Vida Sana
Guerra de Vietnam, 1966
Galen Grethen, soldado
por José Andrés Girón, soldado especialista 4
Girón recibió la Medalla de Mención del Ejército por Heroísmo con una “V” adjunta por valor en combate durante su período de servicio, es un artista y diseñador gráfico galardonado radicado en Phoenix, Arizona. Grethen, que ya había ayudado a salvar una vida el día en que perdió la suya, recibió póstumamente la Estrella de Bronce con una “V” adjunta por valor en combate.
| José Andrés Girón sirvió en una de las primeras tropas aerotransportadas de combate de la 101.ª División Aerotransportada en llegar a Vietnam en julio de 1965.
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Era un lugar deprimente. Todos los días salíamos de patrulla o misión. Llevábamos la misma ropa puesta día tras día, atravesando ríos, arrancándonos sanguijuelas de nuestros cuerpos y quemándolas con cigarrillos. Una vez nos perdimos y nos quedamos sin cigarrillos, comida o agua por unos tres días. Soñaba que estaba de regreso en Phoenix disfrutando de una noche de verano, y entonces me despertaba en ese infierno. Cuando por fin nos encontraron, nos dejaron caer un poco de agua y comida. Esas latas de habas de lima que odiábamos, ¡qué sabrosas nos parecieron!
Y todos los días sabíamos que podíamos morir hoy; podíamos morir mañana. Pero si lográbamos sobrevivir solo este año, podríamos estar en casa, disfrutando de una hamburguesa y —Dios mío— ¡un refresco! Queríamos sobrevivir. Pero algunos no lo logramos.
Unos nueve meses después de comenzar mi período de servicio, me hirieron de un disparo en una emboscada durante una misión de localizar y aniquilar en Tuy Hòa. El sonido del fuego era ensordecedor. Había balas por todas partes. Todos estábamos disparando como locos. Una bala me hirió en la pierna. Grité para que me ayudaran.
Tumbado, sangrando, esperando, vi a Doc —Galen Grethen— el médico. Parecía ser muy joven. Tenía una carita en la que siempre llevaba puestos anteojos negros, con un corte de pelo militar plano, y era un poco torpe. Jugábamos a las cartas con él durante nuestros descansos —cuando jugábamos, él cobraba vida— y se ganó un par de pozos grandes.
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