The Queen of Latin Soul: Las Dos Caras de La Lupe
Quizás porque La Lupe conoció una segunda ola de popularidad gracias al director español Pedro Almodóvar, hay mucha gente que la identifica injustamente como una cantante histérica que coqueteó con la parodia. Siempre me ha molestado este encasillamiento.
Sí, el estilo de “La Yiyiyí” era a veces estridente y sus conductas fueron estrambóticas. Pero su legado discográfico es testimonio de una voz hermosa. En sus mejores momentos, La Lupe fue capaz de expresar una dulzura sin igual, como en esta versión de la canción A la orilla del mar, proveniente del LP de 1969 La Lupe Is The Queen, mi favorito de todos sus discos.
He tenido la suerte de conocer a varios músicos que acompañaron a La Lupe en concierto. Lo curioso es que ninguno pudo contarme demasiadas anécdotas sobre la verdadera personalidad de la diva. Parece que La Lupe no confraternizaba mucho con sus músicos.
Tenía dos caras: la locura de sus conciertos, y una vida privada aparentemente más tranquila. Para ver la exuberancia de La Lupe en su apogeo, aquí tenemos un video de la televisión puertorriqueña, del conocido programa de Myrta Silva. El primer tema en especial – El carbonero – no tiene desperdicio.
La Lupe poseía una energía volcánica, y un sentido del humor desopilante, como podemos apreciar en este video. Su interpretación del tema Y qué – una guaracha grabada originalmente con Tito Puente para el LP de 1971 The King And I – es excelente. Pero me gusto todavía más la entrevista, llena de chistes de doble sentido y esa sensibilidad tan alocada que la caracterizó siempre.
El apogeo artístico de La Lupe llegó a fines de los años 60 con temas como Fever. Pero sus primeros discos son recomendables también, incluidos los primeros dos, grabados en Cuba, y su colaboración con el conguero cubano Mongo Santamaría. Para recordar los inicios de La Lupe, aquí está su participación en una película mexicana, en glorioso blanco y negro.
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