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Las personas que cuidan de un ser querido necesitan más apoyo

Figuras de papel recortadas en forma de personas agarradas de la mano haciendo una ronda

Timsa

In English | Más de 40 millones de personas en EE.UU. cuidan de padres mayores, cónyuges, hijos y adultos con discapacidades, y de otros seres queridos, ayudándolos a vivir de manera independiente en sus hogares y comunidades, donde quieren estar.

AARP defiende los derechos de los cuidadores familiares —y de los seres queridos que cuentan con ellos— ante el Congreso y en las capitales estatales de todo el país. Este año, AARP luchó con éxito para lograr la aprobación del proyecto de ley federal bipartidista RAISE Family Caregivers Act (Reconocer, Ayudar, Incluir, Apoyar e Involucrar a Cuidadores Familiares), que crea un grupo de trabajo multidisciplinario para recomendar cómo brindar un apoyo mejor y más coordinado a los cuidadores familiares en Estados Unidos.

A nivel local, las oficinas estatales de AARP han trabajado para aprobar cientos de nuevas leyes que proporcionen a los cuidadores familiares acceso a la atención en el hogar, flexibilidad en el lugar de trabajo, capacitación, ayuda, relevo de descanso y mucho más. Además, en alrededor de 40 estados y territorios, el proyecto de ley CARE (Aconsejar, Señalar y Posibilitar a los Cuidadores), redactado por AARP, es ahora una ley que apoya a los cuidadores familiares cuando sus seres queridos ingresan al hospital y durante la transición de regreso al hogar.

Desafíos futuros

Los servicios no remunerados que proporcionan los cuidadores familiares en Estados Unidos —valuados en unos $470,000 millones anuales ($470 billion)— van desde la ayuda al bañarse y vestirse hasta el transporte y tareas médicas complejas. Ellos son la primera línea de apoyo para las personas mayores y aquellas con discapacidades, y ayudan a retrasar y prevenir la atención más costosa en los hogares de ancianos y las hospitalizaciones innecesarias, lo que ahorra dinero a los contribuyentes.

Los cuidadores familiares son el pilar del sistema de salud de Estados Unidos; sin embargo, siguen enfrentando desafíos físicos, emocionales y financieros al cuidar de sus seres queridos. La mayoría se esfuerza por armonizar las tareas relacionadas con el cuido mientras trabaja a tiempo completo o parcial. También utilizan, en promedio, alrededor del 20% de sus propios ingresos, alrededor de $7,000 al año, en necesidades como modificaciones en el hogar, tecnología de asistencia y cuidado diurno para adultos. Algunos todavía están criando a sus propios hijos.

Aquellos que cuidan de un ser querido se enfrentarán a mayores tensiones en el futuro a medida que disminuya la cantidad de cuidadores familiares potenciales por cada ser querido que necesite asistencia. En el 2010, la proporción de apoyo de cuidadores era de aproximadamente siete cuidadores potenciales por cada persona de 80 años o más. Para el 2030, se prevé que esta proporción disminuya bruscamente a 4 a 1; para el 2050, a menos de 3 a 1.

Principios rectores de AARP

Al considerar a un candidato para un cargo público, mantén en mente los principios rectores de AARP sobre la promoción de políticas públicas que apoyen a los cuidadores familiares:

  • Ayudar a los cuidadores familiares a superar los desafíos financieros. Esto incluye la actualización de las leyes estatales de tutela y la aprobación de la Uniform Power of Attorney Act (Ley uniforme del poder notarial) en los estados, así como un modesto crédito fiscal para los cuidadores.
  • Proteger y aumentar el acceso a la atención en el hogar y en la comunidad.
  • Romper con las barreras que impiden el uso de la telesalud, incluido el acceso a la tecnología que puede ayudar a los cuidadores familiares a administrar su propia salud o la de sus seres queridos.
  • Ayudar a las personas que cuidan de un ser querido a equilibrar las responsabilidades en el hogar y en el trabajo a través de políticas públicas de licencias remuneradas y no remuneradas.
  • Modernizar las leyes para permitir que las enfermeras practicantes y todos los enfermeros registrados con capacitación avanzada proporcionen la atención médica de calidad de la que dependen los pacientes y sus familiares. Y permitir que las enfermeras deleguen la autoridad para llevar a cabo ciertas tareas en profesionales capacitados en los cuidados en el hogar, en vez de hacerlo solo en los cuidadores familiares.
  • Ampliar los servicios de cuidado de relevo que permiten a los cuidadores familiares tomar un descanso que tanto necesitan.