Vida Sana
Seguramente ya te has dado cuenta que los muebles de madera pintados están de moda. Tengo que reconocer que... ¡Son una de mis debilidades! Además de ser un modo fantástico de reciclar y darle nueva vida a un mueble viejo, añaden carácter a cualquier rincón. Prueba poniendo un mueble pintado y envejecido en la entrada principal para añadirle un toque vintage, acomódalo en tu dormitorio para darle un toque bohemio o ponlo en el comedor para resaltar aún más una vajilla blanca. Aunque el proceso de pintar un mueble puede ser laborioso, te aseguro que los resultados compensarán tus esfuerzos. Te aconsejo tres pasos que completarán esta transformación.
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1. Cómo preparar el mueble
El resultado final depende del tiempo que tome para preparar el mueble, así que merece la pena ser paciente y meticuloso en este primer paso. Comienza por quitar todos los herrajes, los tiradores y los cajones, si los tiene, y limpia bien el mueble con un jabón para madera suave. Determina a continuación el estado de la superficie del mueble: si tiene ya una o varias capas de barniz o pintura antigua. De ser así, quita esa pintura vieja utilizando uno de los decapantes o disolventes que venden para este propósito en las ferreterías o tiendas de manualidades (recuerda usar siempre guantes protectores y trabajar en un área bien ventilada). Ahora es el momento de empezar a lijar. Puede ser una labor tediosa, pero es necesaria, así que mi recomendación es que escojas una lijadora eléctrica, o por lo menos de diseño ergonómico, para que se acople a la palma de tu mano y te facilite el trabajo, especialmente si sufres de alguna condición de las manos tales como artrosis o artritis. Continúa lijando hasta que la superficie del mueble se sienta suave, lisa y uniforme.
2. Listo para pintar
Ahora que tienes la madera lista y preparada, no te adelantes a aplicar la pintura final sin haber aplicado antes una o dos capas de una pintura selladora o primer. El objetivo de esta pintura protectora es cubrir las imperfecciones, sellar la madera y lograr que la pintura que apliques a continuación se adhiera con más facilidad. Si te resulta más sencillo, escoje una pintura selladora en espray.
Deja secar completamente entre capa y capa. Te comparto un secreto para que consigas un acabado duradero y profesional: cuando esté seca la pintura selladora, vuelve a lijar la superficie, pero esta vez con una lija fina. Limpia con un paño húmedo o aspira bien el polvo y ya está listo para pintar.
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