Tres bebidas para festejar
Atole, rompope y champurrado: ligeras y deliciosas; con o sin alcohol.
Esta semana haremos una pausa en la cocina para preparar, en vez de comida, algunas bebidas interesantes. En la época de fiestas siempre es conveniente tener a mano alguna copita que ofrecer a los amigos o familiares que nos visitan.
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En esta ocasión, en vez de los clásicos tragos de bar, ofrecemos unas bebidas (con alcohol y sin éste) que despertarán el interés por conocer su preparación e ingredientes, dándole al paladar un aroma diferente al que espera de un típico coctel de barra.
Comencemos con el atole rosado, a base de fresas y frambuesas. Su modo de preparación es como el de cualquier atole típico, tan delicioso cuando lo tomamos en nuestros países, especialmente en esos quioscos a orilla del camino, donde lo venden señoras que han estado haciéndolo por generaciones enteras. Pues, como les decía, este atole lo haremos de igual manera que si fuera de maíz o de arroz, calentando la leche, agregando el azúcar, todo lentamente, sin dejar que hierva la leche. Después, un poco de maicena, vainilla y revolver sin parar para que no se nos hagan grumos en la mezcla. En nuestro caso, estamos optando por servirlo a temperatura ambiente o frío, por lo que una vez que la mezcla esté lista, apaga el fuego y lo deja reposar un rato. Luego lo licua junto con las frutas y ya estará listo para ser deleitado por todos. Nuestra receta no trae alcohol. Si usted lo desea, le puede agregar una línea de coñac cuando lo licue.
Nuestra segunda sugerencia es el rompope, una bebida que se sirve fría y que en cada uno de nuestros países tiene un nombre diferente (cola de mono, coquito, etc.). Con el nombre de rompope se le conoce en México. Incluye entre sus ingredientes, almendras, leche (de dos tipos), canela, vainilla, clavos de olor, nuez moscada, huevos, azúcar y por supuesto, un poco de ron añejo. Cualquiera diría que es una mezcla explosiva pero en realidad el rompope es un trago que se sirve para dar la bienvenida y agasajar a los invitados. Además, recuerde que toda bebida debe ser consumida con moderación.
Entre las muchas ventajas que tiene el rompope es que lo disfrutan hasta personas que normalmente rechazarían una copa de vino o una cerveza. Pero esta mezcla fría, de sabores tan variados que pretende ser homogeneizada por un chorrito de ron, por alguna razón les resulta agradable a su paladar. Ojo: Recuerde que el rompope contiene almendras — tenga eso presente porque hay personas que son alérgicas a las almendras, las nueces y otros frutos secos.
Culminamos nuestra expedición de bebidas con el champurrado del siglo XXI, que es en esencia la misma preparación del atole, aunque en este caso los ingredientes incluyen chocolate, zumo de jengibre, nuez moscada y Maseca. El champurrado se sirve caliente y es especial para un día muy frío de invierno. Lo puede servir solo o para acompañar algún postre ligero, preferiblemente de masa o galletas finas.
Cualquiera que sea la ocasión, estas tres recetas le darán la posibilidad de agasajar a sus invitados con una bebida ligera, deliciosa y muy arraigada en nuestra memoria. Disfrútenlas.