Una escapada de cuatro días en Budapest
Visita esta impresionante ciudad húngara para deleitarte con la elegancia europea del Viejo Mundo.
In English | Budapest es uno de esos destinos que no ha estado en tus planes, pero cuya popularidad se ha propagado de boca en boca debido al creciente número de cruceros fluviales por el Danubio que exponen a los pasajeros a muchos de sus encantos.
Día 1
La capital de Hungría recibe su nombre de sus dos distritos principales, Buda en el lado oeste del río Danubio y Pest en el este, donde te aconsejamos alojarte porque está más cerca de las principales atracciones de la ciudad. Alójate en el Moments Hotel, ubicado en un edificio artísticamente restaurado del siglo XIX sobre la avenida Andrassy, Patrimonio de la Humanidad y una de las calles más populares de Budapest para ir de compras y a comer. (Ten en cuenta que incluso un hotel de cuatro estrellas como Moments puede ser sorprendentemente asequible, a veces incluso por menos de $150 por noche). Desde allí puedes pasear hasta la cercana Basílica de San Esteban, en honor a dos personajes cruciales para la historia de la ciudad: Esteban I, el primer rey de Hungría, y Ferenc Puskás, una estrella del fútbol que llevó a Hungría al oro olímpico en 1952 y logró victorias sobre Inglaterra en 1953 y 1954. Echa un vistazo al igualmente elegante Edificio del Parlamento, y luego dirígete al Danubio para un crucero con cena (hay muchos para elegir, pero hay un encantador crucero a la luz de las velas si te sientes romántico). De sobremesa, disfruta una de las vistas panorámicas más románticas de Europa, y luego saborea un delicioso postre en el Artist Café en la avenida Andrassy.
Día 2
Después de la caída del Muro de Berlín, los húngaros derribaron las estatuas de sus antiguos ocupantes soviéticos. Pero en lugar de edestrozarlas, ahora se exhiben en el recargado pero conmovedor Memento Park, donde ahora presiden esculturas de Marx, Stalin y soldados rusos. De vuelta en la ciudad, la bien llamada Casa del terror muestra el horror detrás del régimen soviético y el dominio fascista. Ubicado en la antigua sede de la policía secreta, el museo conserva celdas donde la dictadura encarcelaba a los enemigos del estado. Después de que los rusos se marcharan, los empresarios transformaron los dilapidados edificios de la era soviética en "Ruins Pubs", una combinación de discotecas, restaurantes y centros comunitarios, que dan la bienvenida a visitantes de todas las edades. Echa un vistazo a Szimpla Kert, uno de los más antiguos y populares.
Día 3
Budapest está construida sobre cientos de aguas termales, y querrás comenzar tu día en una de sus casas de baños del siglo XIX magistralmente renovadas. Szechenyi ofrece saunas, baños fríos y salas de vapor, junto con piscinas al aire libre donde los turistas chapotean y los hombres mayores se refrescan mientras juegan ajedrez. Una vez relajado, visita la suntuosa Casa de la Ópera de Budapest en la avenida Andrassy, que termina con una presentación de cinco minutos que incluso los alérgicos a la ópera disfrutarán. Cuando llegue la noche, dirígete al otro lado del río hacia el mirador de la ciudad, el Bastión de los Pescadores, donde los coros y músicos visitantes suelen tocar cuando se pone el sol. Para la cena, estarás a pocos pasos de Baltazár, un hotel boutique de moda que sirve gulasch húngaro tradicional y pollo paprikash.
Día 4
A principios del siglo pasado, Budapest tenía una de las comunidades judías más grandes de Europa. Saborea literalmente su historia al probar el flodni de la chef Rachel Raj, un pastel judío con semillas de amapola, manzana, avellanas y mermelada de ciruela. Da la vuelta a la esquina hacia la Gran sinagoga de la calle Dohany, la segunda más grande del mundo. Está construida con un imponente diseño morisco centrada en un arca sagrada que se asemeja al Taj Mahal. Las visitas guiadas te llevarán a un jardín memorial del Holocausto adyacente, en honor a los 450,000 residentes judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial. Para finalizar tu viaje, considera visitar un monumento igualmente inquietante a lo largo de las orillas del Danubio, donde 60 pares de zapatos de hierro representan a los ciudadanos fusilados aquí por soldados fascistas. Los visitantes de todo el mundo vienen a honrar su memoria y a acoger el futuro prometedor de la ciudad.