12 grandes películas de caballos para prepararte para el Derby de Kentucky

Concrete Cowboy (2020)

Idris Elba es una de nuestras estrellas de cine más cautivadoras y carismáticas. Quizás es por eso que su nombre siempre aparece cuando hay discusiones sobre quién sucederá a Daniel Craig como James Bond. Pero en este reciente drama de Netflix, se sale de su zona de confort habitual para interpretar a un vaquero urbano como ningún otro. Concrete Cowboy se basa en una comunidad de jinetes de la vida real en el norte de Filadelfia y cuenta la inspiradora historia del personaje de Elba (Harp) que comparte su hogar con un caballo de manchas llamado Chuck. Él es un tipo cascarrabias, pero cuando su distanciado hijo (Caleb McLaughlin) viene a vivir con él durante el verano, le enseña lecciones de vida a través del cuidado de un animal, y se ablanda un poco en el proceso. Como muchas historias de caballos, esta es una historia de redención, pero gracias a la interpretación matizada de Elba, nunca parece cursi o trivial.

Puedes verla aquí: Concrete Cowboy en Netflix

The Mustang (2019)

¿Puede un caballo domesticar a un hombre y no al revés? Esa pregunta es la esencia de esta increíblemente poderosa película independiente sobre un prisionero violento e irascible llamado Roman (Matthias Schoenaerts, un actor nacido en Bélgica) en el sistema penal de Nevada. Después de que una administradora bien intencionada (Connie Britton) lo ayuda a ingresar a un programa para entrenar caballos salvajes que galopan libres en el desierto cercano, los caballos y un entrenador de pelo canoso (Bruce Dern) logran sacar un lado más amable de un hombre que la mayoría consideraba causa perdida. Schoenaerts es hipnótico, logra decir mucho con pocas palabras. Y los despoblados paisajes de atardeceres parecen sacados de una foto de Ansel Adams.

Puedes verla aquí: The Mustang, en Prime Video, Apple TV

War Horse (2011)

Steven Spielberg adaptó la ingeniosa obra de teatro de Nick Stafford sobre un caballo llamado Joey que es reclutado para uso en la Primera Guerra Mundial y un chico británico (Jeremy Irvine) que sigue a su amado animal a la batalla en un intento por protegerlo de las bombas y balas del enemigo alemán. War Horse, en gran parte desprovista de diálogo, podría haber sido fácilmente una película muda. Y en cierto modo, lo es. El poder y la belleza inquietantes de la película de Spielberg provienen de su lirismo visual casi poético que a veces da la sensación de soñar despierto. A través de la nebulosa impregnada de muerte que envuelve el combate, Joey logra tocar a todos los que entran en contacto con él, sacando fragmentos de humanidad en las condiciones más inhumanas. La banda sonora de primer nivel de John Williams vende cada momento emocional con una simplicidad maravillosamente conmovedora.

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Hidalgo (2004)

Antes de que el director Joe Johnston pasara a dirigir éxitos de taquilla de superhéroes vestidos de licra como Captain America: The First Avenger, estuvo a la cabeza de esta historia íntima y conmovedora sobre un jinete de larga distancia mitad nativo estadounidense llamado Frank Hopkins (Viggo Mortensen) que ha abusado del alcohol tratando de olvidar sus problemas. Pero cuando Omar Sharif aparece para convencerlo de que compita en una carrera épica por el desierto de Arabia, se da cuenta de que no tiene nada que perder. Con su fiel caballo Hidalgo, Frank galopa por las dunas persiguiendo la victoria mientras ahuyenta a sus demonios. Hidalgo es un producto de Disney, por lo que sabes que se inclinará hacia el melodrama, pero Mortensen es tan áspero e intenso como el escenario exótico y soleado por el que galopa.

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Seabiscuit (2003)

Seabiscuit, basada en el éxito de ventas de no ficción de Laura Hillenbrand, es una de esas historias que parecían listas para convertirse en una película. Afortunadamente, el director Gary Ross no queda mal con el encargo. El título, por supuesto, es el nombre del ganador de la Triple Corona que se convirtió en sensación nacional durante la Depresión. ¿Por qué? Porque el caballo encarnaba el espíritu de los desamparados en el que las personas en Estados Unidos necesitaban creer. Si un caballo viejo como Seabiscuit podía lograrlo, tal vez ellas también podrían. Jeff Bridges interpreta al dueño de Seabiscuit que ha caído en la tragedia, Tobey Maguire es el jinete arriesgado que lo lleva a la gloria, y Chris Cooper se roba el show como el entrenador taciturno que todos habían hecho a un lado.

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The Horse Whisperer (1998)

Con Robert Redford tanto detrás como delante de la cámara, sabes que volver a contar la novela de Nicholas Evans será agradable a la vista. Y vaya que sí lo es. Redford interpreta a Tom Booker, una combinación de místico espiritual, el Hombre Marlboro y, bueno, Robert Redford. Gracias a su conexión especial con los caballos, una madre (Kristin Scott Thomas) lleva a su hija recientemente lesionada (una Scarlett Johansson de 13 años) y su caballo al rancho de Booker, donde él los ayuda a superar su trauma. En el papel suena tonto, pero en la pantalla funciona bien; nos muestra el poder de la naturaleza de curar el alma, la atención plena y, por supuesto, cierto animal de cuatro patas.

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Phar Lap (1983)

La historia del legendario caballo de carreras Phar Lap es bien conocida en Australia, pero menos en este lado del mundo. Supongo que estamos demasiado absortos con Seabiscuit, Secretariat e Hidalgo. Pero como dicen los cuentos inspiradores, este caballo es difícil de superar. Especialmente debido a esta maravillosa película importada de Australia. Phar Lap, dirigida por Simon Wincer, es la clásica historia del patito feo sobre un caballo sin pedigrí que es moldeado por un entrenador que se niega a escuchar a los escépticos y un mozo de cuadra que cuida al caballo como si fuera un hermano. Con su amor y fe, Phar Lap se convierte en una sensación de carreras en todo el mundo. Con sus emocionantes carreras a cámara lenta, es como el Rocky de las películas de caballos.

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The Black Stallion (1979)

Quizás la película más hermosa jamás hecha sobre un niño y un caballo. El recuento del director Carroll Ballard de la clásica historia de aventuras de Walter Farley mantiene lo básico: un niño naufraga con un caballo en una isla desierta, forman un vínculo mágico y luego ponen a prueba ese vínculo en la década de 1940 en Nueva York después de ser rescatados, pero también reinventa la historia al no preocuparse demasiado por las palabras. Esta es una película diseñada para ser un festín para todos los sentidos. Kelly Reno es excelente como el niño y Mickey Rooney (35 años después de National Velvet) brilla como el sabio entrenador que ayuda a convertir a "The Black" en un campeón. Una gran película para los niños.

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National Velvet (1944)

Elizabeth Taylor, con solo 12 años cuando se estrenó esta película clásica, no era la estrella brillante en la que se convertiría. Pero las señales ya estaban allí en este, su debut en tecnicolor. Esta es una película que es tan dulce y tan sana como el pastel de manzana, con Liz como Velvet, la hija de un carnicero. El nerviosismo impulsivo de Mickey Rooney de ojos muy abiertos y con ganas de robarse el show impulsa la película, y también es lo que hace que la joven Liz inscriba su caballo en la carrera Grand National. Claro, ya sabes cómo terminará esta historia incluso antes de que comience. Sin embargo, es emocionante, incluso si en realidad se filmó en un campo de golf de Pasadena.

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