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Vacunación contra la COVID-19 prioriza mayores de 65 años o con enfermedades

Los estados con mayor proporción de personas mayores y los que administren la vacuna con mayor rapidez recibirán más dosis.

Una mujer que lleva una mascarilla se encuentra fuera de un sitio de vacunación COVID-19

BLOOMBERG / GETTY IMAGES

Una mujer espera recibir la vacuna contra la COVID-19 en Bathgate Industrial Park, en el distrito del Bronx de la ciudad de Nueva York.

In English | Las personas mayores de 65 años en Estados Unidos deben poder acceder enseguida a las vacunas contra el coronavirus, según anunció el martes Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Con este mismo fin, los estados con mayor proporción de personas mayores recibirán más dosis de las vacunas.

Azar agregó que la vacunación también debe priorizarse para las personas menores de 65 años cuyas enfermedades las expongan al riesgo de padecer casos graves de COVID-19.

"Es obvio que a estas alturas tenemos suficientes dosis para ampliar los criterios y vacunar a cada vez más personas vulnerables en nuestro país", dijo Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en una rueda de prensa sobre las labores de vacunación.

AARP ha estado instando a que las autoridades federales aceleren la vacunación de adultos mayores. Jo Ann Jenkins, directora ejecutiva de AARP, envió el lunes una carta a Azar en que le pidió tomar medidas inmediatas para priorizar a los adultos mayores y resolver los problemas que han ralentizado la administración de la vacuna a nivel nacional.

Azar destacó cuatro maneras en las que el HHS promoverá que los estados reorienten sus labores de vacunación con el fin de vacunar a más personas en Estados Unidos, sobre todo entre la población mayor de 65 años.

1. Ampliar los criterios de acceso a la vacuna

Azar pide que los estados permitan enseguida la vacunación de todas las personas mayores de 65 años, así como de las menores de 65 años cuyas enfermedades las expongan al riesgo de contagiarse del coronavirus.

Según las primeras orientaciones de los CDC, los estados debían priorizar primero a los trabajadores de la salud y a los residentes y empleados de hogares de ancianos, seguidos por los mayores de 75 años y los trabajadores esenciales de primera línea.

La ampliación de la población que puede recibir la vacuna "es la manera más eficaz de salvar vidas en este momento", dijo Azar en la rueda de prensa. Las autoridades estatales toman las decisiones definitivas sobre cuándo se administra la vacuna a poblaciones específicas. En algunos estados ya se ha empezado a vacunar a los mayores de 65 años.

2. Abrir más centros de vacunación

Por otra parte, las autoridades federales piden que los estados amplíen en gran medida la disponibilidad de lugares donde la población pueda recibir la vacuna contra la COVID-19. El HHS ayudará a los estados a establecer dichos lugares, que podrán incluir farmacias locales, centros de salud y sitios de vacunación masiva.

El Gobierno se ha asociado con 19 cadenas farmacéuticas y entidades —entre ellas CVS, Walgreens, Kroger y Walmart—, y los estados pueden asignar las dosis directamente a dichos socios, que a su vez programarían las citas para administrar la vacuna, según afirmó Azar.

El uso de las farmacias permitirá que el público acuda a "un lugar donde las personas en Estados Unidos se sientan cómodas para recibir la vacuna", dijo Gustave Perna, general del Ejército estadounidense y director de operaciones de Operation Warp Speed. Algunas farmacias ya han estado administrando la vacuna a trabajadores de la salud y residentes de hogares de ancianos.

3. Distribuir más dosis

Desde el inicio de las labores de vacunación en diciembre pasado, el HHS ha retenido millones de dosis para que estuvieran disponibles a la hora de administrar la segunda inyección de la vacuna. En el caso de la vacuna de Pfizer-BioNTech, esta segunda inyección debe administrarse 21 días después de la primera; la vacuna de Moderna tiene un plazo de 28 días para la segunda dosis.

El HHS ahora distribuirá a los estados las dosis que había reservado. Azar subrayó que ambas empresas farmacéuticas están produciendo suficientes dosis a un ritmo que permitirá administrar la segunda inyección a todas las personas que hayan recibido la primera.

En la comunidad científica se ha debatido si una sola dosis será suficiente para lograr cierta medida de protección, y si es esencial administrar la segunda dosis exactamente en el plazo de tres o cuatro semanas recomendado por las farmacéuticas. "De acuerdo con los datos y pruebas científicos con los que contamos, es esencial que la gente reciba de forma oportuna la segunda dosis", dijo Azar. Es la misma postura que ha asumido la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), dependencia que autorizó el uso de las vacunas.


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4. Administrar todas las dosis disponibles de la vacuna

Los estados con mayor proporción de adultos mayores recibirán más dosis de la vacuna, las cuales también serán asignadas en función del ritmo con que los estados hayan logrado administrarla. Hasta la fecha, las dosis se han asignado de acuerdo con la población total de cada estado.

Según afirmó Azar, las grandes discrepancias reveladas en los datos sobre la administración de la vacuna podrían deberse a deficiencias en la información proporcionada por los estados. Por esta razón, el HHS ha decidido dar más tiempo a los estados para que corrijan sus datos. Después de dos semanas, según indicó Azar, los estados que presenten rezagos en la administración de sus dosis asignadas verán reducidas sus asignaciones posteriores en favor de los estados cuyas labores de vacunación sean más eficientes.

Este esquema "incentivará a los estados para que se esmeren por proteger a las personas, en lugar de permitir que [la vacuna] permanezca en almacenes o congeladores", dijo Azar. "Con la cantidad de casos que tenemos ahora, no podemos perder ni un momento".