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Medicaid: una línea vital para los adultos mayores y las personas con discapacidades

Estetoscopio en fondo azúl

Istock

In English | Medicaid provee una red de seguridad vital para millones de personas en el país, incluidos más de 17.4 millones de adultos mayores, y niños y adultos con discapacidades. Ellos dependen del programa para recibir atención médica crítica, y servicios y apoyo a largo plazo, como la ayuda con actividades diarias que incluyen comer, bañarse, vestirse, administrar los medicamentos y el transporte.

El programa conjunto federal-estatal ofrece cuidado de salud asequible a las personas más vulnerables del país y que tienen ingresos bajos y pocos activos. En muchos estados, Medicaid también está disponible para los trabajadores del país que en el 2018 ganarán menos de $22,715 para una familia de dos personas (o $34,638 para una familia de cuatro) y no tienen acceso a seguro médico en el empleo.

El año pasado, AARP luchó con éxito contra el recorte de $772,000 millones a Medicaid propuesto por el Congreso, lo que habría provocado que muchos adultos mayores perdieran los servicios que necesitan para permanecer en sus hogares, en sus comunidades y en centros de cuido. Los hospitales rurales cuentan especialmente con Medicaid para cubrir los costos de las personas con necesidades cuando se produce un accidente o una enfermedad. Sin ese apoyo, los hospitales rurales se ven obligados a cerrar, lo que priva a los residentes de la zona del acceso al cuidado de salud. Medicaid es esencial para mantener nuestras comunidades rurales saludables y fuertes.

Desafíos futuros

AARP ha abogado por mucho tiempo para que haya servicios de calidad asequibles disponibles a través de Medicaid. En particular, AARP ha reclamado una cobertura más confiable de los servicios en el hogar y en la comunidad, el aumento de las medidas de calidad y el cuidado de la salud para las personas trabajadoras con ingresos más bajos que no tienen acceso a un seguro en el empleo.

Bajo la ley federal, Medicaid cubre la atención hospitalaria y ambulatoria, los servicios médicos, los servicios en clínicas de salud rurales y la atención en hogares de ancianos. Los estados también ayudan a pagar algunos servicios en el hogar y en la comunidad para ayudar a los adultos mayores o con discapacidades que necesitan ayuda con las actividades diarias, y así evitar los cuidados más costosos en hogares de ancianos.  Sin embargo, debido a que estos servicios basados en el hogar y en la comunidad no son obligatorios bajo la ley federal, varían ampliamente entre estados y solo están disponibles a discreción de los legisladores estatales.

Principios rectores de AARP

Al considerar a un candidato, mantén en mente los principios rectores de AARP sobre el programa de Medicaid:

  • Medicaid no debería obligar a los adultos mayores o con discapacidades que lo necesiten a dejar sus hogares para ingresar a hogares de ancianos. En cambio, Medicaid también debería ofrecer servicios que ayuden a los adultos mayores o con discapacidades que resulten elegibles a permanecer en sus hogares, donde desean estar. Esto no solo es más rentable —el cuidado en el hogar cuesta mucho menos en promedio que en los hogares de ancianos— sino que también es la política adecuada y sensata—.
  • Las personas más vulnerables del país y con ingresos bajos, que resultan elegibles para Medicaid, deberían poder acceder al programa cuándo y dónde lo necesiten, por el tiempo que lo necesiten. 
  • Los cambios arbitrarios a Medicaid —como los subsidios en bloque (cantidades globales asignadas a los estados) y los límites— son solo el código que Washington usa para referirse a los recortes. Dichas reducciones significarían que los adultos mayores o con discapacidades podrían perder el acceso a los servicios vitales que los ayudan a permanecer en sus hogares, los trabajadores podrían perder su seguro médico, las personas podrían perder sus empleos y las economías estatales se verían amenazadas.