5 pasos sencillos para la jardinería orgánica
Renuncia a los pesticidas y a los fertilizantes químicos y elije un método más seguro y menos costoso.
¿Qué te animaría a tener un cultivo orgánico? Para Howard Garrett, esa motivación fue su hija bebé.
"Estaba en el porche conmigo, levantando cosas y metiéndoselas en la boca", dice. "No quería usar nada tóxico cerca de mi hija. En ese momento, no tenía ni idea de lo que era la jardinería orgánica”.
Garrett, de 74 años, es un horticultor, autor y youtubero de Dallas conocido como Dirt Doctor (o simplemente "Dirt" para sus amigos golfistas). Desde aquel suceso con su hija, hace 35 años, se ha dedicado a convencer a las personas de que la jardinería orgánica es más segura, más fácil y menos costosa que el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas químicos.
Por ejemplo, cuando los jardineros se dedican a mantener el suelo sano y rico en materia orgánica, este retiene más agua, dice Garrett. "Solo con el riego, cuando se sigue la ruta orgánica natural como recomendamos y enseñamos a las personas a hacerlo, ahorras entre un 40 y un 50% en la factura del agua".
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Si eso no es suficiente inspiración, piensa en Theresa Martz. Al concentrarse en la tierra y el mantillo, Martz, que se describe a sí misma como una persona de "casi 80 años", solo dedica 10 minutos al día a deshierbar sus flores y el huerto de 2,500 pies cuadrados que mantiene en el norte de Virginia desde hace décadas. Martz escribe un blog sobre jardinería orgánica en TendingMyGarden.com (en inglés) y es la autora de Organic Gardening: Cutting Through the Hype to the 3 Keys to Successful Gardening. Se sorprende cuando alguien no quiere cultivar un huerto de forma orgánica.
"No uso ningún producto químico", dice, sino que enriquece su suelo con hojas, pino, paja, residuos vegetales y cualquier otro material orgánico. "Es muy fácil si sigues las reglas de la naturaleza".
Si estás pensando en pasar de la jardinería convencional a la orgánica, tener paciencia es muy importante, dice Mark Highland, fundador de Organic Mechanics Soil Co. en Modena, Pensilvania, e instructor del Mt. Cuba Center, un jardín botánico cerca de Wilmington, Delaware.
No esperes un hermoso jardín orgánico el primer año: habrá un período de transición, dice Highland. "Creo que las personas se presionan demasiado para ser perfectas", dice. “Ningún jardín es perfecto”.
Pero también puede ser más fácil de lo que crees cambiar a la jardinería orgánica. "Apuesto a que muchas [personas] son más orgánicas de lo que creen", dice Highland, señalando, sin embargo, que "puede parecer abrumador en un mundo con tantas opciones".
Para que sea menos abrumador, considera este enfoque básico de cinco pasos.
1. Mejora el suelo
Este podría ser el principio más importante de la jardinería orgánica. Haz un análisis del suelo a través del servicio de extensión de tu estado (en inglés) y averigua qué necesitas para "crear vida en el suelo", como dice Garrett. Fortalece tu suelo con compost y fertilizantes orgánicos, minerales como la arena de lava y azúcares como la harina de maíz molida o la melaza seca para estimular el crecimiento de microbios sanos. Y, según él, si creas camas de cultivo elevadas, asegúrate de incluir algo de suelo nativo para alimentar los microbios esenciales que prosperan en tu clima particular.
2. No uses estrategias tóxicas
Fortalecer el suelo te permitirá prescindir de los fertilizantes químicos que se degradan rápidamente, así como de los pesticidas y herbicidas que matan a los microbios y amenazan a los insectos beneficiosos. Garrett dice que los peores son los herbicidas que contienen glifosato, que según un informe de la Organización Mundial de la Salud está relacionado con el cáncer. Él usa mezclas como el té de ajo y pimiento para repeler a los insectos no deseados sin perjudicar a los beneficiosos. Martz combate a los gusanos de cuerno del tomate con sus tijeras de jardín y cubre sus coles para protegerlas de los escarabajos arlequín y las polillas de la col. Un buen suelo también ayuda a ahuyentarlos, dice Martz. “El mundo está lleno de insectos y realmente no hay mucho que puedas hacer al respecto. Sin embargo, cuanto mejor sea tu suelo, cuanto más incorpores materiales orgánicos y cuanto más utilices las mejores prácticas de la naturaleza, enfrentarás menos plagas".
3. Protege el suelo con mantillo
Si no cubres el suelo, toda la materia orgánica buena se oxidará, dice Martz. En su jardín Martz usa paja y otros mantillos que luego pueden convertirse en tierra. Esparce un poco de mantillo alrededor de las plántulas, y luego cúbrelas a medida que crecen. Garrett recomienda los residuos de árboles triturados porque se mantienen en su sitio y nutren el suelo sin robarle el nitrógeno, como hacen los mantillos de madera triturada.
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4. Riega con prudencia
Garret advierte que no hay que regar ligeramente todos los días. En su lugar, dice, riega abundantemente y luego sondea entre 8 y 10 pulgadas en el suelo para determinar cuándo necesitas volver a irrigar. "La mejor sonda del mundo", en su opinión, es un palo de golf viejo. Usa el extremo de agarre. "Puedes saber por el tacto, si está demasiado seco o demasiado húmedo, y si necesitas regarlo o no", dice.
5. Sé curioso y experimenta
Toma un curso; lee un blog; toma prestado un libro de la biblioteca; mira un vídeo de YouTube; habla con otros jardineros; únete a un grupo en las redes sociales. "Se aprende mucho hablando con otros jardineros", dice Highland. “No sabría nada si no hiciera preguntas constantemente. Lo bueno es que, al ser un jardín, va a cambiar constantemente. No es posible practicar la jardinería sin matar algunas plantas”.
Y al final, "aprendes; intentas otra cosa. Lo descubres".
Susan Moeller colabora con artículos sobre estilos de vida, salud, finanzas y temas de interés humano. Fue reportera y redactora de varios periódicos; también escribe artículos y ensayos para The Boston Globe Magazine y para su estación local de NPR, entre otros medios.