¿Cómo lograr que la familia los coma?

¿Cómo lograr que su familia coma brócoli, tomate y pepinos en un mismo plato sin ponerle resistencia ni declararse en paro colectivo indefinido? ¿Le parece imposible?

No lo es. La respuesta es una rica ensalada de pasta arcoíris que lleva pollo, pavo, jamón y piña, es súper riquísima y se prepara en un abrir y cerrar de ojos. Este es un plato hasta juguetón por los colores, las texturas, los sabores... y a su familia y amigos les va a encantar.

Yo siempre ando de prisa y siempre tengo visitas de último minuto. Ésta es una receta que satisface a mis invitados sin que yo me tenga que estresar, además es perfecta para los días de calor y se come al tiempo así que no tiene ni que estar calentando.

Comience con su pasta favorita; en este caso es una pasta enroscada de colores festivos previamente cocinada y a temperatura ambiente. Me gusta la pasta enroscada porque su textura va acorde con el resto de los ingredientes y en sus curvas recoge el aderezo lo cual hace más sabroso cada bocado.

El resto es añadirle los ingredientes de su predilección, en este caso, pavo cocinado, pechuga de pollo en cubitos, jamón de cocinar o su proteína favorita. Si usted es vegetariano/a sustituya por cubitos de tofu firme, una proteína casi perfecta que es muy adaptable y absorbe como esponja todos los sabores que se le agreguen.

Mézclelo con los vegetales que prefiera; a mí encanta el brócoli por lo crujiente y su color verde intenso. Siempre me acuerdo cuando el presidente George Bush Sr. dijo que no le gustaba el brócoli desde que era niño porque su mamá lo obligaba a comérselo. Quizás la receta era de sazón pobre. El brócoli es un vegetal que, aunque muchas veces no atrae a simple vista, se integra perfectamente en una ensalada, pues asume los sabores de una vinagreta sin perder su cuerpo ni dejar de ser crujiente. Por cierto, el brócoli es rico en vitamina C y E, y tiene mucha fibra.

El secreto de esta ensalada es el aderezo, en este caso una vinagreta usando como base vinagre de arroz. Este tipo de vinagre, muy popular en los países asiáticos donde el cultivo de arroz es masivo, es suave y dulzón y combina perfectamente con la mostaza Dijón, el aceite de oliva y la albahaca. Si no tiene vinagre de arroz, un vinagre de frutas, de manzanas por ejemplo, es un excelente sustituto.

Como dice un refranero popular “Descendiente del vino y en la cocina un amigo”, el vinagre es perfecto como condimento y como preservante. ¿Sabía usted que el vinagre se produce a partir de cualquier alimento que pueda fermentarse y que hay vinagre de remolacha, de papas, de diversas frutas y por supuesto, de vino? En mi cocina tengo de toda clase y me la paso experimentando y preparando infinidad de vinagretas para todo tipo de platos. Le sugiero que haga lo mismo.