Qué deberías hacer en tu primera cita

Lleva la ropa adecuada

In English | Si una prenda de vestir parece más apta para tus nietos que para ti, déjala en casa. Esto incluye cualquier prenda que usarías para ir a una discoteca o a la iglesia, cualquier prenda que te podría servir para el día de Halloween, cualquier prenda casual como para pintar los postigos y cualquier vestido demasiado corto como para hacer estremecer a tu acompañante.
 

No te excedas con las joyas

El enfoque de la noche debes ser tú, no tus joyas. Retira de servicio cualquier cinturón grande brillante, cadenas de oro, anillos brillantes, mancuernas llamativas u otras joyas antes de que tu acompañante llegue. Puedes impresionar a tu acompañante con tus otros talentos más adelante. Por ahora, ejerce el buen gusto, no la cursilería.

Llega a tiempo

Es una falta de respeto hacer esperar a alguien y por lo tanto es inaceptable. Querrás que la otra persona sepa que consideras que tu cita con él o ella es importante. Al acordar una cita, se deben intercambiar los números de celular. Llama si estás atascado en el tráfico.

No cometas suicidio con el celular

La única llamada que se permite hacer o recibir durante una cita es la de un médico o de la niñera. He estado en citas con adictos al celular que no eran ni bomberos ni cardiólogos, así que me fui.

No encontrarse en la casa de alguno de los dos

Tu acompañante probablemente no es un delincuente, ni un violador, ni un loco delirante. Por otra parte, ¿realmente quieres averiguarlo de la manera más difícil? Dar acceso a tu casa a un extraño es una manera demasiado íntima de comenzar —o terminar— una primera cita. Espera el momento adecuado para una visita en casa.

Oculta las fotografías del gato

Él o ella probablemente no quiere ver fotos de tus gatos. Lo mismo ocurre con las fotos de perros, hijos, nietos, renovaciones en tu casa (antes o después), vacaciones, tu anterior corte de pelo o cualquier cosa de tu última relación.

No te des encuentro en lugares incómodos

Ningún primer encuentro debe ocurrir en lugares que impliquen un largo viaje o una actividad sorpresa. Una vez un hombre me invitó a nadar en su gimnasio. Estaba terriblemente fuera de forma y se veía peor en su bañador que yo en mi traje de baño. Fue imposible establecer una relación en la cena más tarde; para entonces lo imaginaba todo mojado.

No pidas platos complicados

Evita los platos que se puedan quedar pegados en los dientes o que haya que romperlos con un mazo. Si hay un momento en el que no necesitas sentirte cohibido al sonreír, es ahora. Además, la langosta es a menudo el plato más caro del menú.

No hables de política ni religión

El problema de empezar a pontificar sobre temas delicados es que te podría salir mal. Una conversación sobre películas, libros, vacaciones o cualquier otro tema es una mejor, porque serás más agradable ante tu acompañante.

Escucha con atención

A la gente le gusta hablar de sí misma. Al darle espacio a alguien para hacerlo, puedes descubrir quién es verdaderamente. Si ese proceso te revela que estás sentado frente a un mega pesado o un hablador insoportable, no tienes que perder otra noche escuchándolo.

No reveles demasiado tan pronto

Aplaudo tu voluntad de ser transparente, pero por favor evita hablar sobre tu extraña familia o tus relaciones pasadas en la primera cita. Estás tratando de establecer una relación, no en convertirte en una pesadilla. Así que revela tu alma en otro momento. O idealmente, guárdala para otra persona como tu mejor amigo o un terapeuta.

No hables sobre asuntos de alimentación

No pongas los ojos en blanco si tu acompañante se tarda una eternidad para pedir una papa, detalla sus alergias al camarero o se pone furioso cuando dos alimentos se tocan en el plato. Claro, quizás tu alimentación sea más sana, pero apuesto a que también tienes uno que otro problema con la comida. En tal caso, no estás en condiciones de emitir un juicio.

Ignora la interferencia social

Los hijos adultos, el mejor amigo, el vecino y el reparador del piano quizás no sean los mejores "expertos" para consultarles quién es la persona adecuada para ti. Así que no busques sus opiniones. En vez de eso, confía en tu cerebro y tu instinto para que te digan si una primera cita merece una segunda.

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