Desde limpiaparabrisas que no funcionan bien hasta neumáticos desinflados, el clima invernal puede dañar tu auto. Eso puede ser un problema para el 70% de las personas en Estados Unidos que viven en un área con un clima invernal fuerte: un promedio de 5 pulgadas o más de nieve al año, según la Administración Federal de Carreteras.
Estas son seis maneras en que el frío, la nieve y el hielo pueden afectar tu auto, y cómo evitar que suceda o lidiar con la situación.
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Neumáticos sin tracción
Las llantas se endurecen. Las llantas están en contacto directo con la carretera. En el tiempo frío, pueden endurecerse, dice Benjamin Preston, reportero de autos de Consumer Reports, y eso se traduce en una conexión menos firme con la carretera.
Para hacer frente a esto, Preston recomienda usar neumáticos para todas las estaciones con una clasificación “montaña de tres picos” para la nieve. O, si vives en una región muy fría y con nieve, puedes tener un neumático para la nieve al que cambias cuando el tiempo se vuelve malo.
“Las llantas con clasificación para invierno, en particular las especializadas para la nieve y el hielo, tienen un compuesto de goma más suave”, dice. Esto permite más agarre en el frío.
Los neumáticos se contraen y pierden presión. El tiempo frío también puede causar que el aire de las llantas se contraiga y la presión disminuya. “Se supone que debes revisar la presión del aire periódicamente de todos modos —no es que nadie lo haga—, pero especialmente cuando hay grandes fluctuaciones de temperatura, es una buena idea verificar la presión del aire de las llantas”, dice Preston. Asegúrate de que lleguen al número recomendado por el fabricante, que se encuentra en el manual del propietario. Conducir con una presión no óptima tiene un sinnúmero de efectos negativos, entre ellos reducir el agarre, aumentar las distancias de frenado y disminuir el ahorro de combustible.
Todos los autos producidos desde el 2007 cuentan con un sistema requerido para mantener un registro de la presión de los neumáticos, dice Preston. Muchos de estos sistemas te dirán qué llantas están bajas, pero si tu sistema no lo hace, solo asegúrate de mantener un medidor de llantas en tu auto para que puedas medir la presión de aire en cada llanta y llenar las que lo necesitan.
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