta inexplicable en cuanto a la pobreza del relato, pero que estudiosos del fenómeno atribuyen a su explícito tratamiento del sexo basado en fantasías de dominación y masoquismo. Es decir, hizo potable para la gente “decente” leer pornografía al envolverla en una historia de romanticismo rosa.
Anastasia Steele (Dakota Johnson), es una estudiante de literatura inglesa en la Universidad de Washington. Su compañera de cuarto, que estudia periodismo, le encarga que realice una entrevista para el periódico de la escuela que ella no puede efectuar por encontrarse enferma. Anastasia acude con reservas al compromiso con el billonario Christian Grey a su emporio en Seattle. Grey (Jamie Dornan, un modelo tornado “actor”), de 27 años, queda fascinado con la bella y tímida Anastasia. Christian inicia un cortejo que raya en el acoso, se presenta en la tienda de abarrotes donde trabaja Anastasia y le pide toda suerte de implementos que podrían servir para remodelar una casa (o para someter a una persona): cinta de aislar, cordones, etc.
FOCUS FEATURES/CORTESÍA EVERETT COLLECTION
Dakota Johnson y Jamie Dornan en una escena de 'Fifty Shades of Grey'.
Cuando Anastasia le pregunta si necesita también algo para proteger su ropa del trabajo manual, Grey le contesta que lo pensaba hacer desnudo. La respuesta del guapo empresario, por no decir su automóvil con chofer esperándolo a la salida, deja intrigada a Anastasia.
Grey le aclara desde el principio que no espere un romance de rosas y corazones con él, puesto que sus gustos están fuera de lo convencional. Las reservas de Anastasia desaparecen cuando a su primera cita formal, él va a recogerla en helicóptero. Así empieza una relación que, por lo menos visualmente, parece sostenida por las formas puras y elegantes del ambiente privilegiado de Grey. Además del helicóptero, Grey vive en un penthouse rodeado de vidrio a través del cual se puede ver toda la ciudad. Antes de hacer por primera vez lo que para Anastasia es “el amor,” ella le confiesa que es virgen. Grey, por su parte, la corrige y le dice que lo único que él hace es “fornicar”. Al mejor estilo del romanticismo gótico, el personaje de Grey es, debajo de su refinada apariencia, un ser atormentado por un secreto inconfesable. Al mejor estilo del mismo género, Anastasia está convencida de que ella lo podrá “salvar”.
Hasta aquí, la dinámica sigue los patrones de la literatura clásica, excepto porque en lugar de tener una esposa esquizofrénica escondida en el ático (como el Rochester de “Jane Eyre”), el secreto de Grey es su proclividad por el sadomasoquismo. Tal vez impulsada por su inocencia y curiosidad, Anastasia cede a las curiosas demandas de Grey que van más allá de los rituales en la recámara, y tratan de dominar su estilo de vida, al punto que le exige (vía contrato) que se restrinja de comer ciertas cosas y de consumir demasiado alcohol. En esencia, Grey está preparando la cosificación de Anastasia hasta convertirla en un juguete sexual.
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