Cómo proteger financieramente a tu cónyuge
En lo que respecta a los beneficios de pensión, las decisiones cortas de mira pueden echar a perder el futuro.
In English | Hace poco almorcé con una amiga cuyo esposo, maestro, se jubiló hace cinco años. “Cometimos un gran error con la pensión de su empresa”, me dijo. “Tomamos la equivocada”.
Las pensiones vienen en dos versiones: la que contempla un pago mensual más grande que se hará al titular de la pensión mientras viva, y otra, con un importe mensual más pequeño, pero que no cesará al desaparecer el titular, sino que se extenderá a su cónyuge sobreviviente hasta que este muera. Ellos eligieron la del pago mensual más grande para disponer de más dinero para gastar. Ahora, ambos desearían haber elegido la versión que también se extendía a ella. La perspectiva de perder el ingreso de la pensión si él muere primero la dejó un poco asustada.
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Lamentablemente, esa es una historia común, y no solo en lo que respecta a decisiones sobre pensiones. En una pareja solidaria, cada parte desea que la otra esté protegida financieramente, en caso de quedar sola. Pero a veces eligen opciones sin visión de futuro o impiden, accidentalmente, que el otro reciba un dinero que necesita, solo por no haber remitido la documentación que correspondía. Aquí presentamos cuatro cosas que las parejas deberían considerar y que pueden salvar a un cónyuge de resultar perjudicado económicamente:
Déjale un ingreso mayor
¿Cuándo comenzarás a cobrar el Seguro Social? Un pariente mío, que se jubiló (con pensión) a los 60 años y ahora tiene un nuevo empleo y bien remunerado, tenía previsto reclamar su Seguro Social a los 62. Cuando escuché eso, aullé. Su esposa tiene ahorros y su propia pensión, y no precisan dinero extra ahora. Si espera hasta los 66, el importe de su cheque del Seguro Social será un 33% más elevado (más los ajustes por inflación) que si comienza a cobrar a los 62. Y será un 76% más alto si espera hasta los 70.
Es común decir: “Tomaré el Seguro Social a los 62 de modo que, si muero anticipadamente, no habré perdido el dinero que debería haber cobrado”. Eso podría ser un doble error. Primero, si estás saludable, probablemente vivirás más de lo que esperas. Al esperar para solicitar el Seguro Social, estás acumulando dinero extra para la jubilación. Segundo, los matrimonios no deberían pensar solo en sus ingresos actuales. Si, digamos, el esposo fuera el principal proveedor, cuanto más espere para cobrar su Seguro Social, mayor será el ingreso que le deje a su esposa sobreviviente, si él muere antes.
Verifica el beneficiario de tu cuenta personal de jubilación
Quienquiera que designes en el formulario de designación de beneficiarios de tu IRA (cuenta personal de jubilación) recibirá el dinero, más allá de que sea justo o no. Supongamos que te divorciaste y te volviste a casar, y designaste a tu nuevo cónyuge como heredero en tu testamento, pero olvidaste quitar el nombre de tu ex del formulario de designación de beneficiarios de tu IRA. Tu ex recibirá el dinero, aun cuando la sentencia de divorcio diga otra cosa. Deberías actualizar todos tus formularios de designación de beneficiarios al divorciarte o casarte, para evitar desheredar accidentalmente a un cónyuge.
El poder del “Sí, quiero”
¿Quién heredará los ahorros de tu 401(k) o de planes similares? Aquí, los cónyuges están superprotegidos. Cuando te casas, tu cónyuge tiene derecho a cada centavo de tu 401(k), desde el instante en que ambos dicen: “Sí, quiero”. Es una ley federal. El formulario de designación de beneficiarios es irrelevante, al igual que tu testamento. Si quieres otra cosa —por ejemplo, dejarle la totalidad o parte de lo que hay en tu 401(k) a hijos de un matrimonio anterior— puedes pedirle a tu cónyuge que renuncie a sus derechos. La renuncia tiene que hacerse por escrito y debe ser certificada o atestiguada por un representante del plan, y presentada formalmente ante tu plan.
Esto no puede hacerse antes de la boda, pues solo un cónyuge puede renunciar a estos derechos. Si tienes un acuerdo prenupcial, debería incluir la promesa de que tu cónyuge firmará la renuncia. Y llévalo a un notario inmediatamente después de la luna de miel, o incluso antes. En mi caso particular, había un notario en la ceremonia. Mi amado esposo firmó, incluso antes de que comenzara a sonar la música.
Beneficios garantizados de por vida de una anualidad variable
Estas anualidades combinan una inversión con un ingreso garantizado de por vida. Pero el ingreso generalmente dura solo lo que viva el titular, y finaliza si este muere. Cualquier beneficio conyugal cubre solamente el valor de la inversión de la anualidad o una indemnización por fallecimiento, señala el experto en anualidades Kevin Loffredi, vicepresidente de la firma de investigación de inversiones Morningstar. Si quieres que la anualidad cubra ambas vidas, normalmente tendrás que pagar más o aceptar un ingreso garantizado menor. A menudo, las parejas no se dan cuenta de que sus anualidades no contemplan al sobreviviente, dice Mark Cortazzo, de annuityreview.com, que se dedica a evaluar anualidades variables. Algunos vendedores tampoco lo saben. Si te aventuras a firmar uno de estos contratos, primero piensa en tu cónyuge.
Jane Bryant Quinn es experta en finanzas personales y autora de Making the Most of Your Money NOW (Obtén el máximo de tu dinero ahora).