El cierre parcial impide que algunas personas puedan comprar casa
Los defensores de derechos alertan de los efectos negativos del cierre en la población de bajos ingresos.
In English | El cierre parcial de la Administración impide la compra de casas, y en otros casos ha demorado el proceso y ha generado el temor de que los inquilinos de bajos ingresos, que reciben asistencia con el alquiler, se vean afectados por el vencimiento de los contratos entre el Gobierno federal y los propietarios.
En el ámbito de la vivienda, los efectos del cierre parcial de casi tres semanas lo están sintiendo los que contaban con préstamos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para comprar un nuevo hogar. Los préstamos del USDA para compradores de ingresos bajos y moderados fuera de zonas urbanas son particularmente atractivos porque ofrecen un 100% de financiamiento.
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El plan de acción del USDA para el cierre parcial dice que detener los préstamos y las subvenciones por más de dos semanas "tendría un impacto negativo en la economía rural". El plan indica que la demora del cierre retrasaría el inicio de la construcción "e implicaría una costosa inconveniencia para los compradores y vendedores que dependen de un préstamo de vivienda para hogares unifamiliares, o del cierre de un préstamo con garantía".
Una encuesta de este mes que la National Association of Realtors administró a más de 2,200 de sus socios encontró que casi un cuarto de sus agentes de bienes raíces vieron que el cierre parcial afectó a clientes actuales o potenciales. Los problemas para obtener un préstamo del USDA fueron el motivo principal del retraso.
El cierre parcial también está afectando a los programas federales que proveen ayuda a los inquilinos de bajos ingresos. El Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano (HUD) de EE.UU. tiene contratos con propietarios privados que brindan asistencia con el alquiler. Más de 1,000 de estos contratos se habrán vencido para finales de enero.
Entre los programas afectados se encuentra la asistencia con el pago del alquiler bajo la Sección 8, que desempeña un papel fundamental para ofrecer vivienda asequible a los adultos mayores del país, a las personas con discapacidades y a las familias con hijos menores. Según el Center on Budget and Policy Priorities, más de dos tercios de los hogares que usan los programas de vivienda del HUD son de adultos mayores o personas con discapacidades.
Los defensores de los derechos a la vivienda temen que, si el cierre de la Administración continúa hasta febrero o marzo, podría impactar a los inquilinos y que, si se prolonga, aumentaría el riesgo de perder sus viviendas subsidiadas por el Gobierno.
Los propietarios dependen de los ingresos de la Sección 8 para compensar la diferencia entre el alquiler que pagan los inquilinos del programa del HUD y el monto completo del alquiler. Además, usan los ingresos de los contratos de asistencia con el alquiler para mantener sus propiedades en buen estado y para cubrir el pago de los empleados de las mismas. "La mayoría de los propietarios tienen suficientes recursos para cubrir las pérdidas por varios meses, pero algunos no los tienen y pocos, o ninguno, pueden absorber semejantes pérdidas por un período de tiempo largo sin correr el riesgo de incumplimiento y pérdida de la propiedad", comentó Douglas Rice, analista sénior de políticas, del Center on Budget and Policy Priorities en un comunicado.