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Películas extranjeras nominadas al Óscar

Aparte de ‘Roma’, hay otras cuatro que no debes dejar de ver.

Aunque Roma ha acaparado la atención con sus 10 nominaciones, hay otras cuatro contendientes que en su conjunto nos podrían mostrar el panorama político mundial. Cold War y Never Look Away se ubican ambas en la Europa de Este y se centran en artistas que son primeras víctimas tanto del fascismo como del comunismo. Capernaum y Shoplifters se centran en la pobreza abyecta que orilla a los niños a convertirse en delincuentes. 


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‘Cold War’

PAÍS: Polonia
DIRECTOR: Paweł Pawlikowski
GUION: Paweł Pawlikowski, Janusz Głowacki y Piotr Borkowski
ELENCO: Tomasz Kot, Joanna Kulig, Borys Szyc, Agata Kulesza, Cédric Kahn y Jeanne Balibar.
DURACIÓN: 84 minutos

A finales de los años 40, un músico viaja por la provincia buscando rescatar los ritmos del pueblo. Así conoce y se enamora de una joven cantante. La relación es libre, como al principio eran las intenciones de un sistema que busca la equidad, pero se empieza a dificultar a medida que el Estado se revela como lo que realmente es: un amante celoso e iracundo que exige fidelidad absoluta. Pawlikowski muestra con una fotografía en blanco y negro para mostrar un mundo sombrío y lúgubre, y añade la música para mostrar el contraste entre el folklor que rescata “los sonidos del pueblo”, con los himnos que sutil y siniestramente se “sugiere” se le compongan a Stalin. La protagonista, con sus bailes y ritmos desenfrenados desentona con el marco impuesto, con la rigidez del sistema. Su conducta se “sale del quicio”, de los márgenes impuestos y que demuestra que la libertad radical del artista no se puede abdicar. 


‘Never Look Away’

PAÍS: Alemania
DIRECCIÓN Y GUION: Florian Henckel von Donnersmarck
ELENCO: Tom Schilling, Sebastian Koch, Paula Beer, Saskia Rosendahl y Oliver Masucci
DURACIÓN: 188 minutos

Never Look Away es un caso de la vida imitando al arte. Al igual que Cold War, el filme se centra en la imposibilidad del artista de florecer en un sistema totalitario, pero va más allá y nos revela cómo los extremos ideológicos se tocan: la libre expresión del pintor está tan limitada en el fascismo como en el socialismo. En el primero, porque el arte debe mostrar los “valores nacionales, del pueblo”; en el segundo, porque debe ocuparse solo de aquello que le “sirva” a la clase trabajadora. La película arranca en un museo de Dresden donde se exhiben pinturas de arte moderno. La exposición se llama “Arte Decadente”, el año es 1937 y los nazis ya están en el poder. El guía explica a los visitantes que lo expuesto traiciona los valores “verdaderos” del pueblo germano. Entre quienes lo escuchan se encuentra el niño Kurt Bannert. A Kurt le gusta pintar y una “excéntrica” tía lo lleva a la exposición. Never Look Away se basa en la historia real del pintor Gerhard Richter, quien bajo el régimen nazi presenció como se llevaban a su amada tía Elizabeth al manicomio y luego a su exterminio (como hacían los nazis con todos los “débiles mentales”) para enamorarse después de la hija del hombre detrás de ese programa de eugenésica.


‘Capernaum’

PAÍS: Líbano
DIRECTORA: Nadine Labaki
GUION: Nadine Labaki, Jihad Hojeily, Michelle Keserwany, Georges Khabbaz y Khaled Mouzanar
ELENCO: Zain Alrafeea, Yordanos Shifera, Boluwatife Treasure Bankole, Fadi Youssef, Alaa Chouchniye, Cedra Izam y Nadine Labaki
DURACIÓN: 121 minutos

“Aunque existiera, la lágrima de un niño no justificaría el paraíso”, le dice Iván a su hermano Alyosha en Los hermanos Karamazov. Esto viene a cuento porque la palabra Capernaum, de origen hebreo, aparece en la biblia como uno de los lugares que “no tienen salvación.” Eso parece decirnos también Labaki sobre los habitantes de un miserable barrio en las afueras de Beirut. Solo tiene 12 años, pero para Zain, el protagonista, ya es demasiado tarde. Purgando una condena por apuñalar al hombre al que sus padres le vendieron a su hermana de 11, Zain decide demandarlos a ellos “por traerlo a este mundo”. El padre grita en la corte: “¿Creen que vendí a mi hija por gusto? No me quedaba otra. Si yo hubiera tenido sus oportunidades sería mejor persona que cualquiera de ustedes”. Y esa es la cuestión que Labaki desentraña en la historia que esta detrás de la insólita demanda de Zaid: en las condiciones de miserable abyección en la que viven los habitantes de un barrio en las afueras de Beirut, ¿había lugar para la moralidad? Su respuesta, indirectamente, es que sí, pero no la esperes de un adulto: es Zain quien puede aun reconocer las transgresiones inadmisibles. Lo que su padre, vencido por el alcohol y la desesperanza, no puede hacer, le sale a él como una segunda naturaleza. Su odisea lo lleva a huir del hogar y pasar indecibles desgracias. Desgarradora. 


‘Shoplifters’

PAÍS: Japón
DIRECCIÓN Y GUION: Hirokazu Kore-eda
ELENCO: Lily Franky, Sakura Ando, Mayu Matsuoka, Sosuke Ikematsu, Kairi Jō, Miyu Sasaki, Kirin Kiki, Naoto Ogata y Yoko Moriguchi
DURACIÓN: 121 minutos

Shoplifters también trata sobre cómo la pobreza puede llevar a los niños a robar para comer, pero, sobre todo, va en sintonía con la obra del gran maestro japonés que se ha dedicado a explorar el tema de la familia. La historia se ubica en el Japón moderno, cuando el país asiático pasaba por una dura recesión. Osamu, con la ayuda de su hijo, Shota, roba comida en tiendas de autoservicio. El hombre hace que la acción parezca un juego y que no le cause grandes pérdidas al establecimiento. Una noche de regreso al minúsculo departamento donde viven en un barrio bajo de Tokio, se encuentran a Yuri, una pequeña que al parecer ha sido abandonada por sus padres en una casa cercana a donde ellos viven. Shota y Osamu se la llevan al hogar en el que apenas cabe su numerosa familia. La llegada de la niña, al principio causa molestia entre ciertos miembros del clan, pero con el paso de los días, todos se van encariñando con ella. Lo interesante de la historia es que nada es lo que parece y las conexiones entre los protagonistas se asumen solo por los roles que les toca jugar en relación a toda la unidad familiar.