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Más beneficiarios de Medicare fallecen en su hogar

El enfoque en los cuidados durante la etapa final de la vida da lugar a menos personas que mueren en hospitales.

Persona acariciando la mano de una persona mayor acostada

GETTY IMAGES

Más beneficiarios de Medicare reciben cuidados terminales en el hogar.

In English |  Más beneficiarios de Medicare pasan sus últimos días atendidos en su hogar o en un entorno comunitario, como un centro de vivienda asistida (en vez de en un hospital), según el informe de un estudio publicado la semana pasada en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA). Esto es una buena noticia para expertos que han definido una “buena muerte” como aquella que sucede cuando el paciente no está en una unidad de cuidados intensivos y sin que los pacientes, familiares y cuidadores padezcan angustia y sufrimiento.

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El estudio incluyó 1,361,870 beneficiarios de pago por servicio de Medicare y 871,845 beneficiarios de planes Medicare Advantage que fallecieron entre el 2000 y el 2015, para lograr un mejor entendimiento del nivel y la calidad de los cuidados durante la etapa final de la vida. Sus hallazgos indicaron que después de un aumento en hospitalizaciones entre el 2000 y el 2009, las cifras de las estadías en una unidad de cuidados intensivos y las “transiciones onerosas” —un término que describe cuando alguien fallece dentro de un plazo de tres días después de estar hospitalizado— comenzaron a estabilizarse y mejorar.

“Siempre sentí que el lugar de la muerte solo te dice dónde se encontraba alguien durante los últimos minutos de su vida”, dice la autora principal del estudio, la Dra. Joan Teno, profesora de medicina en Oregon Health & Science University. “Pero lo que es en realidad importante es fijarse en los lugares donde se recibieron cuidados [...] antes de ese fallecimiento”.

Los hallazgos demuestran que el porcentaje de beneficiarios de Medicare que murieron en centros para enfermedades agudas disminuyó de un máximo del 32.6% en el 2000 al 19.8% en el 2015, y “era menos probable que las personas fallecieran tres días después de una hospitalización u otra transición en la atención médica”, dice Teno. “Además, vimos una disminución asombrosa en las personas que habían sido hospitalizadas tres veces o más durante los últimos 90 días de su vida. Esto se redujo del 11.5% en el 2009 al 7.1% en el 2015”.

Los expertos dicen que las cifras más bajas de hospitalizaciones perjudiciales coinciden con la implementación de drásticos cambios de programas y políticas en el sistema del cuidado de la salud de Estados Unidos después del 2009. En particular, la adopción de la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio (ACA) en el 2010, cuyo objetivo es mejorar los cuidados durante la etapa final de la vida, lo cual incluye incrementar los servicios de atención para pacientes terminales y de cuidados paliativos.

Como parte de la ACA, los hospitales tuvieron que revisar sus procedimientos de hospitalización y reingresos. Se implementó una multa que se cobra si los pacientes reingresan al hospital en un período de 30 días. Esto logró que los centros para enfermedades agudas asuman mayor responsabilidad sobre a dónde envían a los pacientes que dan de alta y el nivel de cuidados que esos pacientes reciben. Además, hubo una transición general “de pagar por el volumen [de los servicios] a pagar por el valor”, dice Teno.

Para lograr más, Teno dice que es esencial que eduquemos a los consumidores sobre su atención médica y los peligros del sobretratamiento y el infratratamiento, y que tengamos un sistema de responsabilización para ambos errores. “Y es fundamental que sostengamos una conversación muy franca con las personas que están muy enfermas sobre lo que les resulta importante en esta fase de la vida, su entendimiento de su pronóstico, la gravedad de la enfermedad que enfrentan [...] y sus opciones de tratamiento. Si desean evitar la hospitalización e intentar permanecer en su hogar, necesitamos diseñar un sistema para permitirlo”.

Entre los mayores de 50 años, Teno menciona que “buena parte de nuestros fallecimientos en un entorno comunitario” suceden en los centros de vivienda asistida, lo cual es un cambio notable. Quienes contemplan estos centros deben tener eso en cuenta. Dice Teno: “Si voy a escoger un centro de vivienda asistida, y me encuentro en mi octava o novena década de la vida, es probable que quiera asegurarme de que ese centro ofrezca atención médica de alta calidad que se adapte a mis necesidades y preferencias, lo que incluye los cuidados en los últimos días de la vida”.