Según Arévalo Valencia, si quieres bajar de peso, la misma herramienta puede ayudarte a evaluar tu dieta y a reconocer la cantidad de veces que comes fuera de casa cada semana.
Cuando la gente come fuera, explica, tiende a pensar que la comida es más saludable de lo que en realidad es porque no sabe lo que realmente contiene. Arévalo les dice a sus clientes que se fijen en lo que comen y que presten atención al condimento que llevan los alimentos, así como a la cantidad de grasa, sal y azúcar que contienen.
2. Ponte en movimiento
La actividad física es otra solución que actúa tanto sobre la hinchazón como sobre la grasa abdominal. Además de quemar calorías, tu movimiento también movilizará el aparato digestivo, fortalecerá los músculos y protegerá la densidad ósea.
El ejercicio cardiovascular, como caminar o correr, ayuda a eliminar la hinchazón y quemar calorías, mientras que el entrenamiento de resistencia o fuerza es esencial para reducir la grasa corporal y mantener la musculatura a medida que envejeces.
3. Consulta con el médico para que te indique sesiones con un dietista certificado
“Tu PCP [médico de atención primaria] puede recomendarte que visites a un dietista no solo para bajar de peso, sino para controlar las enfermedades crónicas”, dice Arévalo Valencia, y señala que los adultos mayores son propensos a tener alta presión arterial, reflujo gastroesofágico (ERGE), síndrome del intestino irritable y un alto nivel de colesterol. Si tienes un problema de salud que cumple con los requisitos de tu seguro médico, podrías recibir sesiones de asesoramiento. Busca un dietista certificado por medio de la Academy of Nutrition and Dietetics en eatright.org (en inglés).
4. Considera participar en programas grupales
Busca programas en los que puedas participar. Si al igual que el 40% de la población mayor de 50 años tú también tienes sobrepeso, podrías participar en el Programa Nacional de Prevención de la Diabetes, un programa gratuito de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que ofrecen muchos hospitales y centros médicos comunitarios. Si bien el objetivo es reducir el riesgo de contraer diabetes tipo 2, el programa también ayuda a controlar el estrés y a hacer ejercicio.
5. Recibe apoyo para dejar de fumar
Si estás listo para dejar de fumar —un hábito que se vincula a la obesidad abdominal, la hinchazón, el reflujo gastroesofágico y otros trastornos graves—, puedes tratar ambos problemas. Encuentra ayuda gratuita o asequible en 1-800-QUIT-NOW (1-800-784-8669), el consultorio médico o los CDC.
6. Sé realista
No existe una varita mágica, y la lucha para eliminar la grasa abdominal es un proceso largo. Incluso si tomas medicamentos o te operas para bajar de peso, tendrás que incorporar más ejercicio y una buena alimentación, advierte Pimentel. Arévalo Valencia añade que si bien no verás que el abdomen se encoge de la noche a la mañana, las medidas que tomes para adelgazar aportan grandes beneficios inmediatos: más energía y menos fatiga.
7. Sé compasivo contigo mismo
Es cierto que el exceso de peso en la cintura conlleva muchos riesgos para la salud. No obstante, engordar un poco en esta etapa de la vida es normal y natural. “Los seres humanos suben de peso con el paso de los años”, explica Freuman. También cita estudios que demuestran que un IMC ligeramente más alto (en inglés) en la edad adulta aporta beneficios para la protección de la salud.
“No dramatices con el aumento de peso normal y la mediana edad”, sugiere. “Eso crea una enorme presión y expectativas poco realistas”. Puede ser difícil controlar el número de la balanza, pero “puedes controlar tus comportamientos. Y además de consumir alimentos para mantener una composición corporal favorable, lo mejor que puedes hacer —sobre todo a medida que envejeces— es ejercicio”.
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