Vida Sana
Tu congelador es una de las herramientas de cocina más subestimadas, dice David Lee, cofundador y chef ejecutivo de los restaurantes Planta en Miami, Toronto y otras ubicaciones. Puede ayudarte a preparar la cena más rápido, aprovechar ofertas, reducir el desperdicio y siempre tener los ingredientes que necesitas a la mano. Intenta guardar estos inesperados artículos en el congelador. ¡Te será muy útil!
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1. Pan
Tanto si compraste una gran cantidad cuando tu marca favorita estaba de oferta como si tienes media hogaza que no vas a terminar antes de que se ponga mohosa, recurre a tu congelador para asegurarte de que no se desperdicie. "El pan se congela de maravilla", dice Jake Schmidt, chef ejecutivo del complejo turístico The Swag, en Waynesville, Carolina del Norte. Casi todas las variedades de pan, compradas en la tienda o hechas en casa, se mantienen bien en el congelador hasta tres meses. Basta con envolver bien el pan (o incluso la masa de pan) en envoltura plástica y meterlo en una bolsa de plástico cerrada herméticamente antes de congelarlo.
2. Pastel
Los pasteles en capas, rectangulares, en forma de pan, Bundt y los pastelitos... todos se congelan estupendamente, glaseados o no, para que puedas disfrutar de algo dulce más tarde sin tener que calentar el horno. Asegúrate de que tu pastel se haya enfriado, envuélvelo bien en envoltura plástica, mételo dentro de una bolsa de plástico y ciérrala bien, dice Schmidt. Si vas a congelar un pastel glaseado o decorado, congela primero todo el pastel en una bandeja de horno y envuélvelo cuando esté congelado. Descongélalo en el refrigerador o en la encimera.
3. Aguacate
Córtalos a la mitad, pélalos y quítales la semilla. Con una brocha, cubre las mitades de aguacate con jugo de limón y envuélvelas bien en envoltura plástica. Colócalas en una bolsa para congelar, luego presiona la bolsa para sacar el aire antes de sellar y congelar. Descongélalas y luego machácalas para preparar guacamole.
4. Batata
¿El secreto de las mejores batatas horneadas? Congelarlas con antelación. (¿Quién lo diría?) "El proceso de congelación cambia la estructura celular, por lo que se vuelven ultracremosas", dice Schmidt. Lava y seca las batatas y mételas crudas en el congelador. Cuando estés listo para usarlas, hornéalas con la piel desde congeladas hasta que estén blandas (unas dos horas) para conseguir la mejor textura.
5. Caldos
Si no vas a usar todo ese litro de caldo de pollo antes de que caduque, o si preparaste demasiado caldo de verduras casero, guárdalo en el congelador para utilizarlo más tarde. Schmidt recomienda verter el caldo enfriado en recipientes de plástico reutilizables de un cuarto de galón o, para cantidades más pequeñas, en una cubitera. Cuando llegue el momento de usar el caldo, descongela los recipientes bajo el grifo o simplemente saca los cubitos congelados y échalos en sopas o salsas. Nota: según las directrices de seguridad alimentaria, una vez que el caldo fresco se ha enfriado y congelado, solo puede recalentarse una vez más, así que no guardes las sobras.
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