10 ciudades bonitas en México
De la antigua y colonial San Miguel de Allende a la minera y barroca Guanajuato.
por: Kitty Bean Yancey
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Craig Lovell/Alamy
San Miguel de Allende
In English | Las casas coloniales españolas de color pastel de esta ciudad del centro de México, y de unos 80,000 habitantes, son muy atrayentes para los estadounidenses de la tercera edad. Alquila una por menos de $1,000 a la semana, con todo y un ama de llaves que te preparará el desayuno, o quédate en un hotel boutique con ambiente local. Conocerás amigos asistiendo a charlas en inglés, saboreando margaritas en restaurantes de comida internacional o comprando arte y artesanías en las galerías. No te sorprendas si tus nuevas amistades te invitan a disfrutar un coctel en la azotea de sus casas.
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Jean Hubert/ Alamy
Mérida
Mariachis, espectáculos de baile y canciones los sábados por la noche, y un vibrante mercado los domingos ofrecen entretenimiento en la capital de la península de Yucatán, a unas 200 millas al oeste de Cancún. Observa el ir y venir de los residentes desde un banco en la Plaza Grande y visita reconocidos museos que celebran la cultura maya, el arte mexicano y más. Hospédate en mansiones renovadas con patios interiores tranquilos. Los aficionados al golf pueden practicar en El Jaguar, un campo diseñado por Jack Nicklaus, y en otros.
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Steve Bly/Alamy
Todos Santos
Conduce 45 minutos por una carretera desértica al norte del turístico Los Cabos, en Baja California Sur, y hospédate en el inusual Hotel California, que cuenta con 11 habitaciones. Aunque se ha dicho que esta ciudad inspiró la canción de los Eagles que lleva el mismo nombre, el coescritor Don Henley, no está de acuerdo y comentó en el programa 60 Minutes que se trataba “de los excesos … de la industria de la música”. Explora la excelente joyería de plata y las artesanías locales del pueblo playero, sal de pesca en aguas profundas o simplemente siéntate y saborea los populares chiles rellenos y las concentradas margaritas en el restaurante familiar Tequila’s Sunrise Bar & Grill.
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Macduff Everton/Getty Images
Tulum
Toma un autobús por menos de dos horas desde el congestionado aeropuerto internacional de Cancún para relajarte en uno de los mejores trechos de arena blanca sin multitudes en México. Hay un aura de nueva era: se ha visto a Demi Moore y Drew Barrymore practicar yoga en el Amansala Resort, un hotel sencillo y de pocos pisos. Tierra adentro, practica la natación o bucea en los helados cenotes, esos huecos en la tierra que parecen cavernas. Viaja en bicicleta a las ruinas mayas de Tulum, a la orilla del mar.
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Palenque
Para los aficionados a la arqueología, este sitio no arruinará sus expectativas. El bien conservado complejo maya de Palenque, rodeado por selva en el sur de México, se considera entre los vestigios históricos más fascinantes del país. Está designado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hospédate en el prestigioso Boutique Hotel Quinta Chanabnal, que tiene una ambientación maya y una cascada que desemboca en la piscina. No te pierdas los impresionantes vestigios rocosos de Toniná, una ciudad maya a unas 40 millas al sur.
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Oaxaca
Quienes gozan de la buena comida acuden a escuelas de cocina o a saborear la reconocida gastronomía de esta ciudad en expansión al sur de México. Las especialidades incluyen muchas variedades del mole de chocolate y queso Oaxaca blanco que se derrite en la boca. Haz un peregrinaje a un colorido mercado de la ciudad, donde los vendedores en atuendo tradicional venden chapulines (saltamontes) fritos y hierbas aromáticas. Compra artesanías regionales como los fantasiosos animales de madera tallada, pintados con colores brillantes y diseños punteados. También encontrarás cerámica hecha del barro negro local y textiles tejidos a mano.
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El Valle de Guadalupe
Los amantes del vino se sienten atraídos por las más de 80 bodegas de vino (hasta ahora), los viñedos y las ondulantes colinas de lo que se ha apodado “el Napa Valley de México” al sur de San Diego. Ellos conducen por caminos polvorientos y mayormente no pavimentados para pasar días probando diversas selecciones de uvas; desde la uva tempranillo de España y nebbiolo de Italia, hasta la uva grenache de Francia y otras combinaciones creativas. También se están estableciendo hoteles pequeños y restaurantes de alta cocina. Compañías como Baja Winery Tours ofrecen viajes de un día desde San Diego.
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San Cristóbal de las Casas
Esta colorida ciudad colonial al sur del estado de Chiapas, rodeada por aldeas pobladas por descendientes mayas, es popular entre los expatriados. Su deslumbrante catedral de color amarillo y las costeables escuelas de español son un gran atractivo, así como los textiles tejidos localmente y el ámbar de Chiapas, famoso por sus tonos profundos. Las cafeterías que ofrecen wifi y que sirven café de granos cultivados localmente atraen a quienes necesitan estar conectados y cafeinados. Los que busquen un elixir diferente pueden visitar un museo de medicina maya que ofrece tratamientos antiguos de curanderos.
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Craig Lovell/Getty Images
Guanajuato
Esta joya en México central, que antiguamente era un centro minero de plata y queda a casi 220 millas al oeste de la Ciudad de México, se extiende por las colinas hacia un centro urbano lleno de tiendas, cafeterías, restaurantes e interesantes callejones de adoquines. Por mucho tiempo, los estadounidenses jubilados con intereses culturales han preferido esta ciudad debido a su elegante arquitectura estilo barroco y al calendario de festivales y eventos musicales. También es la ciudad natal del aclamado artista mexicano Diego Rivera. Toma un recorrido guiado de la casa donde nació el pintor.
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Corsetsía Rancho la Puerta
Rancho La Puerta
Este spa es un oasis de 3,000 acres en Tecate, a casi 90 minutos por automóvil al sureste de San Diego. Los huéspedes, muchos de los cuales repiten sus visitas, se hospedan en casitas con los tradicionales techos de tejas rojas, decoradas con tejidos y arte folclórico, y con coloridos azulejos mexicanos en los baños. Elige entre docenas de clases diarias de ejercicio, así como charlas nocturnas. Los visitantes habituales empiezan el día con una vigorizante excursión antes del amanecer y esperan entusiasmados las charlas de la cofundadora Deborah Szekely, quien les habla sobre su vida como nonagenaria (Szekely cumplirá 95 años en mayo).
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