Estamos lejos del sueño americano, dice James Webb
El exsenador habla en entrevista exclusiva sobre el pasado, presente y futuro de Estados Unidos.
In English | El exsenador estadounidense de 68 años originario de Virginia, veterano de la guerra de Vietnam y novelista habló con AARP Bulletin (en inglés) acerca de la guerra que cambió a su generación, lo que le preocupa sobre el futuro de Estados Unidos y su nueva autobiografía, I Heard My Country Calling (Escuché el llamado de mi país).
P: Su libro es acerca de la vida en el ejército, como hijo de un padre militar y su propia experiencia en el ejército. Menciona mucho a su padre.
R: Era un padre muy involucrado y fue la persona que más influyó en mi vida. Era una persona muy autoritaria, pero realmente me enseñó los fundamentos del liderazgo que he puesto en práctica en todo lo que he hecho.
P: El 50.º aniversario de la Resolución del Golfo de Tonkin se celebra este verano. ¿Cómo afectó la guerra de Vietnam a su generación?
R: La Segunda Guerra Mundial unió a la "Gran Generación". Vietnam hizo que los baby boomers se separaran.
P: ¿Deberíamos habernos inmiscuido en Vietnam?
R: Habían razones de peso para que tratásemos de ayudar a esa incipiente democracia. Todos los que sirvieron en la guerra pueden sentirse orgullosos de haber cumplido una misión o llevado a cabo el trabajo asignado.
P: Usted dice que al final terminamos abandonando a Vietnam.
R: Es indiscutible que la forma en la que terminó la guerra fue vergonzosa para nuestro país. Fue triste para mí y para otros que habían ido a prestar su servicio militar en ese país.
P: Otro asunto que es sumamente visceral para usted es la desigualdad. ¿Qué se puede hacer?
R: Eso se ha hecho cada vez peor en mi vida adulta. El país ve cómo las personas con mayor riqueza se apartan de todos los demás en una forma impresionante y lamentable y que no habíamos visto desde la década de los 90. Cuando se cuente con un liderazgo que tenga el enfoque acertado y siga su conciencia, se podrán resolver estos asuntos. Pero el sistema está cada vez peor, y la mejor manera de solucionarlo es que encontremos la forma en que el estadounidense promedio participe en el proceso de las campañas electorales.
P: ¿Se siente optimista o pesimista respecto al futuro de nuestro país?
R: Estoy realmente preocupado por nuestro país. Ya sea que uno haya llegado a este país hace 10 años o hace 300 años, la gente cree en el “sueño americano”, que es: deseo realizarme en mi campo si mi talento me lo permite y quiero que sea de forma equitativa. Cuando vemos de cerca estas dos cosas actualmente, nos damos cuenta de lo lejos estamos de ellas.
P: ¿Qué nos cuenta sobre los veteranos?
R: Creo que estamos haciendo un excelente trabajo con los programas de apoyo, pero siempre existen dificultades para aquellos que tratan de reincorporarse a sus comunidades. Resulta muy fácil decirles: "Gracias por tu servicio". Pero otra cosa es participar y tomar el riesgo de contratarlos, especialmente a los veteranos de guerra.
P: ¿Qué nos dice de la atención médica?
R: Fui asesor en el comité plenario de veteranos, el primer veterano de Vietnam en servir como asesor en pleno del comité en el Congreso. Me sorprendió enormemente que hubieran 600,000 reclamos acumulados. En el tiempo que pasé en el Senado se acumularon 900,000 casos. Una de las razones fue la convergencia de los veteranos de Vietnam, quienes alcanzaron la edad de jubilación de sus trabajos y comenzaron a solicitar cuidados médicos al departamento de Asuntos de Veteranos, con los veteranos procedentes de Irak y Afganistán. Esto no tiene excusa posible.
P: ¿Pero qué ocurre una vez que alguien ingresa al sistema?
R: La calidad del servicio es muy buena.
P: ¿Nos ocupamos de las familias de nuestros militares?
R: Cuando mi padre volvió a entrar en el ejército en 1947 y se ausentó por 3 años y medio, mi madre tenía 24 años y vivía con cuatro hijos en una ciudad que no conocía muy bien, sin servicios militares disponibles. No había servicios familiares disponibles a través del ejército y eso era lo normal. Cuando uno ve los programas y la atención que se le presta al bienestar de las familias de los militares ahora, es excelente.
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