Vida Sana
Aunque se requiere hacer una pequeña inversión, la vida de tu mascota (¡y la tuya!) será mucho más agradable si le asignas un lugar y una cama. Dependiendo del tamaño de tu perro —o gato—, compra una de esas camas que venden para esta función o simplemente usa una cesta ancha con una almohada (y funda) que ya no uses para la cama. Para jugar con el estilo del cuarto, procura que la cama —o la funda de almohada— combine con el resto de la decoración del cuarto.
Un piso ideal para tu casa y tu mascota
Los pisos de vinilo, las losetas de cerámica y los laminados son ideales cuando se tiene mascotas, porque generalmente resisten a los arañazos. Por otro lado, son fáciles de limpiar, no absorben tan rápidamente el líquido si sucede algún accidente, y pueden mantenerse frescos en la época de calor. Si en tu casa los pisos son de madera, usa una alfombra de un color similar al pelo de tu mascota (como explico más adelante). Si tu casa tiene una alfombra de pared a pared, trata de aspirar cada dos o tres días para quitar las manchas.
El color de la alfombra
Las alfombras de área son muy útiles si tienes mascotas. Por un lado, sirven para proteger un piso delicado (especialmente si es de madera) y amortiguar el ruido de pisadas, y por otro, para proteger de resbalones a tu mascota. Escoge un color de alfombra multicolor, para que no se vean demasiado las manchas, o bien una alfombra que tenga el color predominante en el mismo tono del pelo de tu mascota.
Una funda para el sofá
Si tu mascota es una mimada, seguro que le gusta echarse alguna que otra siesta en el sofá. Mi recomendación es que inviertas en una funda de material resistente y lavable, que se ajuste bien y que puedas poner y quitar fácilmente de tu sofá. ¡Lo agradecerás cuando recibas visitas! Otra alternativa es que uses una manta decorativa para cubrir esa área del sofá, pero fíjate que el material sea resistente a manchas y, sobre todo, lavable. (Lee también lo que recomiendo en el No. 10).
El color y el acabado de la pared
Cuando uno tiene mascotas, tiene que pensar en cómo mantener limpias las paredes de la casa. El secreto está en escoger el acabado de pintura adecuado. Evita pintar con un acabado mate porque resulta muy difícil de limpiar. La mejor opción es el acabado semibrillante, especialmente en los cuartos donde pase más tiempo tu mascota. Este tipo de acabado no es tan brilloso y, lo mejor de todo, es que se pueden limpiar las paredes con un paño húmedo, sin correr el riesgo de dañar la pintura.
Un área en la entrada
Si tienes un perro y lo sacas a pasear, es buena idea designar un área en la entrada en donde mantener organizados todos sus accesorios. Una repisa puede resultar muy funcional, también un banco si le añades un par de cestas a la parte de abajo. Así, antes de entrar o salir, tendrás a mano la correa, las bolsas de plástico, un par de toallas con las que limpiar o secar las patas de tu mascota y otros accesorios.
La caja de los gatos
Hay varias opciones para disimular la caja de los gatos, mi favorita es colocarla debajo de una mesita más o menos del mismo tamaño de la caja y un poco más alta que tu gato. Coloca la caja con la arena debajo de la mesa y, para ocultarla de la vista, añade a los bajos o ribetes de la mesa una especie de cortina hecha de una tela ligera como el poliéster. Escoge un color alegre. Para sujetar la tela a los bajos de la mesa, es suficiente usar unas grapas.