Vida Sana
Si hay un microorganismo que me atrevo a decir es completamente subestimado, temido y poco entendido es la bacteria. Por lo general, cuando la gente escucha hablar de una bacteria, piensa en el peligro de alguna enfermedad y la necesidad de eliminarla inmediatamente con algún jabón o gel antibacteriano.
Pues, eso es parcialmente cierto. Existen las bacterias llamadas patógenas que causan muchas y severas infecciones y que han provocado graves epidemias y pandemias. La peste, la sífilis, el cólera, la tuberculosis, por ejemplo, han arrasado con poblaciones. Pero lo cierto es que la gran mayoría de bacterias no causan enfermedad y son sumamente útiles para el desarrollo del medio ambiente y la vida de plantas y animales.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Por ejemplo, las previamente llamadas floras bacterianas —ahora llamadas el microbioma— constituyen poblaciones bacterianas que viven en la superficie y dentro de nuestro organismo y cuya actividad está relacionada a muchos procesos de salud y enfermedad. Lamentablemente, muchas de estas bacterias buenas son destruidas por los antibióticos, un efecto secundario imposible de evitar.
Durante los últimos 60 años hemos abusado tanto de los antibióticos que se ha producido la llamada resistencia bacteriana. Este problema es tan grave que la Organización Mundial de la Salud manifestó recientemente que, al igual que los narcóticos, los antibióticos deberían tener el status de medicamentos controlados. También recomienda que solo deberían usarse en casos de una infección verdadera. Muchos antibióticos ya no funcionan y es probable que las infecciones por bacterias resistentes puedan convertirse en las plagas del futuro.
Entre las alternativas que se están estudiando para luchar contra las bacterias resistentes a los antibióticos está el uso de virus especialmente modificados. Son llamados bacteriófagos (devoradores de bacterias) o simplemente, fagos. Este tipo de virus existe en la naturaleza y fue descubierto en 1915, habiendo sido usado desde esa época para tratar infecciones como cólera y disenterías.
También te puede interesar
Supervirus aterradores. ¿Estás en riesgo?
Protégete de los gérmenes que están al acecho.5 enfermedades que podrían tratarse con CRISPR
Un nuevo tratamiento abre la puerta a otras posibles terapias de modificación genética.
¿Qué es una dieta a base de plantas?
Tal vez hayas oído hablar de la dieta... Esto es lo que significa y por qué puede ser buena para tu salud.