El secreto de la Lasaña caribeña
El pastelón de plátano maduro es el ingrediente especial que da el sabor latinoamericano.
Hay platos, hay aromas que tienen el poder de evocar momentos de nuestras vidas. El pastelón de plátano es mi conexión con recuerdos de mi niñez en Puerto Rico. A mi mamá no le gustaba cocinar, pero en ocasiones especiales, nos preparaba este delicioso manjar típico de mi isla.
El pastelón de plátano maduro, también conocido como piñón o lasaña caribeña es una versión del plato italiano usando ingredientes propios del Caribe. En esta variante el plátano es el protagonista principal, sustituyendo a la pasta. Las finas rebanadas del fruto cortadas a lo largo, se alternan con capas de carne bien sazonada, de verdura picada y se cubren con bechamel y queso rallado. Mi mamá aprovechaba tantos sabores para camuflar vegetales, como las habichuelas o alubias verdes, e incluirlos en mi dieta.
El resultado es un contraste de lo dulce y lo salado con una textura cremosa que te invita a seguir saboreando. Lo magnífico de este plato es que es una comida completa que por su variado contenido tiene un buen balance alimenticio. Además se presta a un sinfín de adaptaciones según su gusto o necesidades dietéticas.
Por ejemplo, la lasaña puede ser totalmente vegetariana. Por su consistencia sugiero la berenjena, los pimientos dulces asados, el calabacín, las espinacas o la vianda o el vegetal de su preferencia, después que no sea muy aguachento. A la hora de condimentar, distíngalo con su toque personal.
Añádale un poco de chipotle en adobo si le gusta el pique, o si no quiere destacar tanto el dulce, elimine las pasas o sustitúyalas por semillas de calabaza o la nuez de su predilección.
Otra opción es variar la carne por pollo, pavo, chorizo, pescado o hasta soja, o la combinación que a usted más le guste. El queso mozarella o salsa bechamel no tan sólo imparten cremosidad sino que actúan como agente adherente, igual que el huevo batido.
El plátano, que yo freí en esta receta, puede ser asado, hervido, al vapor o la plancha, para alternativas más saludables. Además, para muchos es como una fruta milagrosa, por su alto contenido de nutrientes, especialmente potasio, vitamina B6, acido fólico y mucha fibra.
La versatilidad de este fruto es quizás más aprovechada en los países del Caribe donde se le encuentra uso en cualquiera de sus etapas, y es el protagonista en múltiples platos salados y dulces, desde mofongo y mangú hasta tamales, tostones, confecciones de pastelería, helados y batidos.
El cuarto cultivo de frutas más importante del mundo tiene su origen en Asia meridional pero llega a las Américas en la época colonial a través de las Islas Canarias. Hoy día es en nuestro continente donde están los mayores productores de plátano a nivel mundial.
A la hora de preparar su próxima cena, le sugiero que considere el pastelón de plátano maduro. Juegue con los sabores, este plato le da la posibilidad de echar a volar su imaginación y combinar texturas y sabores.
Ahora sonrío y le agradezco a mi mamá que nos preparara este plato, y su inventiva para disfrazarnos en el conjunto de deliciosos sabores del pastelón, aquellos vegetales que de otra manera yo no me hubiese comido. Haga lo mismo con su familia.