'X-Men: Days of the Future Past'
Los héroes viajan en el tiempo para cambiar la historia.
Director: Bryan Singer
Guión: Simon Kinberg (basado en la historia de Jane Goldman y Simon Kinberg).
Elenco: Hugh Jackman (Logan / Wolverine), James McAvoy (Charles Xavier), Michael Fassbender (Erik Lehnsherr), Ian McKellen (Magneto), Patrick Stewart (Professor X), Jennifer Lawrence (Raven / Mystique), Halle Berry (Storm), Nicholas Hoult (Hank / Beast), Anna Paquin (Rogue), Ellen Page (Kitty Pryde), Evan Peters (Peter/Quicksilver) y Peter Dinklage (Dr. Bolivar Trask)
Duración: 131 minutos
Siguiendo con una tendencia muy marcada en el cine de los últimos tiempos, X-Men: Days of Future Past está ubicada en un futuro postapocalíptico. Robots llamados Sentinelas asesinan indiscriminadamente a los mutantes del planeta; sus cadáveres se apilan en las desoladas calles de ciudades derruidas por esta guerra sin tregua. La situación es tan extrema que el profesor X y el villano Magneto deciden adoptar un plan extremo que consiste en viajar al pasado para cambiar un acontecimiento clave que llevó el curso de la historia a la terrible situación actual.
Con los poderes de otra miembro de los X-Men, Kitty Pryde, la “consciencia” de Wolverine es enviada a habitar su cuerpo tal como existía en 1973. Dado que Wolverine es inmortal, el mismo Hugh Jackman puede interpretar la versión contemporánea y la anterior de Logan. Este no es el caso con los otros personajes, quienes en están encarnados por otros actores. Logan debe encontrar al joven profesor Charles Xavier (James McAvoy) y convencerlo de que él mismo lo envió desde el futuro para rescatar la historia del desesperado curso que tomó en ese año clave.
ALAN MARKFIELD
Hugh Jackman en un escena de 'X-Men: Days of the Future Past'.
El plan requiere además la colaboración del futuro Magneto, quien se encuentra prisionero en una cárcel ubicada en el sótano del Pentágono por el supuesto asesinato del presidente John F. Kennedy. Para liberarlo, Logan requiere de la ayuda del mutante Quicksilver, quien apenas se está familiarizando con su capacidad de moverse a la velocidad de la luz. En una de las escenas mejor logradas de la película, Quicksilver se introduce en las entrañas del Pentágono para rescatar a Erik. La tercera dimensión está plenamente justificada en esta secuencia donde todos los personajes se quedan suspendidos mientras el mutante opera su magia al ritmo de la canción Time in a Bottle de Jim Croce. Es así como finalmente Logan logra que Charles Xavier (el profesor X) y Erik Lehnsherr (Magneto) colaboren para cambiar el curso de la historia.
A diferencia de otras películas basadas en populares series de los Marvel Comics, X-Men: Days of Future Past requiere de un mínimo de conocimiento previo de situaciones y personajes para entender cabalmente la trama. El filme está cargado de guiños y auto referencias que seguramente harán la delicia de los fanáticos. Para los que tengan amplio conocimiento de ese mundo y expectativas acordes a esa familiaridad, esta podría ser la mejor de las siete cintas que se han hecho basadas en los X-Men. Para el resto de nosotros, X-Men: Days of Future Past no deja de tener cierto atractivo que va más allá de serle fiel o no al espíritu del comic.
A pesar de lo intrincado de la historia, la narrativa es fácil de seguir y tiene elementos que la hacen sostenerse en sí misma más allá de los efectos especiales que a ratos se sienten excesivos. El futuro apocalíptico tiene referencias visuales a cintas clásicas de la ciencia ficción como Metrópolis y Blade Runner, pero también a las peores características de los videojuegos o de la serie Transformers. Afortunadamente, apenas la historia se remonta al pasado, X-Men: Days of Future Past se aleja de estos excesos. Una vez instalados en los años 70 los efectos especiales pasan a un segundo plano para dar lugar a una historia que hace planteamientos interesantes. Pero, más allá de ponderar si la humanidad está destinada a cometer siempre los mismos errores efectuados por diferentes personas, X-Men: Days of Future Past es un divertido y emocionante viaje al pasado en escenarios donde se estaba escribiendo la historia, como Vietnam, la Unión Soviética, China y Washington.