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Ahorra mucho dinero al refinanciar

Arma tu estrategia, mide tu bolsillo y sé inteligente con tus préstamos hipotecarios.

Pareja consultando un experto en finanzas

ALAMY

Podría ser el momento preciso para refinanciar, pero primero no te olvides de tomar las medidas adecuadas para prepararte.

In English | Refinanciar tu hipoteca cuando las tasas están bajas es como aprovechar oportunidades que están al alcance de la mano, porque es fácil que ahorres dinero en los pagos mensuales.

Si te encuentras entre los 4.4 millones de propietarios de vivienda jubilados que tienen deudas hipotecarias, o esperas serlo en el futuro, esos ahorros pueden ayudarte a tener una jubilación más cómoda.

La buena noticia es que las tasas hipotecarias han estado bajas durante por lo menos los últimos dos años. La tasa promedio para hipotecas de tasa fija a 30 años ha bajado de un nivel máximo reciente del 4.5% a fines del 2013 hasta el 3.5%, de acuerdo con Freddie Mac.

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Aunque las tasas podrían subir un poco, es poco probable que aumenten de manera drástica y se espera que se mantengan a niveles bastante bajos.

Esto significa que todavía puedes ahorrar bastante en tus pagos mensuales, en especial si tu tasa actual es por lo menos un 1% más alta que las mejores tasas disponibles ahora. Pero necesitas escoger con cuidado tu prestamista y el tipo de hipoteca. Haz lo siguiente:

Verifica tu historial de crédito. Ten en cuenta que tu puntaje de crédito a la larga determinará tu tasa hipotecaria. Los mayores puntajes obtienen las tasas más bajas. Por eso, antes de solicitar un préstamo, verifica que tu informe de crédito no contiene errores. Tienes el derecho de corregir cualquier error en tu informe, y eso podría aumentar tu puntaje y a la larga reducir el costo del préstamo. Puedes obtener informes de crédito gratis (una vez al año) de annualcreditreport.com/index.action (en inglés).

Decide qué quieres. Antes de buscar cotizaciones de tasas, identifica lo que quieres hacer. ¿Buscas pagar el saldo completo de tu hipoteca para cierto año? Entonces deberías comparar tasas basadas en el plazo (cuánto dura el préstamo). Los más comunes son los préstamos de 15 y de 30 años. Pero puedes escoger cualquier plazo (por lo general en intervalos de cinco años) que necesites “amortizar” basado en tus metas financieras. Además necesitas saber las ventajas de los tipos de préstamos.

Por ejemplo, los préstamos de tasa variable tienen tasas iniciales más bajas, pero tus pagos mensuales pueden subir (o bajar) según las tasas de interés en el futuro. Si las tasas de interés suben, pagas más. Si quieres tener un pago fijo, es mejor un préstamo de tasa fija que uno de tasa variable. Pero si sabes que solo estarás en un hogar por unos años, entonces podría convenirte más tener un préstamo de tasa variable.

Consulta los motores de búsqueda de hipotecas en nerdwallet.com (en inglés). También vale la pena mirar en mortgagemarvel.com (en inglés). Para educación general, Mortgage Professor (mtgprofessor.com, en inglés) es muy informativo. Sitios web de bienes raíces como Zillow.com (en inglés) te conectarán rápido con prestamistas y al mismo tiempo te darán rangos de los valores aproximados de las propiedades.

Elige el plazo adecuado. Esto tiene que ver con un cálculo sencillo. Mientras más corto sea el plazo, mayor será el pago y más rápido terminarás de pagar la hipoteca. También puedes ahorrar en los costos totales de intereses con plazos más cortos y tasas fijas. Calcula qué cantidad mensual puedes pagar y elige el préstamo más adecuado para tus metas.

Para una hipoteca de $100,000 al 3.5%, el pago mensual de un préstamo a 30 años será $449. Terminarás de pagar el préstamo en el 2046, pero pagarás más de $61,000 en intereses durante ese período. Si tienes una hipoteca a 15 años por la misma cantidad, el pago mensual será $715, pero los intereses totales sumarán $28,500.

Tu decisión para escoger el plazo adecuado debería basarse en lo que puedes pagar y en tus necesidades de flujo de efectivo en la jubilación. No debe darte vergüenza tener una hipoteca durante la jubilación, pues el 30% de todos los propietarios de vivienda de 65 años o más lo hacen. Solo necesitas calcular cuánto te ayudará una nueva hipoteca, ya sea al aumentar tu poder adquisitivo o tus ahorros.

Pregúntale primero a tu prestamista actual. Aunque esta no es una norma rígida, el banco donde tienes tu hipoteca podría refinanciar a un costo más bajo que sus competidores. A fin de cuentas, quiere que te quedes allí. “El refinanciamiento con un prestamista actual podría no incluir una tasación, lo cual quizás será más eficiente, barato y rápido”, dice Holden Lewis, un analista de hipotecas con Bankrate.com (en inglés). Pero no supongas que tu prestamista actual siempre te ofrecerá lo mejor. Compara varias ofertas.

Disminuye los gastos de cierre. La mayoría de las personas que toman un préstamo deciden incluir sus gastos de cierre en el saldo de la hipoteca. Aunque eso evita que tengas que desembolsar dinero por adelantado, estás agregando a tu préstamo a largo plazo.

¿Cómo sabes si pagas demasiado en cargos a prestamistas y terceros? En promedio, pagarás unos $2,000 en gastos de cierre para un hogar de $200,000, de acuerdo con Bankrate.com. Busca con cuidado en las tres páginas de la cotización de préstamo de cada prestamista para encontrar una sección titulada “Services you can shop for” (Servicios para los cuales puedes comparar precios). Estos por lo general incluyen el seguro de título de propiedad, los servicios del agente de liquidación y la inspección de plagas. Tal vez puedas ahorrar dinero en servicios de terceros como el seguro de título si comparas precios por tu propia cuenta.

No dejes de leer la letra pequeña. Aunque las ofertas de préstamo quizás no varíen demasiado, debes estar pendiente de cargos que pueden perjudicarte. Por ejemplo, si no tienes suficiente valor líquido en tu vivienda, puede que tengas que pagar un seguro hipotecario privado, lo cual aumentará tus costos. Para evitar este gasto adicional, necesitas tener por lo menos un 20% de valor líquido en tu hogar, de acuerdo con Bankrate.com. Esto puede no ser problema si tu hogar aumentó de valor desde la última vez que refinanciaste la hipoteca. Sin embargo, tal vez haya una desventaja. Algunos préstamos pueden requerir que esperes por lo menos dos años (un “requisito de espera”) después de tu último financiamiento para evitar el seguro hipotecario. Un buen corredor de hipotecas puede explicarte los detalles.

También debes saber que los prestamistas estudian detenidamente a los jubilados, porque sus ingresos podrían ser menores que cuando trabajaban. Para determinar si un jubilado es un buen riesgo, tendrán en cuenta sus ahorros para la jubilación antes de aprobar la hipoteca.