10 vestidos para curvas de todas las tallas
Haz lucir tu atributo preferido con estos consejos de vestir para el éxito.
TONY BARSON/FILMMAGIC/GETTY IMAGES; MIREYA ACIERTO/WIREIMAGE/GETTY IMAGES; SYLVAIN GABOURY/PATRICK MCMULLAN VIA GETTY IMAGES
"No, no, no, SÍ, no, no, no, no, no, tal vez"
In English | Así es como los editores de moda (como yo), los estilistas y los asistentes de compras de los grandes almacenes pasan por los estantes de vestidos para las sesiones de fotos y para clientes. Hay buenas razones para ser selectivas. Si bien miles de mujeres mayores de 50 años comparten la misma talla de vestido, diferimos mucho en las proporciones del cuerpo, la distribución del peso y la altura. Las tallas 16 a 18+ son ahora las nuevas tallas normales (¡con algunas marcas que llegan incluso a la talla 30!), pero, como persona con información privilegiada, sé que incluso las mujeres de figura completa de talla 8, 10 o 12 batallan con curvas en el busto, la cintura, la cadera, el trasero o los muslos... así que vamos, ¡seamos incluyentes aquí! Todas podemos vestirnos con una actitud corporal positiva si sigues mis 10 consejos. Inspírate con estas fotos y vestidos.
Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín
1. Ceñido arriba y amplio abajo; los opuestos atraen la atención adecuada
Si tienes poco o nada de cintura y eres voluptuosa en la parte baja del cuerpo, no hay nada mejor que un vestido así. El truco es elegir un estilo sin cinturón que sugiera una cintura que bordee el torso antes de abrirse en una falda de corte en A. Un escote ancho tipo bote, en forma de V abierta o un cuello amplio con tiras separadas son también buenas ideas para ayudar a balancear la amplitud en el busto y en la parte baja. Usa un largo más bajo para que el vestido fluya; justo debajo de la rodilla para las más bajitas y un poco más largo para las más altas.
2. Muestra los hombros para realzar la armonía del cuerpo
¿Recuerdas cómo nos encantaban las hombreras? Las prendas sin hombros, casi sin hombros o con hombros recortados con mangas y aberturas te dan resultados similares al crear un hombro horizontal marcado y así balancear las curvas en el busto, las caderas o los muslos. Mantén la atención en el escote al elegir un vestido de color sólido. Si eres de una imponente talla 12, 18 o 22, estos vestidos son ideales en sus versiones modificadas más modestas. Guarda el look de hombros totalmente descubiertos para los fines de semana y las noches.
3. Envuelve tus curvas para moldear, contener y mostrar contornos
El vestido cruzado es el mago de los vestidos. Las ilusiones que logra incluyen un diseño traslapado que crea un escote en V que favorece el busto y define tu torso; una banda ajustable en la cintura que la simula o la amplifica si la tienes; una envoltura doble por debajo que difumina los gorditos en la barriga y deja ver algo de pierna para darte mayor alargamiento del cuerpo cuando caminas y te sientas. Busca telas flexibles como materiales viscosos, poliéster o mezclas de algodón/seda, modal/poliéster o poliéster/spandex que se adhieren a las curvas, pero con algo de sustancia. Si tienes senos grandes y una caja torácica pequeña o has perdido definición y tonicidad corporal, este vestido te dará forma.
4. Usa el color para jugar deliberadamente con las curvas y acentuarlas o reducirlas
La idea de un vestido en bloques de colores es simple: los colores claros y brillantes atraen y dan énfasis, los tonos oscuros eliminan el énfasis. Busca un vestido con bandas negras en los lados, en el abdomen o cintura, y el resto en blanco para obtener una solución neutra y simple. Si te encantan los vestidos ceñidos, pero quieres minimizar los altibajos de tu silueta por delante o por detrás, o simplemente minimizar los gorditos del abdomen, todo lo que necesitas es una franja negra bien colocada.
5. Usa telas firmes y líneas rectas para tonificar tu silueta
Un vestido camisero es como un entrenador personal. Convierte las curvas rápidamente en una línea más firme, gracias a la estructura afilada, el detalle de botones frontales verticales y telas tejidas frescas como algodón, cambray, lino, mezclilla o popelina que mantienen su forma. Busca clásicos actualizados, con un largo por debajo de la rodilla, de falda completa, un cinturón para recortar un poco la cintura y mangas con volantes.
6. Deja que tu vestido quede holgado
Ni muy flojo, ni muy apretado: un vestido a la rodilla y que oscila como un trapecio en forma de A es una elección perfecta si tu peso fluctúa de arriba a abajo o si estás pasando por una fase de hinchazón. Para las mujeres que encuentran que las libras de más se ubican debajo de la cintura, la silueta acampanada minimalista y limpia las libera de las fajas moldeadoras. El enfoque aquí está completamente en tu rostro y piernas, por lo que todo lo que necesitas es maquillaje y unos zapatos fabulosos. Mantente a la moda y elige vestidos con drapeado sutil o mangas llamativas.
7. Prueba un vestido femenino largo y suelto para un cambio que empodere el cuerpo
¿Quién iba a decir que los vestidos hasta los tobillos serían un éxito entre las mujeres bien dotadas por todas partes? Tal vez sea el momento oportuno... resultado del #MeToo y de los movimientos que empoderan el cuerpo, y la tendencia hacia un estilo de vestir más conservador y cubierto. ¿Tal vez solo queremos usar un bralette y olvidarnos de la faja moldeadora por completo? O tal vez queremos quedarnos con ambos... La clave es mostrar algo de definición en el cuerpo para que nuestras curvas no se pierdan por completo en la tela. Podrías elegir un vestido sin mangas (los brazos desnudos compensan la falta de visibilidad de las piernas) o ponerte un cinturón u optar por una cintura ligeramente flexible o con cordón para un blusón.
8. Usa mangas atrevidas en tu vestido como táctica de estilo y distracción
Durante años, nos encantaron las mangas 3/4 porque nos hacían lucir bien (todas las mujeres tienen antebrazos y muñecas relativamente delgados) y por el espacio para usar pulseras. Es hora de actualizarse para lograr efectos especiales más ópticos. Por ejemplo: las mangas hasta el codo hacen que tu cintura se vea más estrecha (pruébalas); las mangas tipo campana, con volantes y en capas agregan volumen y ocultan la parte superior de los brazos y enmarcan el cuerpo para crear una ilusión de delgadez, así que no necesitamos chaquetas o cárdigan.
9. Deja que una tela con bastante estampado haga el trabajo de camuflaje
¿Te has fijado cómo un sofá estampado oculta las manchas, el pelo del perro y los cojines deformes mejor que un color sólido? Un estampado total ondulante, artístico, gráfico, floral, de hojas, de puntos o de leopardo funciona de la misma manera en los vestidos. Camufla cualquier cosa que te moleste (aunque tengas una actitud positiva respecto a tu cuerpo, podrías tener cosas que no te gusten; todas las tenemos —gorditos, un tambaleo o libras de más—) al mantener el ojo en movimiento. El estampado a pequeña escala funciona mejor en vestidos ajustados y estilos simples, mientras que el estampado a gran escala, abundante o más vistoso funciona mejor en vestidos con más volumen y detalles de diseño. Además, los estampados son simplemente divertidos, y si derramamos el té, el café o el vino, ¡nadie lo notará!
10. Un cuello en V es un punto de poder que nunca deja de favorecernos
Un lindo vestido con el escote equivocado para tus amplias curvas nunca te hará sentir ni lucir bien. Un cuello en V aumenta la cantidad de piel expuesta, por lo que un cuello en V largo y estrecho hace que un cuello y torso anchos parezcan más largos, mientras que un cuello en V ancho ayuda a que el pecho y las caderas se vean más armoniosas. Si tu vestido es así, considéralo la cura para las curvas.
Para más consejos de belleza y estilo para las mujeres de 50 años o más, échale un vistazo a The Woman’s Wakeup: How to Shake Up Your Looks, Life, and Love After 50 (El despertar de la mujer: cómo renovar la apariencia, la vida y el amor después de los 50) por Lois Joy Johnson, y la revista de AARP Beauty & Style.