Vida Sana
¡Es cierto! Limpiar la casa te puede llevar unos cuantos minutos si te acostumbras a una rutina de mantenimiento. Además, la limpieza del hogar hoy es más importante que nunca debido a la COVID-19. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan limpiar y desinfectar las superficies frecuentemente, como una medida de protección contra el virus. Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tiene una lista de los productos más eficaces para eliminar el nuevo coronavirus de las superficies duras, entre estos están el desinfectante Lysol y otros productos que puedes encontrar aquí.
Para mayor seguridad, tuya y de tu familia, distribuye los siguientes consejos de limpieza durante el día, y así no solamente mantendrás limpio y a salvo tu hogar, sino que también crearás los hábitos necesarios.
Limpia el lavamanos y el espejo del baño
Apenas te llevará un par de minutos y hará que el baño se vea mucho más limpio. Rocía el espejo con un limpiador para cristales (o partes iguales de agua y vinagre blanco) y frota usando toallas desechables o una bayeta de microfibra. Utiliza la misma bayeta para limpiar el lavamanos, prestando atención a las salpicaduras del grifo. Hazlo durante la mañana y asigna a alguien si puedes.
Rocía cada día la ducha y la bañera con un limpiador
En cuanto acabes de ducharte y todas las superficies estén todavía mojadas, rocíalas con uno de los limpiadores de mantenimiento (daily shower cleaner). Evitarás la acumulación de residuos del jabón y te hará la limpieza más fácil. De paso, usa una toallita húmeda desechable (como el Lysol Disinfecting Wipes) para limpiar el inodoro, y frota el interior de la taza con un limpiador y cepillo apropiado. Hazlo durante la mañana y asigna al último adulto que use la ducha.
Limpia los mesones de la cocina, el fregadero y la estufa
Comienza pasando una simple bayeta húmeda por los mesones de la cocina para retirar restos de comida. Recuerda que los mesones, al ser superficies porosas, son caldo de cultivo para los gérmenes, así que rocíalos diariamente con un limpiador que contenga vinagre o limón y sécalos bien. Para la limpieza diaria de la estufa, rocía con un limpiador antigrasa y seca con una toalla desechable. Luego de poner los platos en el lavavajillas, repasa el fregadero con una esponja y un par de gotas de jabón líquido. Hazlo las veces que puedas.
Limpia las sillas de la cocina y el comedor
Si tienes nietos o niños pequeños en casa, ya sabes cómo acaban las sillas después de comer. Con un aspirador de mano (lee mi consejo número 9), aspira bien las migas y restos de comida en las sillas, prestando especial atención a la junta entre el asiento y el respaldo. Si las sillas de tu cocina no son de tela, pasa un paño húmedo rápido para quitar residuos pegajosos. Hazlo después de la cena.
Barre y limpia el piso de la cocina
En pocos sitios parece acumularse tanto la suciedad como en el piso de la cocina, ¿verdad? Acostumbra a darle una barrida diaria al piso para retirar los restos de comida y evitar trasladarlos al resto de la casa. Luego, usa un trapeador que tenga el líquido limpiador y un paño desechable incorporados. Dependiendo del tipo de piso, también puedes crear tu propio líquido limpiador mezclando un poco de agua tibia con un poco de vinagre blanco. Hazlo después del almuerzo o la cena.
Tiende la cama y ahueca las almohadas
Tender la cama todos los días es el único modo de que el dormitorio se vea presentable en cualquier momento del día. Sacude bien las sábanas (con la ventana abierta si el clima lo permite), ahueca las almohadas y estira el edredón o la cobija. Planea lavar las sábanas en agua bien caliente una vez a la semana. Si tienes alergia a los ácaros del polvo, recuerda cubrir la almohada y el colchón con una funda protectora. Hazlo en la mañana.