Proteger el Seguro Social y Medicare toma el lugar central en el discurso del estado de la Unión

La nueva ley de medicamentos recetados ya ha marcado una diferencia para él

Mientras el presidente Joe Biden describía en su discurso sobre el estado de la Unión cómo quiere ampliar los beneficios de la ley de medicamentos recetados de casi 2 años, Steven Hadfield lo observaba desde el palco de la primera dama Jill Biden en el Capitolio. Hadfield, de 71 años, fue uno de los invitados a presenciar el discurso porque ha sido un defensor franco de los adultos mayores como él. Durante años, él ha luchado para pagar los medicamentos que necesita para mantenerse vivo. 

Hadfield tiene macroglobulinemia de Waldenström, un cáncer de sangre, así como diabetes. Brukinsa, el medicamento que toma para tratar su cáncer, tiene un precio de $16,000 al mes, y también toma otros medicamentos recetados para controlar su diabetes.

“Los medicamentos no deberían costar esto”, dijo Hadfield en una entrevista telefónica poco después de volar a la capital del país desde su casa en el suburbio de Charlotte, Carolina del Norte. “Estas personas están vendiendo estos medicamentos que no deberían costar tanto”.

Después de pasar su vida trabajando en tiendas minoristas, Hadfield dice que continúa trabajando a los 71 años porque sus beneficios del Seguro Social simplemente no se extienden lo suficiente para pagar por lo básico y todos los medicamentos que necesita. Ahora tiene varios trabajos, incluso en el estadio deportivo de Charlotte.

“Temo que si me jubilo, no podré costear lo que necesito para sobrevivir”, dice, aunque a sus hijas les preocupa el costo que su trabajo puede tener para su salud. “Nadie en Estados Unidos debería tener que vivir de esta manera”.

Hadfield dice que, desde la aprobación de la nueva ley de medicamentos recetados, ya ha recibido algún alivio de sus altas facturas de medicamentos. A partir de este año, cuando los beneficiarios de Medicare con costos lo suficientemente altos entran en la fase catastrófica de la cobertura de medicamentos recetados de la Parte D, ya no tendrán ningún costo de bolsillo durante el resto del año.

Hadfield ya ha alcanzado ese estatus, ya que ha pagado más de $3,000 de su bolsillo en tan solo los dos primeros meses del 2024. También se está beneficiando, dice, del límite de $35 de los costos de bolsillo para la insulina. Antes de la nueva ley, su insulina le costaba $400 al mes. Y él espera con ansias que llegue el límite de $2,000 para los gastos de bolsillo de los medicamentos recetados de la Parte D, que entrará en vigor el próximo año.

Su visita al Congreso para asistir al mensaje del presidente no es la primera vez que Hadfield viaja a Washington D.C. para ser parte de la batalla por precios más bajos de los medicamentos recetados. 

En agosto del 2023, Hadfield presentó al presidente Biden en un acto en la Casa Blanca para llamar la atención sobre los beneficios de la Ley de Reducción de la Inflación, que entonces tenía un año. 

La ley, dijo, “me ha dado una nueva oportunidad para vivir. Durante demasiado tiempo, los fabricantes de medicamentos hicieron una fortuna mientras los pacientes como yo viven con miedo constante, preguntándose cómo pagaremos por nuestros medicamentos”.