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Aprende a comunicarte con un médico

Si cuidas de un ser querido, aprende qué preguntar y qué información proveer.

Un paciente conversa con su doctor en su oficina

Foto: Jane Fulton Alt/Gallery Stock

Pídele al médico que aclare cualquier asunto—relacionado con la salud de tu ser querido— que no entiendas.

Todos los días hay problemas de comunicación entre los profesionales de la salud y los pacientes de mayor edad. Como prestador de cuidados, es indispensable que tengas un papel activo para cuidar de la salud de tu ser querido. Esto significa comunicarse de manera eficaz con los médicos, dentistas, enfermeros, farmacéuticos y otros profesionales de la salud.


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La buena comunicación se reduce a tres hechos:

  • Hacer las preguntas justas te dará la información que tú y tu ser querido necesitan para tomar decisiones.
  • Proporcionarles a los profesionales de la salud la información que necesitan es indispensable para que tengan una opinión fundada.
  • Demandar atención de calidad para tu ser querido es tu deber.

Ya sea que te comuniques en nombre de tu ser querido o lo ayudes a comunicarse por sí mismo, tú puedes asegurarte de que reciba la mejor atención posible:

No te excedas

Tal vez tu ser querido no quiera compartir toda su historia clínica contigo. Respeta sus deseos de mantener cierta información en privado y solicita que los profesionales de la salud hagan lo mismo.

Si tu ser querido quiere que tú te involucres en su atención médica, pídele que ponga por escrito que desea que tú recibas toda la información relativa a su estado de salud. Si no, los profesionales de la salud podrían no mantenerte al tanto de todo.

Si te comunicas directamente con los profesionales de la salud de tu ser querido, permite que se involucre en las conversaciones tanto como sea posible. Los pacientes mayores podrían sentirse invisibles si, durante una consulta, el médico habla exclusivamente con el prestador de cuidados.

Haz preguntas e infórmate

Antes de cada cita con un profesional de la salud, escribe todas las preguntas que tengas. Después, asegúrate de que el médico aborde tus inquietudes.

Pídele al médico que aclare cualquier asunto que no entiendas. Recuerda que otros profesionales de la salud también podrían responder tus dudas. Por ejemplo, los enfermeros han recibido capacitación para educar y asesorar a los pacientes. Pueden explicar un diagnóstico y enseñarle al paciente cómo seguir el tratamiento. Los farmacéuticos son expertos en medicamentos. Por lo general, pueden contestar cualquier pregunta sobre la forma de administrar un medicamento de manera adecuada y algunos pueden dar consejos generales y brindar asistencia. Los dietistas pueden ofrecer consejos para planificar las comidas y los trabajadores sociales pueden ayudarte a buscar recursos en los sistemas de atención médica y de servicio social.

Entre visitas al médico, puedes investigar una enfermedad o afección en libros y publicaciones, o en internet. Asegúrate de obtener la información de fuentes reconocidas y comparte lo aprendido con los profesionales de la salud que atienden a tu ser querido.

Proporciona información detallada

El médico necesita información detallada y exacta sobre el paciente para poder diagnosticar con acierto y recetar un plan de tratamiento seguro y eficaz. Dado que muchos adultos mayores visitan a más de un médico, la historia clínica no siempre incluye toda la información que el doctor necesita.

Cada médico debería conocer todo lo relativo a la salud del paciente, en especial sobre hospitalizaciones recientes. Proporciona los detalles relativos a las alergias a los medicamentos, las enfermedades crónicas, los resultados de análisis y exámenes, los nombres de todos los medicamentos que el paciente toma de manera regular, incluidos los de venta libre, las vitaminas y los suplementos. Si te cuesta recordar estos detalles, una historia médica escrita puede refrescar la memoria.

Asimismo, díle al médico si tu ser querido toma alcohol, fuma o tiene dificultades para dormir o conducir. También debes mencionar cualquier problema con los efectos secundarios de los medicamentos u obstáculos para seguir un tratamiento, tales como olvidarse de tomar los fármacos o estar preocupado por cuestiones de dinero.

Busca una segunda opinión

Mientras que los profesionales de la salud tienen la pericia médica que tu requieres, el servicio, la atención y la calidad del cuidado no siempre se consiguen de manera automática. Considera la posibilidad de cambiar de médico si el actual no te escucha o no explica la situación con claridad.

Si el médico propone un tratamiento, pregúnta por qué. Sigue preguntando hasta estar satisfecho con las respuestas. Siéntete en libertad de pedir una segunda opinión acerca de cualquier diagnóstico o tratamiento sugerido.

Trabajo en equipo

Así como tú y tu ser querido merecen respeto, también lo merecen los profesionales de la salud con los que tu tratas. No importa cuán difícil se ponga una situación, es muy probable que obtengas lo que tu ser querido necesita si mantienes una actitud constructiva, cortés y activa.