Un amigo de cuatro patas en tiempos de guerra
Un veterano de Vietnam recuerda a Ramo, su fiel perro explorador.
Guerra de Vietnam, 1970-71
Ramo
por el soldado especialista 4 Jim Brim
In English | Jim Brim llegó a Vietnam en julio de 1970; cuando se unió a un pelotón de perros exploradores asignado a la División 25 de Infantería del Ejército de Estados Unidos, se convirtió en el guía de Ramo, un pastor alemán.
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El sargento me dijo que era afortunado de tener a Ramo porque era muy bueno en lo que hacía. Ramo era un perro explorador; su tarea consistía en detectar emboscadas y encontrar armas trampa.
Trabajábamos siete días y después volvíamos a la base. Ese era el máximo de tiempo que un perro podía estar fuera. Yo cargaba su comida y su cantimplora, además de mi propio equipo que incluía un rifle M16, cargadores con municiones, granadas de mano, una manta y mi comida. Nos subíamos a un helicóptero y nos llevaban hasta una unidad de infantería, y allí nos dejaban.
Yo me encariñé con Ramo. A veces dormía en la tienda conmigo. Siempre estaba a mi lado: de pie, sentado, recostado. Teníamos un lazo sin palabras. Y estuvimos en situaciones de mucho peligro —nos vimos bajo el fuego de morteros y armas pequeñas— pero Ramo permaneció constantemente a mi lado.
Cuando completaban su itinerario, a los perros los sacrificaban o los entregaban al Ejército de Vietnam del Sur. Pero en 1971, Estados Unidos decidió enviar los perros de regreso a la base Lackland de la Fuerza Aérea en San Antonio. Ramo fue uno de los primeros en viajar. Fue difícil verlo partir, pero me alegré de que no se quedara en Vietnam. Nunca más lo volví a ver. Espero que haya completado sus días en un sitio fresco y sombreado.
Brim, de 70 años, se estableció como planificador financiero y asesor de inversiones en Bartlesville, Oklahoma.