Consejos y estrategias para las parejas

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La psicóloga Lana Staheli ofrece soluciones cotidianas para relaciones que están estancadas.

In English | Una de las maneras de predecir una ruptura, con más seguridad, dice el psicólogo John Gottman, es cuando una pareja llega a sentir que determinados problemas se han adherido a la relación como una obstinada sanguijuela.

Después de reflexionar un buen rato respecto a esta obviedad, decidí colaborar con la psicóloga Lana Staheli para ver si podíamos encontrar algunas soluciones cotidianas a los estancamientos en las relaciones. El resultado, publicado este año, fue Snap Strategies for Couples (Estrategias para parejas), un libro que tiene como objetivo ayudarte a modificar tus reacciones individuales a los "fastidios de la pareja" para que los dos puedan evitar repetir las mismas peleas de siempre (en inglés) y de esta manera desenredar un punto muerto.

Sin embargo, a menos que las herramientas de comunicación que desarrolláramos fueran fáciles, los dos sabíamos que era poco probable que se utilizaran. Por lo tanto, Snap Strategies ofrece lo que Lana y yo consideramos "soluciones rápidas" para los problemas de relaciones; tú sabes, aquellos que amenazan con escalar a un "caos combinado". El libro identifica maneras de resolver más de tres docenas de problemas de relaciones de manera pragmática y con respeto, sin la necesidad de largas —¡y costosas! — sesiones de terapia o largas horas de agonizantes debates emocionales.

Aunque el libro fue escrito principalmente con parejas de largo plazo en mente, los dos creemos que se aplica a las parejas que están saliendo; e incluso a los miembros de la familia extendida. Y debido a que muchos de los temas del libro se experimentan casi universalmente en las relaciones cercanas permanentes, supuse que podía compartir nuestras cinco estrategias de mayor aplicación.

1. Despídanse de las conversaciones redundantes

Cuando una persona en una relación no se sale con la suya, a menudo simplemente plantea el tema de nuevo; y una y otra vez. …
Imagina que algo realmente doloroso (por ejemplo, una infidelidad) ha roto la confianza que una vez existió entre dos personas. Es de entender que la parte perjudicada puede sentirse incapaz de resistir mencionar la traición una y otra vez. Pero, ¿llega esto a la causa subyacente del rompimiento? Ni remotamente; en vez de ello, le señala a la otra persona que es momento de dejar de escuchar.

Por lo tanto, debes entender que los reclamos antiguos pierden su efecto con cada repetición, y se vuelven un simple acoso. Un mejor enfoque es acordar que ninguno de los dos volverá a mencionar la infracción. Se debe reconocer que el dolor sigue ahí, y luego trabajar en conjunto en cosas destinadas a reconstruir la confianza. Si el problema fue una infidelidad, comprométanse de no acercarse al vecindario donde vive la tercera parte. O podrían intercambiar sus contraseñas, listas de contactos o datos similares; en otras palabras, lo que sea necesario para restablecer una transparencia total.

Si todavía siguen atascados, acudan a un terapeuta. Insistir en este punto solo los hundirá aún más.

2. Premien el comportamiento deseado

No existe tal cosa como la "crítica constructiva". Solo existe la crítica, y las personas la resienten.

Así que a menos que sea una cuestión de vida o muerte, guárdate para ti mismo tus buenas ideas acerca de cómo la otra persona debe vivir. Una cosa es cuando tu pareja busca tu consejo sobre un tema. Otra cosa completamente diferente es cuando cometes el error de ofrecer opiniones no solicitadas. No importa cuánto pienses que has amortiguado el impacto, tu pareja (o cualquier otra persona, para el caso) todavía va a detestar la crítica.

Entonces, ¿qué hacer? Di lo que te gustaría que tu pareja hiciera, no lo que quieres que deje de hacer. En vez de decir: "Ese traje negro te quita el color de la cara", dile "¡Qué bien te queda el azul!" Y en vez de impulsivamente decir "No deberías hablar tanto", qué tal si dices "Me gustaría participar más en nuestros intercambios. ¿Me puedes ayudar con eso?".

3. ¡Irse a la cama enojados!

"Nunca ir a la cama enojados" es un clásico de los consejos matrimoniales. Es bien intencionado, pero creo que es totalmente equivocado.

¿Por qué?

Porque tratar de resolver un problema difícil cuando los dos están cansados y molestos solamente los prepara para el fracaso. La ira a menudo hace que el cerebro regrese al modo de supervivencia, lo que nos hace más propensos a actuar irracionalmente o a decir algo de lo cual nos arrepentiremos el día siguiente.

Una mejor idea: aplazar la discusión del problema y consultarlo con la almohada. Casi cualquier problema se verá más pequeño y más solucionable por la mañana.

4. Prepara lo que vas a decir

Las relaciones íntimas requieren ternura y cariño, lo que a veces exige morderse la lengua. Pero cuando tienes algo realmente importante que decir acerca de tu unión, escríbelo de antemano en vez de depender de una elocuencia improvisada. Probablemente te importa demasiado el tema como para arriesgarte a que tu opinión parezca como si estuvieras enojado, a la defensiva o desorganizado.

Cuando se dé la conversación, enfréntala con tu mensaje más importante y mantén el intercambio breve. Ambas estrategias ayudan a garantizar que podrás transmitir tu idea.

5. Elogia a tu pareja. Todos los días

¿Has notado cuántos elogios damos a los niños, y lo poco que lo hacemos con los adultos?

Un estudio que hice para mi libro The Normal Bar: The Surprising Secrets of Happy Couples (La medida normal: los sorprendentes secretos de las parejas felices) indicó que los elogios disminuyen gradualmente durante el ciclo de una relación. Eso es preocupante, ya que ¡probablemente nunca fueron suficientes desde el principio! (Las parejas italianas, francesas y latinoamericanas ofrecen muchos más elogios que las estadounidenses.)
Todo el mundo —pero sobre todo tu contraparte en una relación— necesita saber que lo admiras y aprecias. Si te tomas el tiempo y te esfuerzas en ello, encontrarás que siempre hay mucho para elogiar sobre la apariencia o el comportamiento de tu pareja, incluso si todo lo que él o ella hizo fue comprar una nueva sobrecama o hacer un comentario gracioso.

Los elogios crean emociones positivas en la misma forma que el tacto ayuda a liberar endorfinas. Mientras más sentimientos positivos auténticos logres expresarle a tu pareja, más fuerte crecerá el vínculo entre los dos.

Si todavía no te logro convencer, considera lo siguiente: un elogio puede ser un poderoso afrodisíaco (en inglés).

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