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Ahorra para el futuro

¿Tendrás suficiente dinero para vivir como quieres durante la jubilación?

Mujer mayor sonriendo con un tablero detrás con palabras como retiro - Ahorra para el futuro

Tooga/Getty Images

55 millones de personas en Estados Unidos no tienen acceso a un plan de ahorros jubilatorios en el lugar de trabajo.

In English |  Acepta la realidad, la vida es cara. Hoy en día vivimos una vida más activa y comprometida durante 20 o 30 años más de lo que vivieron nuestros abuelos. Necesitaremos mucho más dinero para financiar esa vida. Entonces, no es de sorprender que una de las cosas a la que más le tememos acerca de vivir más tiempo es que se nos acabe el dinero.

Desgraciadamente, este temor es real para muchos de nosotros. Un hecho sorprendente: más de la mitad de los hogares de personas que se aproximan a la jubilación carecen de ahorros jubilatorios y el Seguro Social es el que provee la mayor cantidad de ingreso de jubilación para casi la mitad de los hogares cuyos jefes de familia son personas de 65 años o más.

¿Por qué muchos de nosotros no hemos ahorrado para la jubilación? Las razones son simples. Estamos ocupados con nuestras vidas. Nuestra mente está más ocupada con lo que sucederá la semana entrante que con lo que sucederá dentro de 30, 40 o 50 años. La mayoría de nosotros nunca se ha sentado a pensar con detenimiento qué necesitaremos para vivir cuando seamos mayores. Algunos pueden considerarlo como un panorama desalentador. Algunos sienten que no tienen suficiente tiempo en este momento para dedicarse a pensar en eso. Aun así, hay algunos que no saben por dónde comenzar a calcular lo que necesitarán porque nunca han pensado cómo serán sus años de jubilación. ¿Me gustaría viajar? ¿Quisiera continuar en un trabajo a tiempo parcial o comenzar un negocio nuevo? ¿Me gustaría seguir mi pasión y propósito mediante el trabajo voluntario? ¿Me tendré que encargar de mis padres durante su vejez?

Además de todo esto, para muchas personas, en especial los jóvenes, la jubilación en el sentido tradicional no tiene mucho sentido. Podrían hacer caso omiso a los consejos de sus familiares y planificadores financieros en cuanto a ahorrar para su jubilación. Además, la idea de conseguir seguridad económica tampoco es motivo suficiente. Tras experimentar las altas y bajas del mercado laboral, el de valores y el de bienes raíces durante años recientes, han sentido el impacto de esas fluctuaciones en las personas que están a punto de jubilarse o ya se jubilaron, así que es común que perciban los ahorros para la jubilación como un ejercicio infructuoso.

También hay obstáculos prácticos. Cincuenta y cinco millones de personas en Estados Unidos carecen de acceso a un plan de ahorros jubilatorios en el lugar de trabajo. No obstante, los empleados que logran ahorrar para su jubilación mediante deducciones directas de su cheque de nómina tienen 15 veces más probabilidades de ahorrar. Los pequeños negocios y AARP han unido esfuerzos para apoyar la legislación Work and Save (Trabaja y ahorra) a nivel estatal, una manera sencilla de que los negocios ayuden a sus empleados a ahorrar para que tengan un futuro seguro e independiente. Para obtener más información acerca de esos planes, visita aarp.org/ppi/state-retirement-plans/.

Es evidente que ha llegado el momento de cambiar la conversación —o en muchos casos, comenzarla— hacia el tema de la planificación financiera para nuestra vejez. ¿Qué tal si, en lugar de ahorrar para la jubilación, pensamos en ahorrar para la vida, ahorrar para la oportunidad de hacer las cosas que siempre hemos querido?

Esta nueva visión de financiar nuestro futuro trasciende de ahorrar para nuestra jubilación a mejorar nuestra adaptabilidad económica a lo largo de nuestras vidas, en especial durante nuestros tradicionales años de jubilación. Cuando lo consideramos desde esta perspectiva, comenzamos a tener un enfoque holístico en cuanto a financiar nuestro futuro. Nuestro enfoque no se limita a ahorrar para la jubilación, sino en estar pendientes de dónde ponemos nuestro dinero, en crear fondos de emergencias, lidiar con presiones económicas y proteger nuestros activos además de adquirir más conocimiento acerca de cómo administrar nuestro dinero.

La meta de la adaptabilidad económica no se limita a la ausencia de dificultades económicas o a poder mantenernos; se trata de tener los medios para cumplir con nuestras metas y nuestros propósitos. En otras palabras, no se trata solamente de sobrevivir la vejez, sino de estar bien y poder costear la vida que quieres vivir.

Jo Ann Jenkins es la directora ejecutiva de AARP.

(Adaptación de Disrupt Aging: A Bold New Path to Living Your Best Life at Every Age, por Jo Ann Jenkins y Boe Workman, Asuntos públicos, abril del 2016).

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