Vida Sana
Cualquier tipo de dolor crónico que padezcas, el estrés lo puede exacerbar. Las poses restauradoras del yoga y las técnicas de respiración ofrecen alivio al disminuir el cortisol, lo que ayuda a reducir el estrés.
Estas cinco poses tomarán entre 15 y 25 minutos si las haces en forma consecutiva, pero puedes hacer tantas como quieras mientras tu cuerpo se sienta bien. Están diseñadas para relajar el cuerpo y calmar la mente. Las mantas, toallas, bloques o soportes de yoga serán útiles en algunas o en todas ellas.
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Pose savasana. Esta pose de relajación profunda a menudo se hace al final de una práctica de yoga, pero también puede ser útil como pose inicial. Acuéstate boca arriba sobre una alfombra de yoga con los brazos a los lados y las piernas extendidas. Usa una manta o toalla enrollada o plana debajo de las rodillas o el cuello, o en ambos para aliviar cualquier presión. Deja que todos los músculos del cuerpo se relajen. Concéntrate en inhalar y exhalar a fondo por la nariz y de manera uniforme. Mantén la posición durante 3 a 5 minutos.
Pose de flexión de espalda con soporte. Empieza por acostarte boca arriba. Usa tres mantas o toallas enrolladas: una debajo de las rodillas, otra debajo de los omóplatos y otra debajo del cuello para soporte. Con las piernas extendidas y los brazos a los lados, el pecho se elevará de manera natural, creando una curvatura en la espalda. Inhala y exhala por la nariz, dirigiendo la respiración hacia el corazón. Mantén la pose durante 1 a 3 minutos.
Pose de inversión. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y las piernas apoyadas en el asiento de una silla. Usa una toalla o manta enrollada debajo de las pantorrillas y debajo de la espalda para mayor comodidad. Inhala y exhala por la nariz. Mantén la pose durante 1 a 3 minutos.
Pose del ángulo ligado con reclinación. Acuéstate boca arriba y junta las plantas de los pies. Las rodillas caerán hacia la alfombra de yoga en esta pose que abre ligeramente las caderas. Usa mantas enrolladas, bloques o almohadas para apoyar las rodillas y tener mayor comodidad. Relaja los hombros alejándolos de las orejas y deja que tu espalda se hunda en la alfombra de yoga. Inhala y exhala por la nariz. Mantén la pose durante 3 a 5 minutos.
Pose del 4. Acuéstate boca arriba con los pies en el piso manteniendo la misma distancia de la cadera. Coloca el tobillo izquierdo en la rodilla derecha, flexionando el pie. Levanta la rodilla derecha hacia el pecho. Si es posible, usa los brazos para alcanzar a través de la abertura de las piernas y alrededor de la parte posterior del muslo derecho para traer la rodilla derecha más cerca al pecho. Inhala y exhala de manera uniforme por la nariz. Mantén la pose durante 1 a 2 minutos. Repite el proceso con la pierna opuesta.
Pose savasana. Vuelve a la pose de relajación con la que comenzaste la práctica, con los brazos a los lados y las piernas extendidas. Inhala y exhala por la nariz de manera constante. Mantén la pose durante 5 minutos.
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