Continúa la escasez de vacunas contra la culebrilla
La extraordinariamente eficaz vacuna Shingrix puede ser difícil de encontrar.
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In English | Esta es la época del año en la que abunda el suministro de vacunas contra la gripe, pero los adultos que procuran recibir la vacuna que los protege contra la culebrilla aún pueden no estar de suerte.
En muchas áreas del país, todavía hay cantidades limitadas de Shingrix, una vacuna de doble dosis que protege contra la culebrilla con una eficacia mayor del 90%. Informes recientes de Pensilvania, Montana y Colorado detallan largas listas de espera en farmacias, pocas reservas en consultorios médicos y cada vez más frustraciones que se han ido acumulando desde que comenzó la escasez hace más de un año.
¿Por qué la demora? Amesh Adalja, médico especialista en enfermedades infecciosas e investigador principal en el Center for Health Security de Johns Hopkins University, indica que hay varios motivos para la escasez del Shingrix, empezando por su nivel de eficacia.
"Lo que hay que entender es que esta vacuna representa un gran descubrimiento y una importante mejora de la vacuna anterior contra la culebrilla”, señala Adalja al referirse a Zostavax, una vacuna elaborada diez años antes que Shingrix y que reduce el riesgo de contraer la enfermedad en un 51%.
“Además, la culebrilla es una enfermedad que la gente se esfuerza por evitar porque es muy dolorosa. Puede ser debilitante, causar daños en los nervios y se ha relacionado con un aumento de casos de derrame cerebral y ataque cardíaco”, agrega Adalja.
Dado que Shingrix es tan eficaz para prevenir la culebrilla, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan (en inglés) que los adultos saludables de 50 años o más reciban las dos dosis con un intervalo de dos a seis meses: una modificación de las pautas que ofrecieran para Zostavax, que se recomienda para los adultos de 60 años o más. Adalja explica que ampliar el grupo de personas que reciben una vacuna de doble dosis creó un “tirón de la cadena de suministros”, lo que dio lugar a “una demanda sin precedentes que causó crisis de suministro”.
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En su sitio web, los CDC señalan que esperan límites en los pedidos y demoras en los envíos del fabricante de Shingrix, GlaxoSmithKline (GSK), durante todo el 2019. Sean Clements, portavoz de GSK, le indicó a AARP que la empresa entregó casi doce millones de dosis de Shingrix en Estados Unidos desde su lanzamiento en el 2017 hasta marzo del 2019, y que GSK tiene más de veinte proyectos de expansión en marcha para aumentar el suministro de Shingrix y responder a la demanda.
Las personas que desean conseguir Shingrix pueden usar el buscador de vacunas en línea de GSK (en inglés) para encontrar farmacias y centros de salud que hayan recibido entregas recientes. Adalja también recomienda llamar a farmacias y clínicas a una o dos ciudades de distancia para consultar si han recibido suministros, si es que no están disponibles en tu área.
A diferencia de la vacuna contra la gripe, la vacuna contra la culebrilla no se recomienda para una época determinada del año. Adalja señala que la culebrilla aparece debido a una reactivación del virus que causa la varicela. "Dicho virus permanece latente en el cuerpo", indica, "y a medida que uno envejece, a medida que el sistema inmunitario comienza a envejecer, hay un mayor riesgo de reactivación de la culebrilla".
Los síntomas de la culebrilla incluyen una erupción dolorosa en un lado de la cara o del cuerpo que produce ampollas y comezón. Según los CDC, en Estados Unidos contraen culebrilla cerca de un millón de personas por año.
Si bien la espera puede ser enervante en lo personal, desde el punto de vista de la salud pública la escasez de Shingrix es en cierto modo positiva, señala Adalja.
"Creo que es alentador que tengamos tanta demanda de una vacuna en una época que ha estado realmente dominada por el movimiento antivacunas”, indica. “Hay personas que están adoptando una vacuna de la forma en que debería adoptarse".