Cómo controlar lo que se puede en el cuidado
Hay cuidadores que dedican toda su vida a satisfacer a quienes cuidan. No es posible hacerlo todo.
In English | ¿Alguna vez resulta apropiado decir "No puedo hacer nada más en este momento"? En pocas palabras, sí, lo es.
La mejor forma de ayudar a tu ser querido es prestándole atención a tus necesidades y tu salud. Solo entonces puedes dedicarle tiempo a las necesidades de tu ser querido. Nadie se beneficia si estás agotado a causa de tu dedicación.
¿Qué es lo que ayuda a los cuidadores darse cuenta de que necesitan un respiro para cuidar de sí mismos? Poner en perspectiva lo que pueden o no controlar podría ayudar más que cualquier otra cosa.
Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín
A continuación, cuatro pasos para recuperar el control:
1. Cuida de ti mismo
Para poder seguir realizando las difíciles tareas relacionadas al cuidado de un ser querido, necesitas tener los recursos personales para poder dar de ti mismo. Esto significa no agotarte. Con regularidad, toma un respiro y cuídate. Prueba reunirte con amistades íntimas para compartir una taza de té. Toma caminatas largas o baños largos de espuma. Lee obras de ficción escapista o disfruta de una película alegre. Si de veras te sientes abrumado, consulta con un terapeuta capacitado que pueda sugerir otras opciones. No importa lo que hagas para cuidarte, lo importante es que lo hagas.
2. Aprende a moderar el ritmo de tus actividades
Toma respiros de las tareas que realizas como cuidador con estrategias para tu propio cuidado, tales como las que sugerimos anteriormente. Haz lo posible por no sentirte culpable al hacer esto. Dedicar tiempo a ti mismo tiene tres asombrosos beneficios. Te mantiene capaz de seguir como cuidador. Te da suficiente energía para otros seres queridos, tales como los niños, que necesitan de tu atención diaria. Y te permite volver a orientar tu vida con actividades no relacionadas a tu papel de cuidador.
3. Vive y planifica con miras al futuro
Cuidar a seres queridos puede consumir todo tu tiempo, y es fácil dejar de pensar en tu propia vida. Mantén tus metas y sueños, con la certeza de que, independientemente de lo que le suceda a tu ser querido, tu vida seguirá. Estarás preparado —solo tú puedes encargarte de eso— .
4. Valora los recuerdos que tienes de tu ser querido
Disfruta de los momentos que pasan juntos cuando prestas cuidados y si han fallecido, honra a tus seres queridos con recuerdos. No hay forma de compensar la pérdida de alguien que amas. Tu vida cambiará por siempre. Mientras más querida e intensa la conexión entre ustedes, más dolorosa es la pérdida, pero también son más numerosos los recuerdos. Y estos recuerdos te consolarán. Busca formas creativas de compartir tus historias y disfrutar de fotografías o vídeos.
Recuerda, los cuidadores también tienen necesidades. Cuídate tanto como cuidas a todos los demás en tu vida.
Este artículo fue publicado anteriormente por Johnson & Johnson.