11 situaciones que afectan la elegibilidad para beneficios por desempleo
Motivos por los cuales se te podrían negar los beneficios.
In English | Si perdiste el empleo —ya sea por despido o recorte de personal—, probablemente deseas recibir beneficios por desempleo.
Llenar la solicitud puede ser complicado y quizás te sientas un poquito avergonzado, pero debes superarlo. Este beneficio puede ayudarte a mantener la seguridad económica mientras buscas empleo.
“No he hallado ningún estigma asociado a recibir beneficios por desempleo”, dice Lori B. Rassas, abogada de asuntos laborales y autora de The Perpetual Paycheck: 5 Secrets to Getting a Job, Keeping a Job, and Earning Income for Life in the Loyalty-Free Workplace (El sueldo perpetuo: 5 secretos para conseguir empleo, mantenerlo y tener ingresos de por vida en un lugar de trabajo sin lealtad). “Hace años, pudo haber existido. Pero debido al gran número de personas talentosas que están desempleadas por circunstancias ajenas a su voluntad, eso ya no viene al caso”.
Sin embargo, recibir beneficios por desempleo no siempre se da por sentado. Las leyes estatales de compensación por desempleo determinan si recibes beneficios o no, dice Rassas. Las normas varían de un estado a otro. Para verificar las leyes del programa en tu estado, visita el sitio web CareerOneStop del Departamento de Trabajo de EE.UU. y haz clic en tu estado para obtener información general y presentar una solicitud.
Las siguientes son 11 situaciones que podrían impedirte recibir beneficios o disminuir la cantidad de dinero que recibes.
1. No trabajaste lo suficiente o no ganaste lo suficiente para resultar elegible. Tu elegibilidad depende de cuánto tiempo mantuviste tu empleo, entre otras cosas. La oficina de desempleo de tu estado revisará tu historial laboral; por lo general, incluyen los 15 meses anteriores al día en que presentas una solicitud por desempleo. Analizarán tus ingresos durante los primeros cuatro de los últimos cinco trimestres completos. Siempre y cuando la cantidad que hayas ganado satisfaga los requisitos mínimos de tu estado para ingresos, por regla general tendrás derecho a recibir beneficios por desempleo.
El número específico de semanas durante las cuales puedes recibir beneficios y las cantidades pagadas varían de acuerdo el estado, según Donna Ballman, abogada de asuntos laborales y autora de Stand Up for Yourself Without Getting Fired: Resolve Workplace Issues Before You Quit, Get Axed, or Sue the Bastards (Defiéndete sin ser despedido: resuelve las cuestiones laborales antes de renunciar, marcharte o demandarlos). En la mayoría de los estados, puedes recibir beneficios hasta por 26 semanas. Sin embargo, el número de semanas puede variar desde un mínimo de 12 semanas en Carolina del Norte, hasta un máximo de 30 semanas en Massachusetts. Las cantidades máximas por semana varían desde $235 en Misisipi hasta $698 en Massachusetts. Los beneficios prolongados a través del Gobierno federal pueden estar disponibles durante períodos de tasas altas de desempleo, una vez que se te terminen tus beneficios estatales. (En la actualidad, ningún estado está ofreciendo los pagos federales adicionales).
Ten presente que el Gobierno federal y la mayoría de los estados te cobrarán impuestos sobre tus beneficios por desempleo. Puedes escoger entre deducir los impuestos automáticamente de tus pagos o pagar los impuestos más adelante.
2. Perdiste el empleo por tu propia culpa. La regla general es que tienes derecho a recibir beneficios por desempleo si quedas desempleado por circunstancias ajenas a tu voluntad. Si pierdes el empleo por recorte de personal durante una reestructuración de la empresa, por lo general resultarás elegible. “Si te presentas a trabajar todos los días y cumples tus responsabilidades laborales de manera satisfactoria, pero tu empleo se elimina y te dan de baja por falta de trabajo, tú no tienes la culpa y por lo tanto es probable que tengas derecho a recibir beneficios por desempleo”, dice Rassas.
Sin embargo, lo que se considera que es culpa tuya o no, puede variar de un estado a otro. Infringir ciertas reglas de la empresa puede ser suficiente para impedirte recibir beneficios, según la naturaleza del comportamiento. “En términos generales, si te despiden por una conducta indebida grave, tal como cometer un delito o amenazar a tu supervisor con agresión física, esto probablemente se considerará como culpa tuya y te impediría recibir beneficios”, añade Rassas.
3. Renunciaste. “Diferentes estados tienen estándares distintos, pero renunciar sin motivo casi siempre te impedirá recibir beneficios”, dice Ballman.
Si renunciaste y deseas resultar elegible para los beneficios, por lo general tendrás que demostrar que renunciaste debido a algo que es culpa del empleador. “Buenos ejemplos serían recortarte el salario, exigir que te transfieras a otra localidad, un descenso de categoría o algo ilegal como discriminación o acoso sexual”, dice.
A veces hay momentos en que sencillamente tienes que renunciar, señala Ballman. “Por ejemplo, si tu empleador está infringiendo los estándares de la OSHA (Administración de salud y seguridad ocupacional) y te coloca en una situación peligrosa, o si tu supervisor o compañero de trabajo te agrede físicamente o amenaza con agredirte y la empresa no lo despide ni lo transfiere para que estés libre de peligro”, dice.
4. Todavía te están pagando. La indemnización por despido, los pagos por vacaciones no tomadas, la compensación por accidentes laborales o los pagos de pensión podrían bloquear los beneficios por desempleo por cierto tiempo, mientras recibes dichos ingresos. Por lo general depende del tipo de pagos que recibas y la cantidad.
5. Recibes beneficios del Seguro Social. Debido a que la SSA (Administración del Seguro Social) no considera los beneficios por desempleo como ingresos por trabajo, dichos beneficios no afectarán tus beneficios del Seguro Social. Sin embargo, los ingresos del Seguro Social podrían disminuir tu compensación por desempleo. Comunícate con tu oficina estatal de desempleo para obtener información sobre cómo tu estado disminuye la cantidad.
6. No eras un empleado oficialmente. Tu empleador podría haberte clasificado como contratista, lo cual por regla general te impediría recibir beneficios. Sin embargo, eso no significa que es correcto que te catalogaran como contratista, dice Ballman. “Si piensas que te clasificaron erróneamente, presenta tu solicitud y déjale saber a la agencia de desempleo por qué piensas que en realidad eras un empleado”.
Llena el formulario SS-8 (Determinación del estado de empleo de un trabajador para propósitos del impuesto federal sobre la nómina y la retención de impuestos sobre el ingreso) con el IRS (Servicio de Impuestos Internos) para solicitar una determinación del “estado de empleo” y establecer si los servicios que le proporcionaste a la empresa fueron los de un empleado o de un contratista independiente. “Si determinan que en realidad fuiste un empleado, quizás puedas recuperar la porción de los impuestos sobre la nómina de tu exempleador”, aconseja Ballman.
7. No buscas empleo en serio. “No resultarás elegible a menos que cumplas con todo lo que tu estado requiere para demostrar que buscas empleo activamente”, dice Ballman.
En general, eso significa demostrar que satisfaces una cuota determinada de contactos relacionados con la búsqueda de empleo cada semana. Estas actividades pueden incluir usar recursos de empleo disponibles en tu centro local de orientación profesional, tales como reunirte con consejeros del centro, presentar solicitudes de empleo y currículos a empleadores, asistir a seminarios de búsqueda de empleo a fin de mejorar tus destrezas para buscar trabajo, asistir a ferias de empleo o entrevistarte con posibles empleadores.
Si no puedes cumplir con la cuota, puede que tu estado te exija que te comuniques con la oficina local y expliques por qué. Si estabas enfermo, tal vez necesites una nota del médico.
Consejo sobre la documentación: si envías un currículo o solicitud por correo electrónico, guarda una copia impresa de toda la correspondencia. Además, guarda en tus archivos una lista de los empleos para los cuales te postulaste, por si acaso tu estado te pide pruebas de que has estado buscando.
Si viajas fuera del estado, asegúrate de poder demostrar que seguiste buscando trabajo durante tu ausencia y que estabas lo suficientemente cerca para regresar si te ofrecían empleo y necesitabas empezar de inmediato.
También te pueden negar los beneficios si rechazas un empleo equivalente al que perdiste. “Así que no pienses que tu compensación por desempleo es como unas vacaciones pagadas”, dice Ballman.
8. Trabajas a tiempo parcial. La mayoría de las leyes estatales requieren que estés disponible para buscar empleo y trabajar a tiempo completo si te ofrecen un puesto. Un motivo para frenar los beneficios cuando recibes ingresos de otra fuente es que, si trabajas bajo contrato, por cuenta propia o a tiempo parcial, supuestamente no estás disponible para trabajar a tiempo completo si te ofrecen empleo.
Algunos estados deducen lo que ganes de tus beneficios, dólar por dólar, mientras que otros te permiten ganar hasta un 25% de tus beneficios antes de reducir tus cheques por desempleo. Si tu empleo es temporal, tal vez no recibas un cheque por desempleo mientras trabajes. Sin embargo, cuando el trabajo termine, quizás podrías empezar de nuevo a recibir beneficios.
Antes de aceptar cualquier proyecto como trabajador independiente o empleo a tiempo parcial, lee las normas de seguro de desempleo de tu estado. Si trabajas a tiempo parcial y recibes beneficios parciales, llena los informes sobre cualquier ingreso con exactitud. Si cometes un error en la cantidad, podrían suspenderse tus cheques de beneficios. Resulta difícil esconder ingresos, debido a que la mayoría de los empleadores informarán al IRS sobre cualquier pago que realicen.
9. Trabajas como voluntario. La señal de advertencia es cualquier cosa que le quite tiempo a tu búsqueda de empleo. Para que el trabajo como voluntario no altere tus beneficios en algunos estados, debes poder demostrar que el voluntariado no interfiere con tu capacidad para buscar empleo ni con los días y horas que necesitarías trabajar si te contratan.
10. Vuelves a estudiar para capacitarte. Aunque no lo creas, pueden negarte los beneficios si asistes a la escuela o la universidad, o te capacitas a tiempo completo sin recibir aprobación de tu oficina local de desempleo. Si tu capacitación o educación es solamente en horario nocturno o durante los fines de semana, esto no afectará tu capacidad para trabajar en un empleo diurno y podrías recibir beneficios.
11. Abres tu propio negocio. Tus beneficios también pueden disminuir o suspenderse si empiezas a trabajar por cuenta propia, incluso si todavía no te pagas un sueldo.
Consejo final. Trágate el orgullo, enfréntate al papeleo y solicita tus beneficios; luego, aborda tu búsqueda de empleo como si fuera un trabajo a tiempo completo.
Kerry Hannon, experta de AARP en empleos, se especializa en segundas carreras y es autora galardonada. Su obra incluye What's Next? Finding Your Passion and Your Dream Job in Your Forties, Fifties and Beyond (¿Qué viene después? Cómo encontrar tu pasión y el empleo de tus sueños a los cuarenta, a los cincuenta o más tarde) y Great Jobs for Everyone 50+: Finding Work That Keeps You Happy and Healthy … and Pays the Bills (Excelentes empleos para las personas de 50 años o más: cómo encontrar un trabajo que te mantenga contento y saludable... y capaz de pagar las cuentas). Síguela en Twitter en @kerryhannon.