Lo básico sobre cómo establecer contactos: el arte de relacionarse

Asegúrate de que tus cuentas en línea de LinkedIn, Facebook y Twitter describan lo mismo sobre ti que tu currículo. Verifica que los títulos laborales y otra información personal coinciden y que tu nombre aparece igual en todos los sitios. Además, elimina cualquier fotografía o mensaje embarazoso que sea accesible para el público.

Si buscas empleo de manera activa, practica tu “discurso de ascensor”, el cual incluye quién eres, lo que haces en la actualidad y el tipo de puesto que buscas. Si lo que deseas es ver lo que hay disponible y ampliar tu red profesional para el futuro, simplemente puedes usar el tiempo para aprender más sobre las personas a quienes conozcas.

Ya que un libro sí se juzga por su portada, vístete de manera apropiada para el evento y no te olvides de lustrar los zapatos. Nunca está mal vestirte profesionalmente y ponerte algo que te haga sentir seguro de ti mismo.

Lleva tarjetas de presentación para entregarlas al final de una conversación, siempre y cuando se las des a personas con quienes de verdad desees conectarte. Si estás desempleado en estos momentos o no quieres que tu empleador sepa que buscas otro empleo, crea una tarjeta de presentación sencilla que incluya solo tu nombre e información de contacto.

3. Establece metas. Pacta contigo mismo que en cada reunión conocerás a tres o cuatro personas nuevas y obtendrás su información de contacto. Después, haz anotaciones en la parte trasera de sus tarjetas de presentación para acordarte dónde se conocieron y sobre qué conversaron. Lo necesitarás para refrescar la memoria si vuelves a comunicarte con ellos más adelante.

Tener este tipo de estrategia sobre cómo pasarás el tiempo te hará participar en el evento, en vez de simplemente deambular por el salón rebotando de persona en persona, o sentarte solo en una mesa en la esquina para comer aperitivos y beber agua mineral.

4. Llega temprano. El mejor momento para charlar es antes de que se llene el salón. Esto puede resultar un poco incómodo si eres tímido, pero cuando hay menos personas, no tienes otra opción que dar la mano y sonreír. Además, el que no haya mucho ruido en el salón puede ser más propicio para conversar.

Busca a alguien que esté solo o acércate a un grupo pequeño de personas y preséntate. Da un apretón de manos breve pero firme mientras mantienes el contacto visual, sonríes y dices tu nombre y apellido. Luego, escucha atentamente el nombre de la otra persona.

5. Muestra curiosidad y escucha. Haz preguntas para que los demás hablen sobre ellos. Es subliminal, pero este enfoque hará que te recuerden de manera positiva. ¿A quién no le gusta hablar sobre lo que hace? Pasa por lo menos el doble del tiempo escuchando que hablando.

Si es posible, sé el que hace la primera pregunta. La persona que contesta tenderá más a relajarse y escuchar con cuidado lo que tengas que decir cuando te toque el turno, ya que se habrá roto el hielo, por decirlo así.

Memorizarte algunas preguntas y comentarios básicos te ayudará. Comienza con el mismo tipo de conversación trivial que sostendrías durante una reunión puramente social. Comenta de manera informal sobre la comida, a lo mejor, o acerca de una prenda de vestir interesante que alguien tenga puesta. Después puedes preguntar qué trabajo tiene la persona, o cuáles son sus antecedentes.

Es un viejo truco, pero trata de usar el nombre de la otra persona una o dos veces durante tu conversación. A las personas les gusta escuchar su nombre y al mismo tiempo te ayudará a recordarlo.

6. Haz un seguimiento. Envía una nota a tus nuevas conexiones al día siguiente, diles que fue un placer conocerlos y sugiere una fecha futura para reunirse de manera informal. O menciona un libro, un evento venidero o hasta una película que quizá le guste, basado en lo que supiste durante tu conversación. El correo electrónico funciona bien para esto. Pero si tienes una tarjeta personal para enviar, eso nunca pasa de moda.

Quizá sea buena idea seguirlos en Twitter, si tienen una cuenta, o enviar invitaciones para conectarse en LinkedIn. No uses la invitación genérica; escribe una invitación personalizada que haga alusión a dónde se conocieron.

Este tipo de comunicación después de un evento es esencial para establecer contactos de manera inteligente, y eso es lo que a la larga puede llevar a conseguir un empleo. Por lo general es una evolución orgánica que se desarrolla con el pasar del tiempo, con correos electrónicos ocasionales que contengan enlaces a artículos interesantes, para pasar más adelante a propuestas de almorzar o tomar un café.

Pero la manera de comenzar es: sé proactivo y aprende a dar apretones de manos como un profesional. Las redes de contactos, después de todo, pueden marcar la diferencia entre conseguir o no un empleo.

Kerry Hannon, experta de AARP en empleos, se especializa en segundas carreras y es autora galardonada. Su obra incluye What's Next? Finding Your Passion and Your Dream Job in Your Forties, Fifties and Beyond (¿Qué viene después? Cómo encontrar tu pasión y el empleo de tus sueños a los cuarenta, a los cincuenta o más tarde) y Great Jobs for Everyone 50+: Finding Work That Keeps You Happy and Healthy … and Pays the Bills (Excelentes empleos para las personas de 50 años o más: cómo encontrar un trabajo que te mantenga contento y saludable... y capaz de pagar las cuentas). Síguela en Twitter en @kerryhannon.