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Cabo Charles Thomas

Un radioperador que le cubrió la espalda a su compañero.

Charles Thomas fuma un cigarrillo.

Cortesía de Joe "Popeye" Hammes

El radioperador Charles Thomas en un descanso para fumar.

Guerra de Vietnam, 1968-69
Cabo Charles Thomas
por el teniente Karl Marlantes

In English | Karl Marlantes tenía 23 años cuando llegó a Vietnam como oficial del Cuerpo de Marines.

Charles Thomas era un joven de 18 años cubierto de canas; cuando yo llegué, hacía siete meses que él se encontraba allí. Era mi operador de radio, y me ayudó. Siempre me soltaba consejos indirectos. Decía cosas como: "Bueno, no sé, teniente. Yo lo pensaría dos veces". Afortunadamente, yo lo escuchaba. Y se crea un acercamiento, porque los operadores de radio están con uno todo el tiempo. Una vez, a principios de diciembre de 1968, estábamos en una misión larga arriba en las montañas, y era la época de los monzones. No nos podían llegar las provisiones de reabastecimiento y estuvimos sin comida durante tres o cuatro días. También hacía frío, pero no teníamos ropa extra, solo la que se nos iba pudriendo encima. Una noche tuve hipotermia. No podía pensar y comencé a temblar. Todos sabíamos que la hipotermia puede ser fatal. Y Thomas simplemente me recostó en el suelo y nos envolvió a los dos con el forro acolchado de un poncho y me abrazó. Y entonces el calor de su cuerpo restableció mi temperatura. Me salvó la vida.

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Pero luego, como él tenía mucho talento, lo designé líder de escuadrón. En 1969 estábamos asaltando una colina y envié a Thomas y a su escuadrón alrededor, hacia la parte trasera. Quería que tendieran una emboscada. Como estábamos en una batalla, yo le gritaba: "¡Maldición, Thomas, quiero esa ametralladora allá!" Él se apresuró y quedó al descubierto; las tropas del Ejército de Vietnam del Norte asentadas en la cresta de la colina vieron al escuadrón y lo atacaron con granadas propulsadas por cohetes. Mataron a Thomas y a otro marino.

Yo tuve que revisar todos los cuerpos para retirar de los bolsillos —si se puede creer— cosas como fotos de mujeres desnudas, para que sus padres no se sintieran ofendidos; el hecho de que su hijo vuelva a casa en una bolsa para cadáveres ya es suficientemente malo de por sí. Y del bolsillo de Thomas saqué una carta de su madre que recuerdo decía: "No te preocupes, Butch". Nosotros nos conocíamos solo por apellido y sobrenombres. Nunca supe que él era Butch, que así lo llamaba su madre. "No te preocupes, Butch, estarás de vuelta en casa en solo once días".

Marlantes, de 73 años, autor de la memoria What It Is Like to Go to War y la novela Matterhorn, vive en Woodinville, Washington, y está trabajando en una nueva novela.

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Galen Grethen