Régimen rico y saludable
Denisse Oller sigue una dieta vegetariana por tres meses al año.
Para comenzar hago una confesión: durante al menos tres meses al año me adhiero a un régimen netamente vegetariano. Lo hago como costumbre desde hace muchos años. La comida vegetariana no sólo es muy saludable sino que es rica al paladar y variadísima.
Se sorprendería de lo fácil que es hacer versiones vegetarianas de sus platos favoritos, sean sopas, arroces, tacos, empanadas, tamales, hasta la clásica receta cubana conocida como “ropa vieja” y nada que decir del picadillo que les tengo en la receta de hoy. Es perfecto acompañado de arroz, pasta, una ensalada, en sándwiches, y como relleno, en este caso de pimientos o pimentones dulces.
El ingrediente principal del menú de hoy es la “carne” de soya o proteína de textura vegetal que hoy día se consigue en la mayoría de los supermercados. Es de rápida cocción, extremadamente nutritiva con un contenido proteínico igual al de la carne y no contiene grasa.
Es además económica, ya que un paquete de “carne de soja” es equivalente a una libra de carne de res, y tremendamente versátil. De hecho, es sustituta ideal en recetas que requieran carne molida, como burritos, hamburguesas y chiles. Este tipo de proteína es perfecto en la cocina Kosher ya que es de origen vegetal.
Un dato adicional, la soya, para los emperadores chinos era una de las cinco semillas sagradas, junto con el arroz el trigo, la cebada y el mijo.
Este es un producto que nunca falta en mi congelador porque siempre me saca de apuros y francamente, así logro que mi familia reduzca su consumo de proteína animal lo cual, en exceso, podría estar relacionado con diabetes, artritis, obesidad, presión arterial y hasta asma.
En mi afán de evitar tanto consumo de carnes, yo busco sustitutos en los frijoles, legumbres, arroces, vegetales y frutas y por supuesto la proteína de textura vegetal, lo que me lleva de regreso a mi plato de esta semana, pimientos rellenos de “carne” de soya.
Yo preparo mi picadillo de soya como si fuera un guiso de carne regular, con mi base de sabor que incluye cebolla, ajo, apio, pimiento rojo dulce y que usted ajustará según su paladar.
Una vez cocido, el picadillo absorbe todos esos sabores y lo que queda por hacer es rellenar los pimientos y colocarlos en el horno.
Media hora más tarde tiene usted un plato sabroso, de colores vibrantes que a todos seguramente les va a encantar y que, en mi caso, acompaño usualmente con arroz, porque el picadillo tiene su salsita.
Asegúrese de cocinar bien el pimiento ya que su piel no es de fácil digestión. Otra alternativa es quitarle la piel antes de rellenarlo, asándolo directo a la candela.
Hay nuevas variedades de pimientos con colores tan variados como naranja, amarillo, marrón o blanco; incluso hasta violeta. De todos ellos, el pimiento rojo es el único que posee una extraordinaria cantidad de vitamina C.
Recuerde que a menos que usted no le diga a sus comensales su secreto, nunca sabrán que no están comiendo carne. Eso sí, asegúrese de preparar suficiente cantidad. ¡Todos querrán repetir!