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Utiliza la financiación colectiva para emprender tu propio negocio

El ‘crowdfunding’ puede revolucionar el recaudar fondos, pero podría prestarse a estafas.

In English | Como muchos empresarios, Jim Martin puso en marcha su gran idea en el garaje. Martin, de 55 años, es profesor adjunto de gimnasia y ciencias del deporte en University of Utah en Salt Lake City. Inventó una estación de pedaleo usando una vieja bicicleta reclinada y un poco de madera. El bici-escritorio, pensó, no solo ayudaría a los trabajadores de escritorio a bajar unas libras, sino que podría ser también un gran negocio.

Pero Martin se enfrentó al dilema clásico de la puesta en marcha: ¿cómo financiarlo? Construir suficientes escritorios para arrancar un negocio puede costar $250,000. Un prestamista tradicional sería poco probable que le apostase mucho a un negocio sin trayectoria previa. ¿Estaba dispuesto a liquidar su jubilación y a echarle mano al fondo de estudios universitarios de sus hijas? "Supongo que soy muy conservador como para hacer eso", dice Martin.

Jim Martin, PhD, FACSM, profesor asociado en el Departamento de Ejercicio y Ciencias del Deporte de la Universidad de Utah, con una versión de su Active Desk Rider. La invención combina una bicicleta estática y un escritorio informático.

Foto: Kevin J. Miyazaki/Redux

Disfrutar de lo lindo: El equipo de Active Desk de Jim Martin espera atraer a inversionistas a través de una financiación colectiva (crowdfunding).

En su lugar, se dirigió a la Oficina de Comercialización de Tecnología de la universidad, que ayuda a profesores a convertir su investigación en empresas. Le propusieron una nueva herramienta para la recaudación de fondos en efectivo para arrancar la empresa: financiación colectiva (crowdfunding) con participación accionaria.

Funciona de la siguiente manera: empresas en etapa de arranque lanzan campañas de recaudación de fondos en sitios web donde inversionistas pueden comprar acciones o la deuda. Si el negocio tiene éxito, las acciones de la compañía aumentarán su valor y podrán ser vendidas con ganancia financiera. Pero el dinero no cambia de manos hasta que la empresa no cumpla con un objetivo de financiamiento preestablecido.

La financiación colectiva en sí no es nada nuevo. Desde el 2009 la plataforma de financiamiento más conocida, Kickstarter, ha recaudado más de $450 millones para proyectos que van desde los satélites de aficionados hasta los álbumes de música pop. Pero los proyectos al estilo Kickstarter se basan en un modelo de donación especial: los colaboradores reciben beneficios tales como una camiseta o una mención en los créditos de una película financiada. La financiación colectiva con participación accionaria convierte a los donantes en inversionistas.

Y esta práctica goza de las bendiciones de ambos partidos del Congreso. En abril del 2012, la ley de Jumpstart Our Business Startups (o JOBS) sentó las bases para que las pequeñas empresas pudieran ofrecer acciones en línea. La idea era fomentar la creación de empleos haciendo más fácil recaudar dinero.

Todavía no está claro cuándo el dinero comenzará a cambiar de manos. La Securities and Exchange Commission (SEC, Comisión de Bolsa y Valores) tiene que anunciar las regulaciones de la financiación colectiva antes de que los portales web puedan iniciar la oferta de acciones. Pero los fanáticos del modelo han declarado que la financiación colectiva con participación accionaria sacudirá el mundo de las inversiones.

"Este es un cambio monumental en la forma en la que las pequeñas empresas recaudan capital", dice Alon Hillel-Tuch, uno de los fundadores del sitio web de financiación colectiva RocketHub, que está considerando ofertar acciones. Desde que se corrió la voz acerca de la disposición de la Ley JOBS, RocketHub ha recibido cientos de consultas por semana, provenientes de negocios, dice Hillel-Tuch.

Los defensores de la financiación colectiva con participación accionaria dicen que el mismo le dará al público en general una primera oportunidad de invertir en empresas en fase de arranque y en pequeñas empresas. En la actualidad, las empresas en fase de arranque que buscan dinero en efectivo por lo general dependen de los capitalistas de riesgo e "inversionistas providenciales" con mucho dinero. Sherwood Neiss, director de Crowdfund Capital Advisors y coautor de Crowdfund Investing for Dummies, dice que las nuevas reglas permitirán que pequeños inversionistas entren en el juego.

Pero, como todo patrocinador de empresas en fase de arranque, los inversionistas en una financiación colectiva tomarán un riesgo: si la empresa cumple con sus objetivos financieros, pero luego falla, puede que se lleve tu dinero con ella. Neiss dice que los inversionistas tendrán protecciones, incluido el acceso a los documentos financieros y planes de negocios. Y las empresas que no cumplan con las metas de financiamiento deberán devolver el dinero a los inversionistas, al igual que lo hace la mayoría de los proyectos con recaudación de capital estilo financiación colectiva. También cree que la sabiduría colectiva de la web ayudará a eliminar a los estafadores y los proyectos poco rentables. "Creo que menos del 20% cumplirá sus metas de financiamiento", dice. Por su parte, Kickstarter afirma que posee una tasa de éxito del 44%.

Los defensores de los derechos de protección al consumidor —incluido AARP— les temen a los peligros que la financiación colectiva con participación accionaria puede suponer para los inversionistas de edad más avanzada, quienes son objeto frecuente de fraudes. El temor es que los estafadores pronto estarán realizando llamadas no solicitadas para difundir ofertas falsas de empresas en arranque.

En una carta al Congreso en marzo del 2012, la vicepresidenta sénior de AARP, Joyce Rogers, advirtió que los portales de la financiación colectiva "podrían convertirse en una versión muy potenciada, para la era de internet, de los centros de llamadas desechables que sacan el máximo rendimiento lo más rápido posible". Daniel Isenberg, profesor de práctica empresarial en Babson Global, compara el estilo de inversión tipo financiación colectiva con jugar a la lotería. Debido a los límites de ingresos (véase el recuadro), los inversionistas probablemente no van a perder su camisa, dice, "pero sí van a perder las medias".

Quieran aceptarlo o no, la financiación colectiva con participación accionaria será una realidad, tan pronto como se anuncien las normas de la SEC. "Este es el año de la financiación colectiva", dice Heather Schwarz-Lopes del portal de la financiación colectiva con participación accionaria EarlyShares. Ella espera que las primeras ofertas se realicen en el 2014. Para prepararse, recomienda llevar a cabo campañas de donación en Kickstarter, Indie-gogo o RocketHub, para aprender el modelo y "comenzar a entrar en acción una vez que las reglas estén anunciadas".

Fue exactamente lo que hizo Jim Martin. Recaudó $10,000 en donaciones en RocketHub para construir prototipos de Active Desks (escritorios activos). Martin planea realizar una demostración de los artefactos en los centros de bienestar físico. Una futura ronda de la financiación colectiva con participación accionaria le permitiría incursionar a mayor escala. "En lugar de comenzar con 100 bicicletas, vas con 1,000 bicicletas", dice. "Atacas el mercado fuertemente".

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