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3 consejos para decorar con alfombras

Además, cómo escogerlas para tu casa y mantenerlas en buen estado por varios años.

Acercamiento de una alfombra oriental

Foto: Corbis

Confieso que me encantan las alfombras. Están entre los mejores accesorios para transformar y definir un espacio y para dar, además, ese toque personal que convierte una casa en hogar. Dicen que algunos decoradores comienzan primero con las alfombras... ¡y entiendo muy bien por qué! Te comparto tres consejos que te ayudarán a escoger, decorar y mantener como nueva la alfombra de tus sueños.

1. La forma y el tamaño ideal

El color, la forma y el diseño son los primeros criterios que tienes que tener en cuenta a la hora de escoger una alfombra. Pero también toma en cuenta tu estilo de vida y el lugar donde vayas a colocarla. Si vas a ponerla en un espacio transitado, escoge una de material resistente. Si tienes animales domésticos o tus nietos te visitan con frecuencia, escoge una alfombra con un diseño que disimule las manchas (decídete por un color oscuro y con un diseño grande) y que se pueda limpiar con facilidad, como las alfombras de lana o las de mezclas sintéticas.

¿Cómo escoger el tamaño? Como norma general, una alfombra de área debería estar como mínimo a 6 pulgadas y como máximo a seis pies de la pared. Si la alfombra cubre la mayoría del cuarto, sin embargo, deja visible unas 12 pulgadas del piso alrededor del perímetro de la alfombra.

Dependiendo del lugar donde vayas a poner tu alfombra, ten en cuenta lo siguiente:

  • Si la pones debajo de la mesa de café, asegúrate de que las patas frontales del sofá o de los sillones estén encima de la alfombra. Si la alfombra es particularmente bonita, escoge una mesa de café con tablero de vidrio. Así te servirá como una pieza de decoración.
  • Si quieres poner una alfombra debajo de la mesa del comedor, te aconsejo medir el ancho y largo de la mesa y añadir a esa medida 30 pulgadas a cada lado, así obtendrás el tamaño que debería tener tu alfombra. Todas las patas de las sillas deben quedar dentro de esa área, aun cuando apartes la silla para sentarte y levantarte.
  • Si quieres poner una alfombra al lado de tu cama, mide el tamaño de esta y resta la profundidad que tiene la mesita de noche.

2. Cómo escoger el color y el diseño

Los colores y diseños de la habitación (el color de la pared, los muebles, los textiles y los accesorios) serán tu mejor guía e inspiración para escoger una alfombra como complemento de tu decoración. Si tus muebles son lisos y de colores neutros, por ejemplo, escoge una alfombra con un estampado más elaborado y en colores más vibrantes. Te comparto un secreto: trata de que uno de los colores predominantes en tu alfombra sea similar al color de tu sofá o al de los cojines que tengas en el sofá. Si, por el contrario, tus muebles, tapicerías y accesorios son más coloridos, decídete por una alfombra con más textura (de pelo más largo) pero en un color liso. Una alfombra, si la has elegido bien, puede ayudarte a cambiar la percepción visual de un espacio. Prueba, por ejemplo, con una alfombra de rayas anchas y verás como el cuarto parece instantáneamente más espacioso. Del mismo modo, una alfombra pequeña con estampados grandes o muchos colores hará que un cuarto pequeño se sienta más grande.

A la hora de elegir el color o la variedad de colores, te aconsejo escoger una alfombra que se preste como complemento de los dos o tres colores predominantes de la habitación donde vas a ponerla. (Lleva contigo a la tienda cualquier muestra de los colores que ya tengas en el cuarto, por ejemplo un cojín, una tarjeta que muestre el color de la pared o un pedacito de la tela de las cortinas).

Como norma general toma en cuenta que:

  • Los colores más intensos y los estampados más elaborados te servirán para definir mejor un área dentro del cuarto (ideales, por lo tanto, para diferenciar dos áreas en el mismo espacio).
  • Los colores más claros y los diseños geométricos en tonos neutros harán que el cuarto se vea más grande.
  • Los colores cálidos (naranjas, amarillos, rojos) harán que el espacio se vea más casual y hogareño y los tonos fríos (azules, grises, determinados verdes) conseguirán que el espacio se sienta más formal.

3. Cómo cuidar de tu alfombra

Para mantener tu alfombra como nueva por mucho tiempo, sigue estas cuatro reglas de oro:

  • Pon debajo de la alfombra una lámina de caucho. Además de ayudar a prevenir resbalones y caídas, sentirás que tu alfombra es más acolchonada y confortable.
  • Aspírala al menos una vez a la semana teniendo la precaución de no aspirar los flecos, si los tiene. Con un peine (de los que tienen dientes amplios) puedes poner rectos los flecos.
  • Rota la alfombra cada dos o tres meses para evitar el desgaste excesivo en algunas áreas y la decoloración debido a la luz del sol.
  • Si cae algún líquido en la alfombra, intenta poner encima —y cuanto antes— un paño claro y absorbente. Si entra en tu presupuesto, trata de hacer limpiar tu alfombra profesionalmente cada 12-18 meses.