Vicente Fernández cumple su promesa
El cantante mexicano sigue retirado de los escenarios, pero presente en la música con un nuevo disco.
El 16 de abril del 2016 ocurrió un evento que marcó un antes y un después para la música mexicana: Vicente Fernández ofreció su último concierto en el Estadio Azteca de la Ciudad de México y se retiró de los escenarios.
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Sin embargo, Fernández prometió a sus aficionados que seguiría grabando música. Y ha cumplido su promesa. A los 78 años, acaba de lanzar un disco nuevo con aroma de décadas pasadas. Titulado Más romántico que nunca, el LP incluye doce temas —nueve boleros y tres rancheras— con arreglos refinados y una interpretación de alto nivel a cargo del Chente. Grabó este disco, le confiesa a sus fans, para que ellos, sus fanáticos, no lo dejaran de querer.
Y la verdad es que no tiene nada que temer. El nuevo disco utiliza como punto de partida una realidad ineludible: la voz de Fernández ha perdido el temible poderío de sus años jóvenes. Por lo tanto, el repertorio se concentra en tonos suaves, subrayando la expresividad del Chente para evocar la dulzura y el anhelo del bolero clásico. Uno de los mejores momentos del disco es “Háblame”, tema que ha sido interpretado por grandes de la canción mexicana como Javier Solís y José José. La versión de Fernández es casi sinfónica en su orquestación, pero mantiene a la voz del cantante como protagonista, tranquila y melodiosa.
La decisión de Fernández de grabar un nuevo álbum es una excepción dentro de la industria de la música. Al pasar los años, muchos cantantes abandonan los estudios de grabación, cansados del trajín interminable que significa crear un disco. Por el contrario, muchos eligen la metáfora de morir arriba de un escenario, aunque sus cuerdas vocales sufran en el proceso. Basta recordar a la reina de la salsa, Celia Cruz, que pese a conservar su notorio carisma, al final de su camino cantaba con cierta dificultad.
“Cada quién tiene una diferente visión sobre cómo terminar su carrera”, dice Pepe Aguilar, que en el 2013 lanzó un disco, Lástima que sean ajenas, homenajeando al Chente. “Si eres cantante o deportista, tu vida profesional está un poquito más limitada por el tiempo que las profesiones de otras personas. Estar de gira constantemente es hermoso, pero deja secuelas físicas muy visibles”.
Dicho esto, la pregunta es válida: ¿para qué seguir grabando discos cuando El Chente podría disfrutar de las riquezas conseguidas durante una carrera tan extensa?
“Es muy respetable que Vicente tenga ganas de seguir cantando”, explica José Hernández, director del prestigioso Mariachi Sol de México. “Es entendible que todavía no quiera retirarse del todo”.
“En mi caso, solo me retiraría por cuestiones ajenas a mi voluntad”, agrega Aguilar. “Para mí no es una opción. Soy lo que soy. La música es mi pasión; la disfrutaba muchísimo a los 20, y quizás de una manera más profunda ahora que cumplí 50. Hacer discos es un placer, una profesión y un pasatiempo. Una obra que se crea de la nada te exige, te reta y te hace vivir. Mientras pueda, quiera y tenga algo para decir, no lo dejaré de hacer”.
Quizás El Chente, desde su rancho en México, siente exactamente lo mismo.