Una casita para los abuelos… ¡de revista!
Consejos para lograr un espacio moderno, ligero y luminoso.
¿Has oído hablar de las microcasas (o “granny pods”)? Se trata de pequeñas viviendas prefabricadas diseñadas para ubicarse en el jardín trasero del hogar de la familia. Una microvivienda se conecta al sistema de alcantarillado, agua y tendido eléctrico existente en la casa principal y, por supuesto, solo puede instalarse en zonas donde las normativas locales lo permitan.
Estas casitas son prácticas y económicas para quienes, por ejemplo, quieran a los papás mayores viviendo cerca de ellos, pero manteniendo la intimidad e independencia de todos.
A pesar de ser chiquitas (unos 400 pies cuadrados) y tener un diseño compacto, las microviviendas suelen incluir una sala, un dormitorio, un baño con espacio para acomodar la lavadora y la secadora y una cocina. En los modelos más modernos, las construcciones siguen los principios del diseño universal, ofreciendo comodidad y seguridad para quienes las habiten. El diseño incluye ventanas fáciles de maniobrar, puertas y pasillos con la suficiente anchura para acomodar sillas de ruedas, entradas sin escalones y más. Para decorar y organizar una microvivienda, comparto contigo los siguientes consejos.
Dos ideas de decoración y organización
Por supuesto que cada casa debe reflejar el estilo y la personalidad de sus habitantes, pero mi primer consejo es que la familia vea esta casa como un espacio moderno, ligero y luminoso. Por eso, antes de habitarla, trabaja estos dos conceptos:
- Con el paso del tiempo, todos acumulamos recuerdos y colecciones, pero cuando el espacio es limitado, ¡reducir y agrupar es ganar! En lugar de tener cositas pequeñas por toda la sala, es preferible deshacerse de las que tengan menos valor —material o sentimental— y agrupar lo restante por categorías.
- Las fotos son recuerdos que se pueden aprovechar para decorar la casa. Es preferible poner todas las fotografías en una sola pared, formando una galería con las fotos enmarcadas en marcos de distintas formas y tamaños pero del mismo color. Resulta también muy bello intercalar fotografías con objetos enmarcados que tengan valor sentimental, como por ejemplo un pequeño bordado hecho a mano.
El color en la pared y en los pequeños detalles
Entre los colores fríos, sigue de moda el gris en todas sus variedades. Entre los tonos más cálidos, el amarillo es el más estimulante. Juega con el color para dar amplitud.
- Aunque el espacio sea pequeño, siempre recomiendo poner una moldura sencilla entre la pared y el techo y escoger un tono blanco o hueso con terminación semibrillante para pintarla... ¡es sorprendente el efecto tan elegante que se consigue gastando muy poco!
- Te aconsejo pintar todo el espacio de la casa de un solo color, preferiblemente en un tono claro que refleje la luz.
- Los colores del sofá deben ser neutro o claros y de material liso, los cojines en tonos o estampados vibrantes para resaltar y dar vida.
- Las toallas de distintos tamaños en colores alegres son ideales para compensar el frío de los baldosines y de los sanitarios. Para lograr que el baño dé la ilusión de ser más grande, cambia las cortinas de la ducha por puertas de vidrio… ¡es una pequeña inversión con tremendos resultados!
Muebles multifunción
A la hora de escoger los muebles, el principal objetivo es sacar el máximo partido al espacio.
- Para la sala/comedor, por ejemplo, las mesas redondas con un pedestal en el centro en lugar de patas, permiten sentar a más personas cómodamente. También son óptimas las mesas que se puedan agrandar fácilmente añadiendo un ala o extensión.
- Debido al tamaño de este tipo de casitas, trata de usar muebles multifunción con espacio de almacenaje. Un buen ejemplo es la mesa de café con un cajón para poder poner ahí unas revistas, los lentes, o el control remoto de la televisión.
- Una pieza de mueble que siempre recomiendo para los espacios pequeños es la de otomanos huecos y con tapa. Además de poder usarse como asiento adicional cuando se necesitan, su interior puede usarse para guardar mantas, abrigos o incluso los pequeños juguetes de los nietos.
- Trata de mantener los espacios lo más abiertos posibles, sobre todo en una microcasa. Si la tuya no tiene, analiza la posibilidad de sustituir las puertas tradicionales con las “puertas francesas” (combinan madera con paneles de vidrio), ya que ofrecen privacidad sin bloquear la luz.
Cocina con corazón
Cuando el espacio es pequeño, debemos limitarnos a lo necesario y crear sistemas de organización que funcionan. Yo, por ejemplo, no puedo vivir sin las maquinitas etiquetadoras para poner etiquetas a las cosas, eso me ayuda a identificar rápidamente lo que hay dentro o detrás de cada contenedor o cajón. Me resultan también muy útiles los tableros magnéticos, ideales para organizar y tener a la vista rótulos, citas con nombres, listas con cosas que hacer, números de teléfonos importantes, y otros. Para organizar tu cocina:
- Evita estanterías en los gabinetes inferiores. En su lugar, instala una combinación de cajones y bandejas móviles.
- Usa el interior de las puertas de los gabinetes para colgar pequeñas cestas donde guardar los limpiadores, bayetas y guantes de goma. Se puede también usar el interior de las puertas de otros gabinetes para tener organizadas —y a la mano— las bandejas para hornear o las tapas de las ollas.
- Si la cocina tiene estantes abiertos (open shelving), atornilla en su parte inferior ganchos para poder colgar los paños de cocina, las agarraderas de las ollas, y otros. Pon también ganchos en la parte baja de los gabinetes superiores; son ideales para colgar las tazas de café.
Por muy pequeña que sea la casita, no tiene precio disfrutar de una vida independiente pero cerca de la familia.
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