8 maneras de sacarle provecho a las citas médicas
Qué puedes hacer como prestador de cuidados para garantizar una visita exitosa al doctor.
In English | Si te preparas para tu cita con el médico y sabes qué pedir, la consulta puede ser mejor para tu médico y para ti. Te presentamos algunos consejos para que tengas una cita productiva en la medida de lo posible.
1. Haz una lista de todos los medicamentos que te prescribieron
Muéstrale al médico una lista de todo lo que están tomando —tú o la persona a quien cuidas—, no solamente lo que ha prescrito ese médico, sino también otros. Generalmente, un médico no sabe lo que ha prescrito otro médico. Peor aún, si no compras estos medicamentos recetados al mismo tiempo o lo haces en distintas farmacias, el farmacéutico puede pasar por alto las interacciones entre los medicamentos. Al crear una lista completa y comprarlos en una sola farmacia, puedes ayudar a asegurar que todos tus medicamentos funcionen juntos de manera segura.
Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín
2. Verifica lo que te hace falta (¡recetas médicas!)
Antes de dirigirte a donde el médico, dirígete al botiquín. Anota todo lo que necesitas volver a surtir. Acuérdate de no llegar hasta las últimas pastillas antes de comprar más. Contar con esta información les ahorrará a ti y al consultorio de tu médico mucho tiempo en el teléfono. Es la razón de la mayoría de las llamadas que reciben muchos consultorios.
3. Haz una lista de preguntas
No empieces a elaborar la lista de todas tus preguntas justo antes de la cita. Mantén una lista en el refrigerador o cerca al teléfono, y anota lo que necesitas preguntar a diario, a medida que se te ocurren las preguntas.
4. Empieza a preguntar en cuanto llegues
No todas las preguntas las tiene que contestar el médico directamente. A menudo, un enfermero puede responder tus preguntas y quizá tenga más tiempo para darte explicaciones. Por lo general, el enfermero entrará a tomarte los signos vitales —la tensión arterial y el pulso— antes de que el médico te examine. Hazle al enfermero las preguntas de tu lista. Si no sabe alguna respuesta, sugerirá que le preguntes al médico. Los enfermeros son un gran recurso.
5. No faltes a las citas médicas
Si eres el prestador de cuidados, es muy útil que asistas a todas las citas con la persona a quien cuidas. Lleva tiempo, pero escuchar en persona lo que tenga que decir el médico ayuda a evitar problemas, confusión o malinterpretación del tratamiento.
El médico podría tener preguntas para ti, y tu quizá tengas tus propias preguntas relacionadas con la prestación de cuidados. No te olvides de tu propia lista. Algunos prestadores de cuidados se han dado cuenta de que es más fácil programar todas las citas médicas al mismo tiempo —como por ejemplo, los lunes— y que sus semanas de trabajo sean de cuatro días si se puede. Otras opciones incluyen citas temprano en la mañana o después del trabajo. Tu médico puede ser más flexible de lo que piensas.
6. No seas tímido
No seas tímido ni te avergüences de hablar de cualquier cosa con tu médico. Ya sea una pregunta sobre funcionamiento sexual o el precio de un medicamento, no deberías temer mencionar el tema. Lo más probable es que no sea la primera vez que el médico lo escucha.
7. Solicita una visita para cuidado de la salud en el hogar
Si cuidas a alguien que tiene Medicare, pídele al médico que recete una visita para cuidado de la salud en el hogar. Es gratis. El consultorio del médico te ayudará a programar una visita con alguien que evaluará los riesgos en tu hogar y ofrecerá sugerencias para mejorar la seguridad y comodidad de la persona a quien cuidas. Los riesgos comunes en el hogar, como alfombrillas sueltas o duchas resbalosas, pueden causar fracturas de cadera y otras lesiones entre las personas mayores.
Tu visita para cuidado de la salud en el hogar en verdad puede abrirte los ojos sobre ideas y consejos diarios para mantener seguro a tu ser querido.
8. Averigua si el consultorio del médico tiene una silla de ruedas
Muchos consultorios médicos tienen una silla de ruedas para ayudar a los pacientes a trasladarse de sus automóviles al consultorio. Si cuidas a alguien que usa una silla de ruedas, averigua si tu médico tiene una. Esto puede ahorrarte la molestia (¡y el dolor de espalda!) de llevar tu propia silla.
Acuérdate de que tu profesional de la salud es tu colaborador. Ambos tienen la meta de mantener a tu ser querido lo más saludable posible. Sigue estos consejos para aprovechar al máximo tu cita.