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Los adultos mayores de Texas entre los más afectados

El tiempo severo y la falta de electricidad les han dado un duro golpe.

Un hombre adulto mayor saca nieve con una pala

GETTY IMAGES

In English | La semana pasada, cuando el tiempo severo de invierno cubrió Texas, Catherine MacDermott, de 67 años, estuvo acurrucada con su madre, de 98 años, cerca del lago Weatherford, a unas 25 millas al oeste de Fort Worth.

Al igual que millones de personas en todo el estado, experimentaron apagones continuos, en los que recibían 15 minutos de energía y luego se quedaban sin ella durante horas. Sin sistema de calefacción en la casa de los MacDermott, cuando la temperatura exterior descendió bajo cero, la temperatura interior llegó a estar en los 40 grados Fahrenheit. Kay Smith, la madre de MacDermott, durmió con sombrero y guantes durante días. "Agarré todas las mantas que tenía, de todas las demás camas, y se las puse a ella", dice MacDermott, que ha cuidado de su madre desde al año pasado, cuando ella y su familia sacaron a Smith de un centro de vida independiente en Fort Worth debido a la prohibición de visitas durante la pandemia


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Los adultos mayores como MacDermott —que tuvo que enfrentarse a "cascadas de agua que salían del techo" cuando sus tuberías reventaron— se vieron muy afectados por la nieve, el hielo y el frío que azotaron Texas, dejaron sin electricidad a unas 4.5 millones de personas y dieron lugar a un aviso de hervir el agua para casi la mitad de los 29 millones de residentes del estado. Según las noticias nacionales, las personas de 50 años o más representaron la mayoría de las docenas de muertes en las que se pudo verificar la edad de la víctima en la tormenta invernal de la semana pasada, que afectó a Texas y otros estados. "Debemos asegurarnos de que los adultos mayores de Texas y aquellos que son vulnerables desde el punto de vista médico no se queden atrás cada vez que ocurra una catástrofe", dice Tina Tran, directora estatal de AARP Texas.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias emitió una declaración de desastre mayor en 108 de los 254 condados de Texas, lo que les permite recibir ayuda federal. Los plomeros y contratistas locales dicen que se han visto abrumados por las llamadas. "Estamos más ocupados que nunca", dice Nancy Hoffman Rowe, de 60 años, que trabaja en la industria de la construcción. Rowe vivió la tormenta de la semana pasada y sus consecuencias con su madre, Mary Anne Hoffman, de 89 años, que sufre demencia y vive en un centro de vida asistida cercano. Cuando el centro se quedó sin electricidad, Rowe y su esposo decidieron que su madre se quedara en casa con ellos durante unos días.

Casi la mitad de los 1,200 hogares de ancianos de Texas informaron de alguna emergencia relacionada con el clima y las tormentas, dice Patty Ducayet, defensora estatal de cuidados a largo plazo. Aunque muchos familiares se llevaron a sus seres queridos a casa, los residentes de algunos centros se vieron obligados a evacuar para escapar de las condiciones de vida inseguras. Ducayet dice que 47 centros de vida asistida y 23 hogares de ancianos fueron evacuados debido a la tormenta invernal, y hasta el martes algunos residentes no habían regresado. La mayoría de los residentes de hogares de ancianos fueron enviados a otros centros menos afectados. 

Los residentes de centros de vida asistida, muchos de los cuales no requieren atención de enfermería especializada las 24 horas, estaban más dispersos. Ducayet dice que algunos fueron a centros similares cercanos, pero sabe de al menos un centro de vida asistida que fue evacuado a una iglesia cercana. "No siempre es malo. Algunas evacuaciones transcurren sin problemas", dice Ducayet. "Pero siempre existe el riesgo de que los resultados sean realmente malos. Especialmente para los residentes enfermos de gravedad —ese traslado puede ser muy traumático para ellos—".

¿Las evacuaciones propagarán la COVID?

Las evacuaciones se hicieron en medio de una pandemia que ha afectado desproporcionadamente a los residentes de centros de cuidados a largo plazo, quienes representan casi el 40% de las muertes por COVID-19 y menos del 1% de la población total en el país. Desde el comienzo de la pandemia, en Texas se han registrado 11 infecciones y más de 2 muertes por COVID-19 por cada 100 residentes de hogares de ancianos —ambas por encima de la media nacional—, según datos de AARP.


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La madre de Rowe sobrevivió a la COVID-19 el año pasado, y ya recibió su primera dosis de la vacuna. Pero a Rowe le preocupa que aumenten los casos entre los residentes tras las evacuaciones. "Solo estábamos mi esposo y yo en casa, pero piensa en otras personas —si son una familia numerosa, podrían haber estado expuestos a la COVID—", dice. "¿Ahora qué? ¿Los casos van a aumentar de nuevo?".

Probablemente pasarán semanas antes de que el estado sepa si la respuesta a la tormenta de la semana pasada está contribuyendo a un aumento de las infecciones por COVID-19 entre los residentes de centros de cuidados a largo plazo. Pero los residentes de la mayoría de los centros han recibido al menos una dosis de la vacuna, y algunos de los centros más afectados han desarrollado cierto grado de inmunidad colectiva. Es una "suerte" que la tormenta no haya llegado antes en el invierno, dice Ducayet.

Brian Lee, director ejecutivo de Families for Better Care, un grupo de defensa de los cuidados a largo plazo con sede en Austin, está presionando para que el estado adopte requisitos más específicos respecto a los generadores eléctricos para los centros de cuidados a largo plazo. Según Ducayet, no es requisito que los centros de vida asistida dispongan de un generador eléctrico para mantener la energía durante un apagón. Los hogares de ancianos sí tienen este requisito, pero sus generadores eléctricos no necesitan alimentar los sistemas de climatización. Lee dice que eso es un problema en un estado como Texas, donde las temperaturas suelen llegar a los 90 y más durante la temporada de huracanes.

"Si los centros estuvieran obligados a tener generadores antes de que ocurra un fenómeno como este, se mantendría la temperatura y los sistemas de climatización en funcionamiento", dice Lee sobre el clima de la semana pasada. "Se habría evitado gran parte del caos que vimos con los hogares de ancianos y centros de vida asistida".

—Tracy Schorn y Tom Korosec contribuyeron con este informe.